Heraldo.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que sólo con el método democrático y que el pueblo elija a jueces, ministros y magistrados es como se podrá garantizar justicia en el país.
Durante la mañanera, el primer mandatario reiteró que actualmente el Poder Judicial de la Federación está secuestrado y al servicio de una minoría rapaz, ya que con sus decisiones únicamente benefician a la oligarquía y perjudican al pueblo de México.
“Están al servicio de la delincuencia organizada y de la delincuencia de cuello blanco”.
El titular del Ejecutivo Federal afirmó que sólo si el pueblo elije a jueces y abogados íntegros e incorruptibles, con vocación de justicia, para conformar al sistema judicial se podrá avanzar en este terreno.
El presiente López Obrador sostuvo que todas las decisiones se deben de tomar con la opinión del pueblo de México.
“Vamos a elegir a los jueces, que el pueblo decida. El pueblo tiene un instinto certero, sabe quién es recto y quién no; sabe quién es honesto y quién no; sabe quién le tiene amor al pueblo y quién no”.
Por su parte, la secretaria de Gobernación (Segob), Luisa María Alcalde Luján, destacó que la reforma al Poder Judicial busca responder al reclamo del pueblo de México de contar con una institución que imparta justicia, que sea independiente, que esté legitimada, pero, sobre todo, que resuelva sus problemáticas con independencia, ajeno a intereses privados, que tenga la sensibilidad de conocer cuáles son las problemáticas que está viviendo la ciudadanía.
“Que abone a combatir la impunidad y también un órgano que pueda ser vigilado como cualquier servidor público”.
Los objetivos de la Reforma son la integración de una nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que pueda ser más eficiente, austera y transparente.
“La elección popular de ministros, magistrados y jueces, es decir, que cuenten con una legitimidad democrática a partir del voto popular”.
Alcalde Luján aseguró que la integración de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, de acuerdo a la reforma, establece reducir el número de ministras y de ministros de once a nueve; también se reduce el periodo de su encargo de 15 a 12 años y se desaparecen las dos salas del máximo tribunal.
“La idea es desaparecer estas salas que son muy opacas en la resolución de sus conflictos y que solamente se sesione en el pleno (de la SCJN), a través de sesiones que deberán ser públicas, transparentes y todos tener la posibilidad de conocer qué están determinando y decidiendo los ministros”.
