El G7 llega a un principio de acuerdo para prestar a Ucrania 46.000 millones de euros procedentes de los activos congelados a Rusia

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Otro de los objetivos de esta cita es fijar un discurso común ante la posición de China en sectores industriales clave

El Mundo.- Los países del G7, el grupo de las democracias más industrializadas y reunidos hoy en la ciudad italiana de Bari, han llegado a un principio de acuerdo este jueves para conceder a Ucrania un préstamo de unos 46.000 millones de euros, que se financiará con los intereses creados por los activos congelados a Rusia en castigo por la invasión de Ucrania, según ha confirmado Efe. Esto permitirá dar continuidad al respaldo que los aliados están dando a Kiev en un momento clave.

Una fuente cercana a las negociaciones ha confirmado que las delegaciones del grupo ya han llegado a un pacto, que tiene que recibir el visto bueno de cada uno de los líderes. Los técnicos serán los encargados de “los detalles para materializar” este préstamo, han confirmado también fuentes del Elíseo.

La reunión del G7 ha arrancado este jueves en la ciudad italiana de Bari en un contexto insólito: tras unas elecciones europeas en las que ha crecido la extrema derecha, con el eje francoalemán formado por Emmanuel Macron y Olaf Scholz debilitado por las urnas, y con una anfitriona, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de ultraderecha, pletórica por sus buenos resultados.

La idea es que este préstamo, que estará financiado principalmente por EEUU, se vaya pagando con los rendimientos de los fondos del banco central ruso inmovilizados como castigo por invadir el país. Hay congelados en todo el mundo 260.000 millones de euros, la mayor parte en la UE (sobre todo en Bélgica), que generan unos 3.000 millones de euros al año en beneficios. Esta cantidad es insuficiente para sostener a Kiev en las circunstancias actuales, así que lo que pretende el G7 es usar los intereses futuros como aval para un préstamo.

Tiene complejidad técnica, que es lo que falta por concretar. Este dinero servirá para comprar más armamento y reconstruir el país. Fuentes del Elíseo confirman que el préstamo de 46.000 millones puede ser completado con dinero o contribuciones de otros países.

El presidente de EEUU, Joe Biden, trata de atar esta ayuda ante la posibilidad de que, tras las elecciones de noviembre en el país, Donald Trump llegue a la Casa Blanca. En este caso, la ayuda americana a Kiev se pararía.

El grupo “desempeña un papel insustituible en la gestión de las crisis globales, en particular aquellas que ponen en peligro nuestra libertad y nuestra democracia”, declaró Meloni en la apertura de la cumbre.

Joe Biden y Volodimir Zelenski también firmarán el jueves un acuerdo bilateral de seguridad y el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunciará una nueva ayuda de 242 millones de libras (286 millones de euros).

CONTEXTO CONVULSO

En la cita se va a la negociar también la nueva composición de la Comisión Europea. La presidenta, Ursula Von der Leyen, espera revalidar su cargo, para lo que necesita el apoyo de París y Berlín. También está presente el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

La foto de familia dice mucho de la situación actual, la que han dibujado las urnas: Meloni en el centro, rodeada de líderes que llegan debilitados a la cita. Tanto Scholz como Macron sufrieron un batacazo electoral. Este último disolvió la Asamblea y ha convocado unas legislativas anticipadas en las que, según los sondeos, puede ganar la extrema derecha. El futuro del premier británico, Rishi Sunak y el del presidente de EEUU, Joe Biden, es incierto: se celebran comicios en otoño y las previsiones no son muy favorables para ninguno de los dos.

En la reunión participará el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que tiene previsto firmar con ocasión de la cumbre del G7 sendos acuerdos de seguridad con EE UU y Japón. El año pasado en la cumbre de la OTAN algunos países firmaron acuerdos bilaterales, a la espera de que se pueda concretar la adhesión de Kiev a la alianza.

Por primera vez, además, estará el Papa Francisco, que llegará el viernes para reunirse con los líderes.

En la agenda está también la guerra en Gaza y la competencia de China. El grupo quiere fijar un discurso común ante la posición de China en sectores industriales clave. Se le acusa de competencia desleal, de dopar ilegalmente su mercado de coches eléctricos e inundar así los mercados con vehículos a bajo precio, subvencionados. La cumbre finaliza el sábado, cuando comenzará otra secuencia: la de la paz que se celebra en Suiza en apoyo a Ucrania y a la que asistirán más de 90 países, sin Rusia ni China.

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