Previo a esta postura, un colectivo había pedido a la Cámara Alta rechazar la decisión del magistrado
Infobae.- Este martes 14 de noviembre, la Comisión de Justicia del Senado aprobó la renuncia de Arturo Zaldívar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual se dio en medio de reclamos, especialmente por los miembros de la oposición, quienes no aceptaron la postura tomada por el antes mencionado la semana anterior.
En ese sentido, llamó la atención la postura de la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero quien remarcó que la carta magna es enfática respecto a que la renuncia de los ministros se dará únicamente por “causas graves”, lo que al parecer podría impedir la renuncia de Zaldívar; incluso, la legisladora, quien funge como presidenta de la Comisión encargada de analizar la renuncia, también recordó que se cuenta con un catálogo respecto a cuáles son los causales para poder presentar una renuncia.
“Conforme al texto constitucional podemos colegir que no se puede obligar a un individuo para que permanezca en un cargo público aun en contra de su voluntad, en virtud de que al obligar en que se mantenga en el cargo, se propiciaría un ambiente en el que se vería seriamente afectados los principios de disciplina, legalidad, objetividad, profesionalidad, honradez, lealtad. integridad, rendición de cuentas, eficacia que rigen al servicio público”, remarcó.
“Tan fácil que era para él decir que había caído en parcialidad, que había perdido la confianza en sus razonamientos jurídicos, que está carente en sus decisiones, que tuvo un detrimento en su autonomía, que carece de confianza por sesgos políticos y que le impiden continuar como el cargo de ministro”, fue la postura del senador Noé Castañón quien forma parte de la bancada de Movimiento Ciudadano.
Piden al Senado rechazar la renuncia
Horas antes de que el Comité del Senado analizara la renuncia de Arturo Zaldívar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el colectivo denominado La justicia que queremos, se pronunció porque tal acción fuera vetada valiéndose de la misma postura de los senadores de la oposición quienes remarcaron que no existía causal grave para que se separara del cargo tras 14 años de fungir como ministro.
“Por su importancia para nuestra democracia, el cargo de ministro/a no está a disposición de quien lo ejerce y, por lo tanto, las causas graves de renuncia no pueden ser subjetivas ni estar vinculadas a los intereses particulares de quien pretende renunciar. Este cargo de la más alta investidura tiene una dimensión democrática y social, y por ello su renuncia está sujeta límites y al control del Ejecutivo y del Senado”, dijo el colectivo.