Propuestas de candidatos a la CDMX en materia de vivienda, ¿viables?

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El gran problema de las promesas de campaña es que no exploran nuevos modelos de dotación de vivienda, afirma Beatriz García-Peralta, investigadora de la UNAM.

Expansión.- El acceso a la vivienda en la Ciudad de México ha sido un tema de preocupación constante, especialmente para las generaciones jóvenes que enfrentan dificultades para adquirir un inmueble cerca de sus lugares de trabajo y actividades diarias. En medio de este contexto, los candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México han presentado propuestas en materia de vivienda, aunque estas aún carecen de fundamentos sólidos y estrategias claras de implementación.

Según Beatriz García-Peralta, especialista en arquitectura, urbanismo y vivienda en la Ciudad de México e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las propuestas de Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski hasta ahora se han quedado en meras promesas de campaña, sin abordar de manera efectiva los problemas estructurales que enfrenta el sector.

Clara Brugada

En materia de vivienda, la candidata de Sigamos Haciendo Historia propone vigilar la no repetición de prácticas fraudulentas y corruptas del cártel inmobiliario, aumentar progresivamente el presupuesto de vivienda, brindar vivienda pública y asequible, regularizar, escriturar y dar certeza jurídica de propiedad de los inmuebles, reforzar el Programa de Mejoramiento de vivienda y hacer 200,000 acciones al finalizar el sexenio.

Santiago Taboada

El candidato de la coalición Va por la Ciudad de México propuso a inicios de marzo su programa Vivienda joven para que los menores de 35 años puedan obtener subsidios para compra y renta de vivienda en la Ciudad de México, conectada a servicios y transporte. También prometió modernizar el Registro Público de Propiedad y brindar certeza jurídica.

Salomón Chertorivski

Sus propuestas en materia de vivienda incluyen la construcción de 40,000 viviendas económicas al año cerca de los principales centros laborales para también mejorar la movilidad en la capital del país. El candidato de Movimiento Ciudadano ejemplificó con la colonia Doctores que se puede detonar la construcción vertical para dotar de inmuebles a precios bajos.

Sin embargo, según García-Peralta, la viabilidad de estas propuestas radica en su implementación efectiva, aún no resuelta. Además, destaca la necesidad de explorar mecanismos alternativos de provisión de vivienda que vayan más allá de la construcción de nuevas unidades habitacionales.

García Peralta explica que existen mecanismos que pueden permitir, primero, ocupar la vivienda deshabitada en la Ciudad de México y, segundo, aprovechar las reservas territoriales para edificar de manera ordenada.

Soluciones distintas para los mismos problemas

Los problemas de acceso a la vivienda en la Ciudad de México se remontan a décadas atrás, de acuerdo con García Peralta. La experta comenta que la creación de programas como la Alianza para el Progreso fueron detonantes de la situación actual, ya que su enfoque en la propiedad privada como elemento clave llevó al surgimiento de programas de vivienda social en compra.

Este enfoque es distinto al que se ha manejado en otras partes del mundo, en el que la vivienda social se centra en el alquiler.

La experta destaca la experiencia internacional al señalar que países como Austria y Alemania han logrado mantener un mercado de vivienda social regulado por el Estado, lo que ha contribuido a garantizar la accesibilidad y la estabilidad en el sector.

Menciona el caso de Viena, donde 62% de las viviendas son de economía social, demostrando que es posible generar una oferta suficiente que evite la exclusión de sectores de la sociedad.

Esto, conjugado con la falta de evaluación sistemática de programas y políticas, así como la corrupción y la mala gestión que continúa plagando el sector, han exacerbado la crisis de vivienda en la Ciudad de México.

Sin embargo, en medio de estos desafíos, también se presentan oportunidades para el cambio. Destaca la importancia de aprender de proyectos históricos innovadores, como las cooperativas obreras en México, que ofrecen un modelo para abordar los desafíos actuales en materia de vivienda, con un enfoque en el beneficio social y la inclusión de todos los sectores de la sociedad.

Aunque su implementación sería compleja, debido al impacto que puede tener la decisión en la comunidad, “el problema un poco es cambiar el chip. Pero se tiene que instrumentalizar y también brindar alquiler social y que lo administren las personas para que no haya desconfianza en los funcionarios”, dice la investigadora en políticas de vivienda.

Para lograrlo, la experta propone involucrar a diversos actores, incluidos los fondos de pensiones y las empresas constructoras, en el financiamiento y desarrollo de proyectos cooperativos.

Esta colaboración intersectorial podría contribuir a hacer frente a los desafíos financieros y logísticos que enfrentan las iniciativas de vivienda cooperativa en México.

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