Cómo China está dominando el mercado de vehículos eléctricos con precios bajos

0
417

BYD, JAC, Geely y Chery han irrumpido en el mercado mexicano con vehículos electrificados a precios competitivos. ¿Su secreto? Controlan toda la cadena de producción.
Expansión.- China se ha convertido en la fábrica de vehículos eléctricos del mundo. Los fabricantes locales no solo dominan su vasto mercado interno –que con 30 millones de vehículos vendidos en 2023 se consolidó como el más grande del mundo–, sino que también los exportan en cantidades cada vez mayores. De hecho, el año pasado China superó a Japón como el mayor exportador de vehículos, con unas 5.2 millones de unidades enviadas al exterior.

Curiosamente, un buen porcentaje de estas exportaciones correspondió a vehículos electrificados, con BYD, Chery –dueño de Chirey y Omoda– y Geely a la cabeza. Tesla, que exportó 344,078 vehículos eléctricos fabricados en China, también contribuyó al auge de las exportaciones de este tipo de modelos.

Esta supremacía que ha alcanzado China como fabricante de vehículos eléctricos no solo se fundamenta en los menores costos de producción y la tecnología avanzada de los vehículos chinos, con pantallas, asistentes de voz, sistemas de seguridad activa y hasta karaoke integrados, sino también en lel dominio de la cadena de suministro, dificultando que los fabricantes de otras regiones puedan cerrar la brecha competitiva.

Las marcas chinas locales ahora representan aproximadamente la mitad de todos los vehículos eléctricos vendidos a nivel mundial. Han logrado arrebatar cuota de mercado doméstico a líderes anteriores, como Volkswagen, mientras que BYD, líder dentro de China, superó en ventas a Tesla en el cuarto trimestre de 2023, consolidándose como la mayor empresa de vehículos eléctricos del mundo.

Con una oferta que incluye 90 marcas distintas y vehículos eléctricos disponibles desde los 5,000 dólares (alrededor de 85,000 pesos), el mercado de modelos de baterías en China se ha convertido en el más competitivo, en contraste con el promedio de 56,000 euros (un millón de pesos) en Europa.

En México, marcas como JAC y BYD han irrumpido en el mercado de vehículos eléctricos, ofreciendo modelos por debajo de los 450,000 pesos. BYD, por ejemplo, presentó la semana pasada su modelo Dolphin Mini a un precio de 358,800 pesos, mientras que JAC rebajó el precio de su E10X a 357,000 pesos.

La consultora UBS proyecta que la competitividad que ha logrado China en el mercado de los vehículos eléctricos –y también en los de gasolina–resultará en un aumento de su participación en la venta de automóviles a nivel mundial, alcanzando un 33% para 2030. Mientras tanto, se espera que los fabricantes de automóviles tradicionales occidentales experimenten una disminución en su participación, cayendo al 58% desde el 81% que tenían en 2023.

Todo es parte de un plan

La supremacía que tiene China en el mercado de los vehículos eléctricos no es casualidad, sino que es el resultado de un plan bien diseñado hace una década. Leo Chen, vicepresidente de Neta Auto Internacional, recuerda que fue un oficial del gobierno chino, quien delineó una estrategia ambiciosa que priorizaba la inversión en vehículos eléctricos sobre los de combustión. “Hace 10 años, se gestó un proyecto para impulsar la industria de los vehículos eléctricos”, enfatizó Chen.

Desde entonces, China ha destinado inversiones millonarias en el desarrollo de la tecnología. BYD, por ejemplo, tiene un ejército de 90,000 ingenieros que generan alrededor de 20 patentes diarias. En tres días, el fabricante chino genera las mismas patentes que la UNAM o el IPN registran ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial en un año.

Aunque los fabricantes occidentales han tratado de reducir los costos de producción de los vehículos eléctricos, sus contrapartes chinos encontraron la fórmula para lograr una estructura de costos competitiva. Los analistas de UBS estimaron que en 2023, BYD tenía una ventaja de costos del 25% sobre las marcas de Norteamérica y Europa.

