El presidente dijo que enviará un decreto antes del 20 de noviembre para que las vías de ferrocarril se usen también para el transporte de pasajeros.
Expansión.- El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno prepara un decreto para que las vías ferroviarias que operan empresas privadas con carga puedan ser utilizadas también para transportar pasajeros, algo que no tienen permitido las compañías en sus títulos de concesión, otorgados hace más de 25 años.
“Yo quiero que para el 20 de noviembre se dé a conocer un decreto por el cual vamos a tomar la decisión de que todas las vías de los ferrocarriles de México, de carga, puedan utilizarse también para trenes de pasajeros”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.
Sostuvo que su gobierno dará preferencia a las empresas que ya tienen las concesiones de trenes para carga, concentradas en su mayoría en Ferromex-Ferrosur (Grupo México Transportes) y en CPKC de México, para que presenten un proyecto que contemple el transporte de pasajeros, tomando en cuenta la reparación, modernización y electrificación de las vías férreas.
“Va a entregarse a ellos la posibilidad, primero, de que se comprometan a poner trenes de pasajeros. Si en un tiempo razonable ellos deciden que no van a participar en otorgar el servicio de trenes de pasajeros y van a seguir con el servicio de carga, nosotros vamos entonces a tomar la decisión de que el Estado mexicano inicie un programa para la adquisición de trenes de pasajeros y se utilicen las mismas vías para que vuelva el servicio de trenes a México”, enfatizó el mandatario en su conferencia matutina.
Para Sergio González, presidente de Calidad Mexicana en Desarrollo Ferroviario, el anuncio de parte del gobierno “ya se veía venir” derivado de la necesidad de un transporte masivo de pasajeros en el país, por lo que el Estado tiene la facultad de exigir este servicio. No obstante, en la parte operativa será complicado de ejecutar.
“Muy difícil, en verdad, para los prestadores de servicios de transporte ferroviario de carga incorporar esa parte de pasaje, pero no es algo que no se pueda hacer. Sí hay capacidad como para que puedan moverse carga y pasajeros. Ahora, tienen que invertir más en la parte de seguridad, en la parte de infraestructura para adaptar los trenes de pasajeros a las vías, a la actual infraestructura que se tiene. Se puede hacer, ¿va a ser difícil? Sí”, aseguró.
Aunque por el momento la industria ferroviaria en el país no se ha pronunciado al respecto, el especialista espera que haya resistencia por parte de las empresas que tienen concesionadas las vías para mover carga. “Seguramente no les va a gustar la idea, eso está muy claro, pero tampoco creo que se dé la parte de la administración de pasajeros al Estado. A lo mejor esa va a ser la última opción que tiene el gobierno, lo tendrían que buscar los mismos concesionarios del sistema ferroviario para que se dé en las mejores condiciones que ellos necesitan, ellos tienen el control operativo de sus vías”, dijo.
Avances en un primer proyecto
La idea del presidente López Obrador no es nueva, ni tampoco sus acercamientos con la industria. El 30 de junio de este año, a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), el gobierno firmó con CPKC de México un convenio de concertación de acciones a efecto de elaborar un estudio de factibilidad para el diseño y planeación de un servicio de transporte ferroviario masivo de pasajeros entre Ciudad de México y Querétaro, un proyecto de la administración de Enrique Peña Nieto.
Para el estudio, según el documento, se identificará y evaluará el impacto a la operación ferroviaria, el impacto social, los beneficios económicos y los costos del proyecto, buscando que no afecte la la continuidad y eficiencia tanto de los servicios de transporte ferroviario de carga como los que se proyecten a futuro, y que no obstaculicen la conexión de las vías del concesionario CPKC de México con sus clientes, así como los cruces a nivel del tren de pasajeros. Adicionalmente, el estudio busca la forma de coexistir de ambos trenes, pasaje y carga, en este tramo CDMX-Querétaro.
Dicho estudio, que no elabora CPKC de México, sino que realizará un tercero y cuyos resultados están en proceso, tendrá que contemplar la evaluación de aspectos como la seguridad operativa de ambos tipos de trenes y la posible demanda de pasajeros; la capacidad de los trenes de pasajeros considerando frecuencias de servicio; determinar la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad, el servicio ininterrumpido y la proyección de demanda tanto de pasajeros como de carga, así como la evaluación de la infraestructura actual disponible.
