WeWork se desploma en Bolsa ante los preparativos para declararse en bancarrota

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La empresa de alquiler de espacio para oficinas ha perdido más del 99% de su valor desde su estreno en el mercado

El País.- WeWork parecía dispuesta a revolucionar el mercado de las oficinas. Con sus espacios de trabajo flexible aportaba un nuevo concepto con el tinte de la economía colaborativa. Llegó a estar valorada en 47.000 millones de dólares pese a sus pérdidas recurrentes. Su modelo no llegó a cuajar y los accionistas echaron a su carismático y heterodoxo cofundador Adam Neumann en 2019 para tratar de enderezar el negocio tras el fracaso de su primer intento de salir a Bolsa. Entonces llegó la pandemia y se impuso el teletrabajo. WeWork no logró levantar cabeza y planea declararse en bancarrota la semana próxima, según ha publicado The Wall Street Journal. Aunque la compañía lo califica de especulación, sus acciones se han desplomado en la apertura de Wall Street.

La compañía fue incapaz de cumplir el pasado 2 de octubre con el pago de los intereses de una serie de emisiones de deuda. Empezó conversaciones para vender activos, renegociar contratos de arrendamiento y tratar de sanear su balance. Este martes, la compañía comunicó a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos, la SEC, que vencido el periodo de gracia de 30 días, las negociaciones siguen su curso y que ha pactado una nueva moratoria adicional de siete días. Ese tiempo, según el diario financiero neoyorquino, le servirá para preparar la declaración de bancarrota.

Las acciones de WeWork se han desplomado en la apertura de Wall Street. Han abierto con una caída del 44%, a 1,28 dólares por título y antes de una hora perdía más de la mitad de su valor. La compañía salió a Bolsa por la puerta de atrás en 2021 a través de su fusión con una Spac, una sociedad creada específicamente para acometer una operación corporativa. Desde entonces, sin embargo, la cotización se ha desplomado un 99,7%, dejando el valor de la empresa en solo 60 millones de dólares (unos 57 millones de euros). El grupo japonés Softbank, que apostó por la compañía como inversor de referencia, ha sufrido pérdidas multimillonarias.

WeWork tuvo pérdidas de 3.129 millones de dólares en 2020; de 4.439 millones en 2021 y de 2.034 millones en 2022, según sus informes anuales. Esos 9.600 millones de dólares en tres años (unos 9.100 millones al tipo de cambio actual) superan lo que la compañía ha ingresado en esos mismos ejercicios. En el primer semestre de este año, había logrado reducir las pérdidas hasta 613 millones de dólares, un 39% menos que en el mismo periodo de 2022, pero las deudas superan al valor de los activos y la compañía ha consumido la caja disponible a un ritmo insostenible. A 30 de junio, tiene un patrimonio negativo de 3.718 millones de dólares, según su último informe trimestral. Está en quiebra técnica y el negocio sigue sin funcionar.

WeWork aún contaba a cierre del primer semestre con 777 inmuebles para alquiler de espacios de oficinas repartidos por 39 países. De ellos, 229 están en Estados Unidos.

Mientras, Adam Neumann pretende ahora revolucionar el mercado del alquiler de pisos y apartamentos en Estados Unidos con una nueva empresa, Flow, que ha recibido un multimillonario respaldo de Marc Andreessen, uno de los inversores más importantes de Silicon Valley, quien financió Facebook y Airbnb en sus etapas más tempranas. Su firma, Andreessen Horowitz, ha apostado con una inversión de 350 millones de dólares en la nueva compañía del excéntrico ejecutivo.

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