8M: Amnistía Internacional denuncia más de 80 restricciones a mujeres y niñas en Afganistán, y reclama que se reconozca el “apartheid de género” como crimen de derecho internacional

Amnistía Internacional.- Desde que tomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, los talibanes han impuesto más de 80 restricciones que limitan los derechos de las mujeres y las niñas en todos los aspectos de su vida: desde la educación hasta el trabajo, la libre circulación, la forma de vestir y su participación en el espacio público. Expertos internacionales han calificado esta represión generalizada y sistemática de los derechos de las mujeres como un apartheid de género. Además, las mujeres afganas han expresado en numerosas ocasiones su preocupación por el hecho de que sus derechos y su participación en debates internacionales relacionados con su situación han quedado relegados a un segundo plano.
En las primeras semanas tras ocupar el poder, los talibanes prohibieron a las mujeres trabajar y más del 60 por ciento de las afganas perdieron sus trabajos. En 2022, les prohibieron estudiar: primero las niñas de más de 12 años tuvieron que abandonar la escuela, después expulsaron a las mujeres de la universidad. Desde entonces impusieron su forma de vestir, su ausencia en espacios públicos como parques, cines, baños públicos, gimnasios, o transportes en los que también vayan hombres, la prohibición de conducir o de salir fuera del país. No pueden ser tratadas por médicos varones. Tampoco pueden cantar, leer o hablar en voz alta. Y hasta los salones de belleza, uno de los espacios para huir de su encierro, se prohibieron a finales de 2024.
Pero a pesar de que no pueden ejercer su derecho a protestar, tanto dentro como fuera de Afganistán las mujeres se organizan, intentan coordinar protestas, se reúnen y manifiestan, organizan espacios de educación clandestinos para seguir formándose y lanzan campañas tratando de defender su libertad.
“Afganistán está inmersa en una de las peores crisis contra los derechos de las mujeres y las niñas en todo el planeta. El régimen talibán las mantiene fuera de la esfera pública y las tiene sometidas a una especie de arresto domiciliario. Por ello, Amnistía Internacional se ha sumado a los llamamientos que mujeres de Afganistán e Irán están haciendo ante la comunidad internacional para que se reconozca el “apartheid de género” como crimen de derecho internacional y así se intensifiquen los esfuerzos para combatir los regímenes de opresión y dominación sistemáticos impuestos por motivos de género”, manifestó Beatriz Martos, responsable del trabajo sobre derechos de las mujeres en Amnistía Internacional España.
“Amnistía Internacional se ha sumado a los llamamientos que mujeres de Afganistán e Irán están haciendo ante la comunidad internacional para que se reconozca el “apartheid de género” como crimen de derecho internacional”
Grietas en la protección a las mujeres afganas
Pese a la ayuda internacional que permitió salir del país a miles de personas desde los primeros momentos, las resoluciones y mecanismos adoptados por Naciones Unidas para la protección de las mujeres afganas, y la petición más reciente de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional de que se dicten órdenes de detención contra los líderes talibanes por presunta responsabilidad en el crimen de lesa humanidad de persecución de género, algunos Gobiernos están impulsando medidas que ponen en riesgo la protección de las mujeres y niñas afganas que tuvieron que huir del régimen talibán.
Al mismo tiempo que Alemania, Australia, Canadá y Países Bajos iniciaban actuaciones judiciales en la Asamblea General de Naciones Unidas para que la Corte Internacional de Justicia actúe contra Afganistán por sus continuas violaciones de la Convención de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), se llevaba a cabo la primera deportación de Alemania a Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder. Además, el Gobierno federal alemán anunciaba que se deportaría a Afganistán y a Siria a los delincuentes y a las personas que supusieran una “amenaza”. En Afganistán no hay nadie a salvo, y con estas deportaciones, el Gobierno alemán corre el riesgo de convertirse en cómplice de los talibanes.
Según los últimos datos públicos de Eurostart, en el tercer trimestre de 2024, 5.585 personas procedentes de Afganistán, entre ellas 215 menores no acompañados, fueron obligadas a salir de la Unión Europea hacia terceros países. El Pacto sobre Migración y Asilo aprobado por la UE en abril de 2024 no hará sino debilitar las protecciones y el acceso al asilo, también para las mujeres afganas que no cuentan como opción el regresar a su país.