Según Isidoro Massri, director de JAC México, una de las claves del éxito de los fabricantes chinos radica en su capacidad para mantener bajos costos de producción gracias al volumen masivo. Durante una visita a una de estas instalaciones, Massri observó que el acceso humano estaba restringido en gran medida en las áreas de ensamblaje, donde la mayoría de las tareas son realizadas por robots eficientes. “Esos robots solo son rentables y eficientes si tienes volumen, y con volumen me refiero a un millón de unidades producidas al año (frente a las 250,000 unidades de una planta promedio)”, señaló Massri.

Además, la capacidad de producir internamente tanto insumos críticos –en 2022 China contabilizó el 70% de la producción mundial de tierras raras, un componente central para la producción de baterías- hasta los componentes clave representa un ahorro significativo en los costos de producción para los fabricantes chinos.

“La capacidad de integración vertical de BYD es una de nuestras fortalezas clave”, afirmó Jorge Vallejo, director general de BYD en México. “Producimos nuestras propias baterías y somos la primera y única compañía en el mundo en ofrecer soluciones de vehículos para todos los segmentos del mercado, desde el consumidor hasta los autobuses interurbanos”, añadió Vallejo.

Aproximadamente el 78% de los componentes del modelo Seal, por ejemplo, son fabricados internamente por la división de componentes de BYD. Según Stella Li, vicepresidenta de BYD global, esto contribuye a que el precio sea más bajo que el del modelo equivalente de Tesla, con un ahorro de costos del 15%.

Si no puedes con el enemigo…

A medida que la demanda de vehículos eléctricos continúa creciendo y la competencia se intensifica, los fabricantes convencionales se enfrentan a la presión de adaptarse a este nuevo paradigma de fabricación y a buscar alternativas para ofrecer precios más competitivos si desean mantenerse relevantes en el mercado de vehículos eléctricos asequibles.

Cada vez más compañías están optando por trasladar parte o la totalidad de su producción de vehículos eléctricos a China, aprovechando la infraestructura y la experiencia local en la fabricación de este tipo de vehículos.

Un ejemplo de esta tendencia es el caso de Renault y su modelo Kwid E-Tech. La marca francesa ha establecido una asociación estratégica con Dongfeng en China, donde se fabrica este modelo en una planta conjunta. Gracias a esta colaboración, Renault ha logrado ofrecer el Kwid E-Tech a un precio por debajo de los 450,000 pesos, lo que lo hace más accesible para los consumidores en el mercado de vehículos eléctricos de bajo costo.

Otro fabricante que ha migrado parte de su producción a China es BMW, quien tras formar una empresa conjunta con el gigante chino Great Wall, ha trasladado la producción de su modelo MINI Eléctrico al país asiático. Esta asociación estratégica permitirá a ambas compañías aprovechar la experiencia y la infraestructura local para fabricar vehículos eléctricos de manera más eficiente. La nueva fábrica conjunta tendrá una capacidad de producción de 160,000 coches al año, tanto para la marca MINI como para Great Wall.

Por su parte, Mercedes-Benz también ha reconocido el potencial del mercado chino y ha establecido un joint venture con Geely en 2020. Esta asociación se centrará en la fabricación de la nueva generación de modelos eléctricos de la firma Smart, con el objetivo de comercializarlos a nivel mundial. De igual forma Geely fabrica el modelo eléctrico de Volvo EX30 en una planta ubicada en China.

Aunque Estados Unidos, Noruega y otros países escandinavos fueron los primeros en adoptar los vehículos eléctricos, y Alemania y Japón son potencias automotrices desde hace mucho tiempo, China ha encontrado la fórmula para poder producir vehículos eléctricos de forma masiva y a precios competitivos.

Compartir en:

Leave a reply