Ciudad de México. La “devastación económica” que dejó la pandemia de Covid-19 ha llevado a la pobreza a 17 millones de personas en América Latina y el Caribe, de acuerdo con estimaciones presentadas hoy por Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Expuso que el empleo permanece por debajo de los niveles previos a la crisis “y es probable que la desigualdad haya aumentado en la mayoría de los países”. A ello se suma la emergencia sanitaria, 18 millones de personas han sido infectadas y la cifra de muertos asciende a medio millón.
“La incapacidad para contener las nuevas infecciones, la imposición de nuevos confinamientos y el consiguiente cambio de comportamiento de la gente supondrán, en suma, un lastre para el crecimiento. Una recuperación más débil en los mercados laborales infligiría un daño social más permanente”, recalcó Werner.
De acuerdo con los estimados actualizados el 26 de enero pasado, la economía de América Latina y el Caribe habrá caído 7.4 por ciento el año pasado y tendría una recuperación de 4.1 por ciento en 2021.
Sin embargo, se prevé que el producto de la región retornará a los niveles previos a la pandemia apenas en 2023, y el producto interno bruto (PIB) per cápita lo hará en 2025, “es decir, más tarde que otras regiones del mundo”, enmarcó el economista.
“La crisis ha repercutido desproporcionadamente en el empleo, y las pérdidas se han concentrado sobre todo en las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales y menos cualificados, y los indicadores sociales están dando cuenta de ello”, abundó.
Recalcó que, si bien, las economías de América Latina y el Caribe comenzaron a revertir “la devastación económica inicial que dejó la Covid-19 a comienzos de 2020”, el aumento de contagios, hospitalizaciones y saturación del sistema de salud amenazan con “frustrar una recuperación que ya es desigual y con agravar los enormes costos sociales y humanos”.
También está el riesgo de que se cierre o recrudezca el acceso de estas economías a los mercados internacionales, lo que será una presión más para estas economías que arrastran vulnerabilidades fiscales y externas, dijo.
Por ahora, la mayor parte de la recuperación está en la eficacia de las campañas de vacunación y contención de la pandemia. Werner declaró que la prioridad de los países debería ser garantizar una dotación adecuada de recursos para los sistemas sanitarios, incluidas la vacunación y las pruebas.
Como segunda prioridad se debe seguir apoyando a los sectores vulnerables más afectados por la pandemia; además de que no se deben retirar demasiado apoyo fiscal demasiado porque la recuperación hasta ahora es incierta.
De acuerdo con datos del FMI, América Latina y el Caribe ha recibido más de 66 mil millones de dólares en préstamos, incluidas líneas de crédito contingentes. Ese financiamiento a 21 países, representa más de dos tercios del apoyo de liquidez de emergencia prestado por el organismo a escala mundial. Aún así, es la región con perspectivas de tener la crisis más larga.