Pakistán también está impulsando medidas que limitan los derechos de quienes han huido del régimen talibán. En 2023 puso en marcha el “Plan de repatriación de extranjeros ilegales” obligando a que las personas refugiadas afganas “indocumentadas” abandonaran el país si no querían ser deportadas. Desde entonces, 783.918 personas, incluidas mujeres y niñas, han tenido que regresar a Afganistán. También, tras las protestas celebradas en Islamabad el pasado mes de noviembre, se prohibió a todas las personas afganas permanecer en la capital sin una autorización expresa.
Mujeres afganas en España
España está teniendo un papel relevante en cuanto a la denuncia internacional de la situación de las mujeres en Afganistán para que éstas no desaparezcan de la agenda política. También ha permito que se aplique para las personas de nacionalidad afgana el artículo 38 de la Ley de Asilo 12/2009, que contempla que desde las Embajadas se pueda promover el traslado a España de las personas solicitantes de asilo. Entre enero de 2024 y febrero de 2025, 418 mujeres recibieron el estatuo de refugiadas y 42 más protección internacional.
Sin embargo, tanto para la pequeña comunidad afgana que ha llegado a España como para el resto de personas que están en el sistema de acogida de protección internacional, contar con los recursos y mecanismos adecuados para garantizar su inclusión sigue siendo un reto. Asociaciones como la Asociación de Mujeres Afganas en España o NetWomening señalan que el sistema de acogida e inclusión en España les está fallando, y reclaman que es necesario realizar una evaluación sobre cómo se lleva a cabo dicha inclusión.
Las organizaciones destacan que este sistema no tenga en cuenta las particularidades a las que se pueden enfrentar determinados colectivos, como la dificultad para aprender el idioma en tiempo récord, la imposibilidad para homologar sus títulos por la dificultad o imposibilidad de conseguir documentos oficiales, la escasez de intérpretes, y la inexistencia de recursos especializados de atención psicológica para personas que tienen que superar el trauma vivido. Las mujeres afganas lamentan que no exista un canal de interlocución directa con las autoridades competentes, en este caso el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Las organizaciones de mujeres afganas y las propias afectadas quieren ser parte de un proceso que permita evaluar su inclusión en la sociedad española y aportar en qué medida se les puede apoyar de manera eficaz.
Para Amnistía Internacional, “es necesario que el Gobierno español reconozca que sigue siendo un reto que el sistema de acogida para las personas refugiadas y solicitantes de asilo funcione adecuadamente. Se requiere un compromiso de reforma amplia, para que las mujeres afganas puedan tener una atención y una acogida adecuadas para rehacer sus vidas en España, más en un momento en el que la Unión Europea está empezando a cerrarles las puertas”, señalo Beatriz Martos.
Peticiones de Amnistía Internacional
Pedimos a la comunidad internacional que:
- Siga haciendo esfuerzos para que la situación de las mujeres y niñas en Afganistán no desaparezca de la agenda pública y política, se impulsen medidas que contribuyan a revertirla, teniendo en cuenta la participación de las mujeres afganas en los procesos de toma de decisiones sobre su futuro y el futuro de su país.
- Reconozca el “apartheid de género” como crimen del derecho internacional, y se impulse un mandato para su investigación y enjuiciamiento.
- Siga proporcionando protección internacional a todas las personas que huyen de la discriminación y la opresión sistemáticas en Afganistán.
Al Gobierno español que:
- Garantice que se da cumplimiento al artículo 38 de la Ley de Asilo facilitando un mecanismo para que las personas puedan solicitar protección internacional, incluso cuando no han podido entrar en el territorio español.
8M en las calles
Con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, Amnistía Internacional quiere recordar la terrible situación que viven día a día las mujeres y niñas afganas, y que no nos olvidemos de ellas. Por eso, este día, activistas de Amnistía Internacional salen a la calle en al menos 20 ciudades españolas como Albacete, Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, León, Vigo, Valladolid, Santa Cruz de Tenerife, Santander, entre otras, con el lema: “Ellas son la revolución”.