Mujeres de Gaza usan pastillas para retrasar su menstruación en la guerra: Sin agua ni derechos
Sopitas.- Un reportaje de Aljazeera le está mostrando al mundo una de las muchas consecuencias de la guerra de Israel en Gaza, que impacta directamente en niñas, adolescentes y mujeres adultas: la escasez de agua y productos de gestión menstrual, que las obligan a buscar pastillas para retrasar su menstruación.
Después de los atentados del 7 de octubre de este 2023 a manos de Hamás en Israel y la respuesta del ejército israelí, Gaza fue puesta de nueva cuenta bajo un asedio militar extremo.
De por sí la situación en la Franja de Gaza ha sido adversa para su población, con este nuevo capítulo del conflicto histórico entre Israel y Palestina, los derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres se han visto gravemente perjudicados.
Entre ellos el derecho al acceso al agua, a una vida libre sin violencia y a una menstruación digna.
Mujeres de Gaza usan pastillas para retrasar su menstruación en la guerra
Al Jazeera nos cuenta que decenas de mujeres palestinas han decidido tomar pastillas para retrasar su menstruación a causa de la situación de emergencia que viven en Gaza —zona que está sitiada, que enfrenta la escasez de agua, productos de gestión menstrual y más; como resultado del bloqueo impuesto por Israel.
Y pese a los riesgos que implica tomar estas pastillas —que usualmente son recetadas para el control del sangrado menstrual intenso, la endometriosis o periodos dolorosos—, las mujeres de Gaza ven en la noretisterona un recurso para poder sobrevivir en la guerra.
De entre los efectos secundarios de estas pastillas para retrasar la menstruación están el sangrado vaginal irregular, náuseas, cambios en el ciclo menstrual, mareos o cambios de humor.
A eso, hay que sumar los impactos psicológicos y físicos de la misma guerra en las mujeres.
De los 15 a 41 años: adolescentes y mujeres de Gaza sin acceso al agua durante la menstruación
Los periodistas de Al Jazeera Linah Alsaafin y Ruwaida Amer recopilaron los testimonios de varias mujeres, de distintas edades, en su mayoría mamás que incluso buscan las pastillas para que sus hijas adolescentes retrasen su menstruación.
Y tengan, por así decirlo, un “pendiente menos” con el que lidiar —ya que resulta imposible tener su periodo ante el nulo acceso al agua o la falta de productos como toallas sanitarias y tampones.
A esta consecuencia se suma otra: los impactos psicológicos y físicos de la guerra, como insomnio o tensión extrema; ya que muchas mujeres tienen que cuidar de su familia, además de ellas como personas, en su individualidad.
Esta es otra de las consecuencias de la guerra de Israel en Gaza y de cualquier otro conflicto que no suele ser visibilizada, pero sucede y es preocupante.