3 películas “malditas” y los sucesos reales detrás de ellas
Sopitas.- Antes de que las teorías de conspiración causaran revuelo en redes sociales (y dividieran países completos), teníamos leyendas urbanas llenas de elementos usualmente horripilantes y aterradores. Y entre nuestras favoritas siempre estuvieron (y están) las que hablan sobre “películas malditas”.
Y no nos referimos a aquellas películas que tienen un montón de problemas en su producción como Apocalypse Now de Francis Ford Coppola en la que se destruyeron enormes sets por las condiciones climáticas o se tuvo que reemplazar al protagonista. Nada de eso.
Hablamos de películas malditas a partir de experimentaron circunstancias sumamente trágicas que bien podrían ser una historia digna de una cinta de terror. Muertes, accidentes, situaciones un tanto paranormales… maldiciones en (casi) toda la extensión de la palabra.
Así que por acá les contaremos la historia de algunas películas malditas, los sucesos reales que las llevaron a esta categoría y otros datos interesantes tanto de su producción como de sus ficciones (y sí, la mayoría de filmes en esta lista están dentro del género de terror).
Nota: No encontrarán en esta lista El exorcista o The Crow considerando que son dos de las películas malditas más populares, y cuyas historias ya son conocidas.
The Omen
The Omen de 1976, en resumidas cuentas, sigue la historia de una pareja que adopta a un dulce niño que resulta ser el Anticristo. Muchos creen que esta cinta es una secuela, no oficial, de El bebé de Rosemary de Roman Polanski, y que el bebé que aparece aquí, es el mismo niño de The Omen.
Aterrador, ¿cierto? La realidad es que es un gran filme de terror. Pero lo más interesante es que es la protagonista de una de las leyendas urbanas más aterradoras en la historia del cine. Es más, la historia de la producción, por sí misma, podría convertirse en una cinta y ser igual de aterradora que la ficción que plantea.
The Omen tuvo muchos problemas (o mejor dicho, tragedias) antes y durante el tiempo de producción. Dicen que a los productores se les advirtió que hacer una película sobre el diablo, traería conflictos… y antes de que iniciará la filmación, el hijo de Gregory Peck, el protagonista, murió por suicidio (era un reportero y murió a los 30 años).
Durante el viaje de Peck hacia Londres para empezar a filmar, su avión recibió un relámpago. Un avión que sería utilizado para unas escenas, se estrelló, y el reporte indica que murieron todos los pasajeros. Y un entrenador de animales (para la escena de los simios del zoológico), murió tras el ataque de un tigre un día antes del día de filmación.
Poltergeist
“They’re here!”, es una de las frases más famosas dentro del género de terror, cortesía de la pequeña Carol Anne en Poltergeist de 1982. Esta es una de las películas más exitosas a nivel taquilla del siglo XX al presentarnos a una familia que se enfrenta a la presencia de fantasmas.
Producida por Steven Spileberg, esta cinta es uno de los referentes del horror. Pero la historia detrás de la ficción, si bien no es aterradora, es bastante triste, y pone a Poltergeist como una de esas películas malditas. Y esto lo decimos porque cuenta la leyenda que las tragedias alrededor del título, tuvieron su origen en el uso de esqueletos reales para la escena del cementerio (así es, dicen que los sacaron de una morgue).
La primera noticia que circuló fue la del asesinato de Dominique Dunne, quien dio vida a Dana, la hija mayor de los Freeling. Dominique mantuvo una relación con un sujeto llamado John Thomas Sweeney, quien trabajaba en la cocina de un famoso restaurante de Los Angeles en la época. A meses del estreno de Poltergeist, Sweeney asesinó a Dominique por estrangulamiento.
La actriz Heather O’Rourke, la misma que dijo la famosa frase al inicio de este apartado (y sin duda, la imagen de la trilogía de Poltergeist), murió a los 12 años después de un largo periodo de enfermedades que arrancaron con los síntomas de una gripa común, hasta su muerte por un paro cardiorrespiratorio.
Otros dos actores de la franquicia, fallecieron por padecimientos físicos como el actor Julian Beck a partir de un cáncer de estómago y Will Sampson por complicaciones después de una cirugía de transplante de corazón y pulmón.
Rebelde sin causa
Rebelde sin causa de 1955 es uno de los clásicos más populares dentro y fuera de Hollywood. Desde luego, no sólo es conocida por su historia y las grandes actuaciones por parte del elenco, sino por la presencia de James Dean, uno de esos iconos en Hollywood cuya imagen se construye en un mito.
Dean era una de las promesas más grandes de la industria del cine porque físicamente era atractivo, pero sobre todo porque era un gran actor que con tres películas populares (Rebelde sin causa, Al este del paraíso y Gigante), logró construir todo un legado tras su inesperada muerte.
Y es la primera, la que se lleva la etiqueta de película maldita no sólo por la prematura muerte de James Dean, sino de otros de sus dos protagonistas en circunstancias bastante trágicas. Dean murió en septiembre de 1955 en un accidente automovilístico en una carretera de California mientras se dirigía a una carrera.
Muchos años después del estreno de Rebelde sin causa, Natalie Wood, también protagonista de la cinta, murió durante un accidente. En 1981, Natalie tenía 43 años, y de acuerdo con los autoridades, después de haber bebido, cayó al agua durante su estancia en un bote. Sin embargo, se ha especulado que su muerte no fue por accidente, sino un homicidio.
Sal Mineo interpretó a John Crawford en Rebelde sin causa. En 1976, a los 36 años, Mineo regresaba a su casa después de un ensayo para una obra de teatro. Al bajarse de su auto, Mineo fue atacado con un cuchillo y murió desangrado en el mismo lugar. De acuerdo con las investigaciones, su muerte pudo haber sido un crimen de odio a partir de que era gay.