Excelsior.-
Una vez concluido el proceso electoral, en el segundo semestre de este año el Instituto Nacional Electoral (INE) abrirá el proceso para la creación de nuevos partidos políticos en enero de 2025.
El primero en alzar la mano para buscar convertirse en un nuevo partido han sido el Frente Cívico Nacional (FCN) en el cual participan, entre otros Cecilia Soto, Emilio Álvarez Icaza, el panista Gustavo Madero y los perredistas Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán.
También analiza la posibilidad de convertirse en instituto político nacional el Movimiento de la Marea Rosa, que respaldó a Xóchitl Gálvez, quien informó a los xochilovers, que, a principios de 2025, se evaluará el futuro político de ella y sus seguidores.
Por su parte, el movimiento de extrema derecha Viva México, vinculado al actor y productor de cine Eduardo Verástegui, anticipó su intención de convertirse en 2025 en un partido nacional, respaldado por organizaciones como México Republicano, dirigido por Juan Iván Peña Neder.
A finales de este año, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá emitir la convocatoria para el registro de nuevos partidos políticos nacionales, proceso que debe iniciar en enero 2025 y que se lleva a cabo cada seis años, después de la elección presidencial.
Las organizaciones sociales o políticas interesadas en convertirse en partido deberán hacer la notificación oficial y comenzar con el proceso organizativo de acuerdo con la Ley General de Partidos Políticos (LGPP).
Los posibles nuevos partidos deberán tener un representante legal y datos de la organización para que el INE fiscalice sus actividades, para pasar posteriormente a la organización de asambleas y afiliación de simpatizantes.
Entre los requisitos que dispone el INE para que puedan constituirse los nuevos partidos está acreditar que tienen presencia nacional y para ello deberán celebrar asambleas por lo menos en 20 entidades o en 200 distritos electorales, en las cuales participen, al menos, 3 mil afiliados por entidad o bien 300 por distrito electoral.
También podrá afiliar militantes a través de una aplicación electrónica para dispositivos móviles, creada por el INE, o en papel en municipios marginados.
La futura fuerza política deberá acreditar una base militante de 0.26% del padrón electoral utilizado en la elección federal pasada. Esa cifra corresponde a 256 mil 029 ciudadanos afiliados mayores de edad y con credencial para votar vigente.
La legislación electoral prohíbe que se inscriban militantes de otros partidos, o que participen en el proceso sindicatos o asociaciones religiosas.
En las asambleas, los futuros partidos deberán aprobar sus documentos básicos, estatutos, declaración de principios y programa, y elegir a sus delegados a la asamblea nacional constitutiva, donde se aprobarán al siguiente año, en enero de 2026, sus documentos básicos y se presentarán las listas de militantes.
Si estas asociaciones políticas cumplen con todos los requisitos, será a mediados de 2026 cuando logren el reconocimiento del INE y entonces podrán participar como partidos en su primera elección federal en 2027, sin alianza con algún partido existente.
FRENTE CÍVICO SERÁ LIBERAL
El Frente Cívico Nacional (FCN) buscará consolidarse como agrupación civil y un movimiento que represente a las causas de la ciudadanía, como las madres buscadoras, a los papás de niños con cáncer, a los ciudadanos que desean estancias infantiles, o a quienes quieren una educación de calidad.
El FCN fue una de las organizaciones que integraron la Marea Rosa, junto con Unidos, UNE México, que encabeza Juan Francisco Torres Landa; Sí por México, de Claudio X. González, Poder Ciudadano ó Sociedad Civil México, aunque estos últimos no buscan convertirse en partidos.
En entrevista con Excélsior, Amado Avendaño, vocero e integrante del FCN, dijo que en pláticas sostenidas al interior de este movimiento, se impulsa la idea de que éste sea una gran organización social, más allá del partido.
Lo que hemos platicado con Guadalupe Acosta Naranjo, Emilio Álvarez Icaza, Miguel Alonso Raya, planteamos no radicalizarnos, y tener un modelo de partido distinto. Si tu le dices a la gente: partido, se asusta.