Asimismo, la empresa adjudicataria del proyecto tendrá que analizar el servicio, los costos y financiamiento incluyendo la compra o arrendamiento del equipo ferroviario; el impacto social y ambiental, las regulaciones y permisos y la estrategia de instrumentación, entre otros aspectos. Todo esto, sin que los resultados del estudio sean vinculantes para ninguna de las partes.
Reto operativo
Desde la perspectiva de Sergio González, operativamente las ferroviarias tendrían que trabajar bajo un sistema de ventanas de tiempo, en las que puedan convivir tanto trenes de carga como de pasajeros, con una programación disciplinada que permita un traslado seguro para ambos segmentos. Sin embargo, también espera que haya algún tipo de impugnación por parte de las concesionarias.
“Ellos están en todo su derecho de impugnar cualquier adición a lo que ya tienen firmado. Pero también hay este compromiso con la sociedad de mejorar los sistemas ferroviarios, hacerlos más productivos, toda la infraestructura internacional, más de 26,000 kilómetros de vías, pues bueno, puede ayudar al país. Ellos van a poder impugnar y seguramente lo harán, pero tiene que haber cordura en ambas partes y debe de haber un punto donde encuentren la solución para poder correr esos trenes de pasajeros”, aseguró.
Lo anterior porque estas empresas tendrían que realizar cuantiosas inversiones en infraestructura, no sólo en las adecuaciones de las vías, sino en la compra de vagones y acondicionamiento de terminales. “Definitivamente es muy caro y el gobierno tendrá que apalancar parte de esa inversión. Creo que por ese solo tema, cualquier empresa de las concesionarias actuales van a impugnar. No es rentable”, acotó.
Respecto de la parte legal, Luis Rodríguez Alemán, abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, resaltó que algunas concesiones establecen la facultad del Estado para otorgar una concesión a terceros para el transporte público de pasajeros, como lo indicó el presidente López Obrador. “Hay concesiones que expresamente establecen que el Estado se reserva ese derecho y en cualquier momento que lo decida pueda esa vía concesionarla a un tercero para el transporte de pasajeros y respetando la exclusividad de la concesión actual para la carga”, dijo, pero añadió que habrá que analizar el decreto.
“A reserva de leer el contenido del decreto, yo creo que de manera unilateral no puede modificar el contenido de la concesión porque estaría modificando cuestiones de derecho previas a la emisión y eso pudiera considerarse como una aplicación retroactiva de una determinación de caracter general emitida por el Ejecutivo que se encuentra impedida por la Constitución, que establece que esas medidas administrativas no pueden operar de manera retroactiva salvo el consentimiento de las partes”, enfatizó.
No obstante, dijo que si las concesionarias se encuentran interesadas en participar en la licitación del transporte de pasajeros, pueden solicitar a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) esas modificaciones a sus títulos de concesión que hasta ahora les impide mover pasajeros.
Aunque Alstom, la empresa de origen francesa que fabrica trenes para el Tren Maya no fijó postura ante el anuncio del titular del Ejecutivo, CAF México indicó que “estamos interesados en participar en los proyectos que mejoren la movilidad de las personas y se cuide al medio ambiente en México”, de acuerdo con Maximiliano Zurita, su director general, quien aseguró que, a través de Ferrocarriles Suburbanos, la firma ofrece a los habitantes de Ciudad de México y el Estado de México un servicio de trenes de pasajeros de alta calidad y con tecnología de punta.
“Hemos sido testigos del impacto positivo que ha tenido el Tren Suburbano al mejorar la vida de miles de viajeros por ser una opción de transporte rápido, seguro y confiable. Esta experiencia exitosa es el resultado de una visión compartida entre el gobierno y nuestra empresa. Además, desde nuestra planta ubicada en Huehuetoca, Estado de México, a través de tecnología y talento mexicano, fabricamos trenes 100% hechos en México, tanto para el mercado nacional como para exportación, como los trenes para la línea 1 del Metro de la Ciudad de México, trenes para Manila, Filipinas y actualmente, para Auckland en Nueva Zelanda”, agregó.
En esta planta, CAF ha invertido más de 13,000 millones de pesos, lo que, según Zurita, la hace uno de los fabricantes de trenes que mayores inversiones ha realizado en México en los últimos 29 años. “Reiteramos nuestra intención de colaborar con empresas, asociaciones y el gobierno con el fin de proporcionar soluciones de movilidad que contribuyan al crecimiento y desarrollo de nuestro país y el cuidado del entorno”, aseguró.