Cliente demanda a restaurante por hueso en sus boneless… ¡Y pierde!

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El hombre casi se atraganta con un hueso que se quedó varias horas en su esófago, lo que le produjo diversos malestares.

ABC.- En un fallo por demás polémico, la Corte Suprema de Ohio decretó que los trocitos de pechuga de pollo sin hueso, mejor conocidos como boneless, “no tienen por qué no tener huesos”, y puso fin a una demanda que aquejaba a un restaurante de comida rápida desde hace siete años.

Con ello se desestimó la acusación de Michael Berkheimer, quien peleó en los tribunales con la empresa Wings on Brookwood, al acusar que casi se atraganta con un hueso en su orden de boneless, y que no vio por estar confiado que dicho platillo se caracteriza por estar libre de piezas óseas.

La mayoría de la Corte concluyó que el Tribunal de Apelaciones del Duodécimo Distrito hizo lo correcto, ya que el restaurante no era responsable de las lesiones causadas a Berkheimer, quien se había tragado un hueso de 0.95 centímetros que estaba dentro de una alita deshuesada de 2.5 centímetros.

De acuerdo con el juez Joseph T. Deters, este tipo de alitas son simplemente un estilo de cocina, y nada garantiza que haya ausencia total de huesos en ellas.

Además explicó que los vendedores de alimentos no son responsables de este tipo de incidentes, al indicare que un cliente puede anticipar protegerse contra una sustancia peligrosa que haya en su comida.

Fue en el año 2016 cuando Michael Berkheimer, su esposa y amigos acudieron a una sucursal de Wings on Brookwood, ubicada en el condado de Butler.

El hombre en cuestión ordenó boneless con salsa de ajo y parmesano, y mientras comía la tercera pieza, sintió que un pequeño hueso bajaba por su garganta.

Berkheimer enfermó y pasó varios días con fiebre y dificultad para comer, hasta que un médico halló el problema: había un hueso de pollo alojado en su esófago, lo que confirmó de dónde provenían sus molestias, y que lo convenció a tomar acciones legales contra el restaurante.

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