En Tulum, Quintana Roo, el Parque del Jaguar se presenta como un proyecto de preservación del jaguar y desarrollo turístico. Sin embargo, la construcción de un hotel de lujo administrado por el Ejército y otras infraestructuras ponen en duda el impacto ambiental y el compromiso con la conservación del felino.
Animal Político.- “Allá está el hotel de Sedena, lo van a inaugurar pronto”, dice una mujer que trabaja en el puesto de vigilancia ubicado frente a las obras de uno de los accesos del Parque del Jaguar, un proyecto destinado a la preservación y conservación de este felino en Tulum, Quintana Roo, donde el Ejército construye uno de los seis hoteles Tren Maya.
Al final de un camino lleno de edificios en construcción donde va tomando forma el esqueleto del museo de la cultura maya, la mujer señala el espacio que está detrás de ella y que corresponde a la zona de amortiguamiento del parque, un espacio de 282 hectáreas que debería de rodear las 1,967 hectáreas de zona núcleo para mitigar posibles impactos. Sin embargo, las dos áreas están a más de 10 kilómetros de distancia y ni siquiera están conectadas.
Dentro del parque Nacional del Jaguar, a 2.6 kilómetros de la zona arqueológica de Tulum, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) edifica el más grande de los seis complejos turísticos que administrará a lo largo de la ruta del ferrocarril.
Se trata de un edificio con 352 habitaciones, un estacionamiento para 392 vehículos, una alberca, piscinas, spa y temazcal, además de bar, tiendas y gimnasio. El render que aparece en la página hotelestrenmaya.mx muestra un complejo de cuatro edificios de concreto conectados por tres grandes palapas.
El Hotel Tren Maya estará conectado con la estación del Tren Maya, que también está en construcción, y con el Aeropuerto Internacional de Tulum, que a la par del hotel es operado por el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GAFSAOMM).
La empresa de propiedad del ejército también administra el Parque del Jaguar.
No se pueden calcular los impactos ambientales del hotel en la zona, pues la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no ha compartido la MIA, pese a que se le solicitó a través de una solicitud de información. La dependencia federal se limitó a responder la petición con el documento de otro de los hoteles del Tren Maya, el de Edzná, Campeche, que fue presentado ante la Semarnat en septiembre de 2023, cuando el edificio ya tenía un avance de 25%.
En un principio, para el Parque del Jaguar se estimó una inversión pública de 1,600 millones de pesos (mdp), pero a finales de febrero de 2024, la gobernadora Mara Lezama (Morena) habló de más de 2 mil mdp. El nuevo proyecto incluirá el Parque Nacional de Tulum y la zona arqueológica, a los que estará conectado a través de un puente.
De acuerdo con el decreto de creación del Parque del Jaguar, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 27 de julio de 2022, en la zona de amortiguamiento se tendrían que desarrollar sólo actividades de “turismo de bajo impacto”, pero además del museo y el hotel de Sedena, se están construyendo oficinas administrativas, un centro de visitantes, una central para autobuses eléctricos y 46 módulos comerciales.
Biólogos y ambientalistas advierten que Parque del Jaguar sólo incentiva el turismo y no la defensa del felino
Algunos biólogos y defensores del medio ambiente afirman que el gobierno sostiene la necesidad de abrir el parque para preservar al felino y “detener el crecimiento urbano desmedido de Tulum”, pero en los hechos se está impulsando un nuevo proyecto al servicio del turismo masivo en un territorio ya saturado.
“Me parece un parque que sirve para la recreación, para el turismo, y del jaguar sólo tiene el nombre”, dice Raúl Padilla Borja del Jaguar Wildlife Center.
“Ojalá que el decreto de creación del área natural protegida funcione para frenar el crecimiento urbano desmedido de Tulum y para conservar su vegetación. Sin embargo, un espacio tan chiquito no sirve para la conservación del jaguar como especie, pues los grandes carnívoros requieren de grandes territorios: necesitan moverse para encontrar una pareja que les permita un intercambio genético, para que el futuro de su especie siga siendo próspero”.
El Parque del Jaguar se está construyendo en una superficie de 2 mil 249 hectáreas a pesar de que, al momento de anunciar su creación en enero de 2022, el gobierno habló de más de 250 mil hectáreas. La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del parque afirma que el proyecto tiene el doble objetivo de proteger el felino y desarrollar el turismo, pero de acuerdo con el presidente del Jaguar Wildlife Center, los dos propósitos no son compatibles.
“No se puede preservar al jaguar en un lugar con tanta actividad humana, con tanto ruido, con instalaciones e inmuebles que fragmentan el espacio y arrinconan al felino”, dice Raúl Padilla Borja.