¿Por qué las economías del sur de Europa crecen más que las del norte?

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España, Portugal, Grecia e Italia registran un importante repunte económico después de la pandemia de covid-19, mientras Alemania y Países Bajos se estancan.

Expansión.- Las cuatro principales economías del sur de Europa —España, Portugal, Grecia e Italia— eran el ejemplo de lo que podía salir mal en la Unión Europea. Después de la crisis económica de 2008, estos países, en especial Grecia, vivieron crisis económicas de las que tuvieron que salir gracias a la ayuda del bloque.

Pero su desempeño económico tras la pandemia de covid-19 ha sido muy superior al de economías del norte del continente, como Alemania y Países Bajos, que anteriormente eran el motor del crecimiento económico europeo.

Estas economías en su conjunto han superado en 5% a la economía de Alemania, de acuerdo con un análisis de Capital Economics para el Financial Times.

“Los países del sur de Europa, que fueron epicentro de la crisis financiera y económica de 2008 y que alcanzó su clímax en Europa en 2012, están mostrando un crecimiento más sólido, más alto que Alemania y otros estados tradicionalmente fuertes de la Unión Europea. Este cambio está mejorando la salud económica general de la Eurozona y evitando un declive aún más profundo”, dice José Joel Peña Llanes, profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, en entrevista con Expansión.

El PIB de la UE creció apenas 0.2% en 2023. El PIB de Alemania cerró ese año con un retroceso de 0.3%. En comparación con los países industrializados como Estados Unidos, cuyo PIB tuvo un avance de 3.1%, las cosas no lucen bien para la región.

El relativo buen rendimiento de las economías del sur y del continente pudo haber ayudado al Banco Central Europeo a mantener un amplio consenso sobre el momento de los posibles recortes de las tasas de interés, algo que los analistas esperan suceda en junio si las presiones en los precios siguen cayendo.

Estos son algunos de los factores que explican por qué las economías del sur de Europa viven un momento de bonanza, mientras las economías del norte logran con trabajo librarse de una recesión económica.

¿Por qué el sur de Europa está creciendo?

España, Portugal, Grecia e Italia han aprovechado varias oportunidades de la economía después de la pandemia para crecer, por ejemplo un repunte en el turismo después de las restricciones de viaje y las cuarentenas.

Un porcentaje importante de la economía de estos países depende del turismo. En el caso de Grecia, esta actividad es responsable del 16% del PIB.

Estas economías “han logrado sortear la recuperación a través de un crecimiento en la demanda interna, apoyado por las subvenciones del gobierno, primero por la pandemia, por desempleo y después por la inflación”, explica Pedro Luna Tovar, profesor de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana.

Luna Tovar destaca que estas economías también han hecho un buen trabajo para moderar la inflación, Por ejemplo, Portugal llegó a tener una inflación de 8% en 2022, que pasó al 5.7% actual y, de acuerdo con estimaciones, llegará al 3.3% a final de este año.

Peña Llanes, de la UNAM, señala que estas economías, después de los rescates económicos, implementaron reformas que atrajeron mayores inversiones, impulsaron el desarrollo económico y redujeron el desempleo.

“Lo que ha permitido a países como Grecia, España, Portugal e Italia alcanzar ritmos de crecimiento positivos es que han llevado a cabo reformas que fomentan la inversión y la actividad empresarial, flexibilizan los mercados laborales y reducen las deudas públicas”, dice el profesor de la UNAM.

Además, han diversificado su economía central, concentrándose en sectores como el turismo y han recibido un impulso adicional, pero sumamente importante, a través del apoyo financiero de la propia Unión Europea.

“Grecia mantiene un crecimiento económico importante debido a las inversiones de empresas multinacionales y cifras récord en turismo y en inversiones en energías renovables. Portugal también muestra un crecimiento sólido, por la construcción y la hostelería, mientras que la economía italiana se ha recuperado por la implementación de medidas de austeridad y la atracción de inversiones extranjeras en los sectores de tecnología e industria”, indica Peña Llanes.

La economía de España, finalmente, ha crecido gracias a las exportaciones —especialmente de servicios—, el turismo, el crecimiento de los salarios, que favorece el consumo interno, y una importante independencia de la financiación exterior, aunque sigue pendiente una mayor atracción de inversión, señala el académico.

El profesor de la UNAM sugiere no perder de vista a las economías del este de Europa. Países como Croacia, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia también han presentado un crecimiento muy por encima del promedio europeo y pueden ser las grandes sorpresas del continente en los próximos años.

“Esto se debe a que dichos países están invirtiendo en capital humano, fomentando la inversión extranjera directa y presentando costos laborales relativamente bajos”, indica.

¿Por qué la economía de Alemania se ha estancado?

Alemania, la mayor economía de Europa se enfrenta a importantes retos, tanto internos como externos, que están lastrando su economía, la más grande de la Unión Europea y, que por mucho tiempo, fue el motor de crecimiento del bloque.

El mayor problema de la economía alemana es el alza de los precios energéticos provocada por la guerra de Rusia contra Ucrania, iniciada en febrero de 2022, lo que ha obstaculizado su crecimiento debido a que Alemania era un país muy dependiente de la energía rusa.

Además, Alemania había anunciado ya durante el gobierno de Angela Merkel que desconectarías sus centrales nucleares, con lo que su dependencia al gas natural de Rusia se volvió más fuerte.

Cuando comenzaron las sanciones al gas ruso, Alemania debió buscar alternativas para alimentar su aparato industrial el más importante de Europa, que resultaron mucho más caras que el combustible traído desde Rusia. Esto terminó afectando a toda la cadena de suministro.

Por otro lado, las economías del norte de Europa también deben hacer frente a un nuevo competidor en áreas en las que eran líderes, como la manufactura y los electrónicos. Ese rival es China.

“Veo muy difícil la competencia de estos países industrializados con China. Esto podría ser un cambio muy fuerte”, indica.

¿Un crecimiento sostenible?

Ambos académicos coinciden en que las economías del sur de Europa tienen problemas estructurales que son en parte responsable de la debacle que vivieron la década pasada, por lo que alertan sobre las acciones urgentes.

“Portugal, España y Grecia no tienen los mejores indicadores de productividad laboral de la Unión Europea ni de la OCDE”, dice Luna Tovar. Estas economías están obligadas a hacer grandes inversiones en su capital humano, con mejoras en su educación y en sus sistemas de salud.

También necesitan atraer aún más inversiones extranjeras que les permitan acceder a transferencias de tecnología y mejorar también su productividad. Con este fin, las economías del sur de Europa están obligadas a destinar más recursos a la construcción de infraestructura.

Otro problema que deben resolver es su alto nivel de endeudamiento.

España, Portugal, Grecia e Italia “llevan décadas con un mal desempeño del mercado laboral, con altas tasas de desempleo, con un endeudamiento público sobre su Producto Interno Bruto y con una baja intensidad de su sector productivo”, dice Peña Llanes, de la UNAM.

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