Sopitas.- En México las fiestas patrias se celebran desde el paladar. Las tradiciones culinarias son el mejor referente de nuestra identidad. Por eso, cada 15 de septiembre ser pueden degustar manjares tradicionales y también los snacks mexicanos más creativos y clásicos que se venden sin falta en todas las tienditas.
También conocidos como dulces, tentempiés o botanas, estas pequeñas comidas —que se saborean entre las comidas grandes— son una parte esencial para entender la peculiaridad gastronómica de México, la más pura y la más consistente; la que eligen los niños, la que venden en todos lados.
Hablamos de los dulces chilosos, del tamarindo en todas sus presentaciones, de los polvos ácidos, de las paletas con formas de frutas, de las papas con un toque de habanero y por qué no del chocolate en sus infinitas formas.
Y es que, aunque los snacks han sido un poco vapuleados por los grandes chefs, la realidad es que opciones que los libros de recetas no alcanzan para enumerar la cantidad de colores, sabores, ingredientes e ideas que se pueden comprar en México cuando uno “tiene un antojo.”
Con esto en mente, hemos seleccionado algunas de los snacks más tradicionales.
Un grupo de paraísos sabrosos, que deambulan entre lo ácido y lo dulce, y que nos remiten a todos los Méxicos que es México; un país que sucede cuando un niño va a su tiendita de barrio más cercana y pide un dulce.
Snack 1- PicaFresas
Desde hace décadas, no existe una generación de niños que haya pasado por alto estas pequeñas gomitas confitadas con chile y azúcar que por algún milagro saben a fresa y que son absolutamente adictivas.
2.Pulparindos
No existe nada más mexicano que este dulce de tamarindo con azúcar glas, envuelto en papel amarillo, su sabor no ha envejecido ni un poco a pesar de que está en el mercado desde los años cincuenta.
Los pulparindos eran la comida perfecta cuando salíamos de la escuela y aunque parezca increíble, contienen más ingredientes que tamarindo; sales, azúcares y hasta un poco de chile molido.
Hace unos meses los Pulparindos se hicieron famosos mundialmente, tanto que hasta Salma Hayek se lo llevó de acompañante a una alfombra roja de Hollywood.
3.Paleta de elote enchilada
Podemos asegurarlo, no existe un mexicano que no conozca o haya probado las clásicas paletas enchiladas con forma de elote.
Su chile contundente, el contraste entre los dulce y lo salado y ese placer culpable que sucede cuando masacramos con los dientes el caramelo macizo, lo convierten en el mejor snack.
Y aunque en la actualidad este dulce tiene distintas variedades, hay de sandía y de tamarindo, esta paleta recubierta con un polvo de chile ha cruzado el tiempo y se ha transformado conforme pasan los años.
4.Duvalines
Bienvenidos al snack número uno de los niños que crecieron viendo En familia con Chavelo. La joya de la corona cuando tenemos un antojo leve de chocolate y de halado, todo al mismo tiempo.
Para las niñas más tradicionales, el sabor era chocolate y fresa, para el resto de los mortales nada superaba la combinación de vainilla y chocolate.
Había algunos sabios que lo usaban para lo que era, untarlo en un pan y sacar el mejor provecho del sabor; no obstante, la mayoría empleábamos esas cucharas cuadradas, que por cierto siguen vigentes.
5.Mazapanes de la Rosa
Los primero que tenemos que decir es que este dulce es de origen árabe, al punto que aparece entre las historias Las mil y una noches. Con los siglos lo adoptó España donde se convirtió en un postre típico hecho con almendras y súbitamente llegó a México.
En nuestro país, la empresa De la Rosa lo trajo a medidos del siglo XX y lo convirtió en parte de nuestra cultura. Pronto la golosina se comenzó a vender en todas las tienditas y en todos los puestos afuera de las escuelas.
Un antojo rápido que por cierto es bastante nutritivo ya que solo está hecho de cacahuates tostados y molidos mezclados con la cantidad perfecta de azúcar glas.
6.Miguelito
Cierren los ojos e imaginen el manjar; unos cacahuates japoneses con limón, salsa inglesa y una buena cantidad de Miguelitos líquidos.
Se trata de una colección de dulces mexicanos, en la que hay desde polvos naranjas que se le pueden poner a todo, hasta salsas tremendamente ácidas. Chile con tamarindo o con chamoy que nos recuerda a esos días en los que íbamos a la papelería por una cartulina para nuestra tarea del día siguiente.
7.Cacahuate Japonés
En 1945 Yoshigei Nakatani, un japonés que había venido a vivir en la CDMX y trabajaba en una extraña fábrica de botones, decidió que los cacahuates solos no eran suficientes, que les faltaba algo; entonces les añadió una capa de harina y soya.
Comenzó a vender su invento en la Merced, poco a poco se hicieron famosos entre los barrios pegados al centro y entonces este hombre, japonés-chilango, puso una fábrica y la bautizó como Nipón.