La petición para clasificar como terroristas a cárteles mexicanos ya se había puesto sobre la mesa desde marzo de 2019 en el Congreso de Estados Unidos.
Los republicanos Roy Chip y Mark Green presentaron una iniciativa para considerar al Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel Noreste y a los Metros como grupos terroristas, lo que los equipararía con organizaciones como Al Qaeda o Boko Haram.
Luego, en diciembre de 2019, tras la masacre de la familia LeBaron en Bavispe, Sonora, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la decisión de clasificar a los cárteles mexicanos como terroristas, pero tal designación se retrasó temporalmente a petición de Andrés Manuel López Obrador.
“Estatutariamente estamos listos para hacerlo. Sin embargo, a petición de un hombre que me agrada y respeto, y que ha trabajado tan bien con nosotros, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se retrasará temporalmente esta designación y se intensificarán nuestros esfuerzos conjuntos para tratar decisivamente con estas organizaciones viciosas y en constante crecimiento”, señaló Trump en Twitter el 6 de diciembre de 2019.
En enero de 2020, el demócrata Anthony Brindisi insistió en la Cámara de Representantes de EU en que era “hora de llamar a los narcos por su nombre: terroristas”.
Finalmente, en septiembre de 2022, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró a los cárteles mexicanos como “grupos terroristas” con argumentos similares.
En enero de 2023, en medio del encuentro entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, miembros de la familia LeBarón alzaron la voz para exigir que se reconozca la existencia de terrorismo en México.