Yo les planteé la idea de que tiene que ser una organización civil, y que tenga un brazo, que durante los procesos electorales sea un partido político formal. Pero, la vida de la organización tiene que ser mayoritariamente civil.
“Entonces, la organización civil debe ser dueña del partido y no al revés. No debe ser un partido con base ciudadana, sino una estructura ciudadana que tiene un partido político”, indicó Avendaño Villafuerte.
El integrante del FCN comentó a este diario que la ciudadanía ya está harta de los extremos políticos, por lo que se ha debatido entre sus integrantes que sea una fuerza ciudadana y partido político de corte liberal.
Si logramos integrar a los jóvenes, ya la hicimos, porque buscar ser el PRD 2.0 no tiene ningún sentido. Creo que tiene que ser un partido socialdemócrata o liberal, porque cabe más gente.
Si te corres un poquito más a la derecha, ahí hay más restricciones y no hay manera (de ser más incluyentes). Yo no veo un partido conservador. Porque en el movimiento hay de todo, de centro-derecha importante y de izquierda”, comentó Amado Avendaño.
LA MAREA ROSA
Aunque la Marea Rosa es un movimiento social mucho más amplio, y que aglutinó a otras organizaciones, como el Frente Cívico Nacional, algunos de sus integrantes analizan la posibilidad de que se transforme también en movimiento político o, incluso, en partido.
El pasado 20 de junio, luego de sostener un encuentro con el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, la ex candidata presidencial, Xóchitl Gálvez, señaló que los xochilovers, y la Marea Rosa definirán a principios de enero de 2025 en qué se convierten.
Gálvez Ruiz comentó que en septiembre, cuando deje su escaño en el Senado, regresará a sus actividades como empresaria y entre enero y febrero de 2025 evaluará si la Marea Rosa se convierte en un nuevo movimiento político o en un partido.
A partir de enero, febrero, vamos a ver cómo nos organizamos con un movimiento desde mi punto de vista, primero para resistir ahorita y luego ya veremos en qué nos convertimos”, indicó la ex abanderada presidencial.
La Marea Rosa surgió en 2022 como un movimiento ciudadano, al margen de los partidos políticos tradicionales como el PAN, PRI y PRD, y su principal propósito fue defender al INE, como órgano autónomo y en rechazo a una reforma electoral promovida por Morena.
En 2024, el movimiento apoyó abiertamente la candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez, abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México, a quien sigue respaldando, aun después de los comicios del 2 de junio.
EL PARTIDO DE VERÁSTEGUI
El pasado 7 de julio, desde Brasil, el actor y productor de cine, Eduardo Verástegui, quien buscó este año, sin éxito, ser candidato independiente a la Presidencia, anunció que seguirá en la política y buscará crear un nuevo partido “conservador” y de “derecha real” en 2025.
No tenemos en México un partido conservador de derecha real. Es por eso que hemos decidido que en 2025 comenzaremos a construir un nuevo partido político que nos represente”, dijo el productor de cine.
Verastegui, quien ha sido promotor de la candidatura presidencial de Donald Trump en Estados Unidos, realizó el anuncio durante su participación en la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), que aglutina a organizaciones de extrema derecha del continente.
Entre los grupos que respaldaron a Verástegui este año están la organización México Republicano, dirigido por Juan Iván Peña Neder, que en las elecciones del 2 de junio pasado no logró en Chihuahua superar el 3 por ciento de la votación para mantener su registro como partido local.
México Republicano, se identifica con los postulados del Partido Republicano de Estados Unidos y del expresidente Donald Trump, así como con el movimiento político del presidente de Argentina Javier Milei.
Este grupo dice tener un millón de afiliados en el país y otros miles de adherentes de origen mexico-estadounidense, quienes le darían su apoyo en asambleas para constituirse en una nueva organización política a nivel nacional.