Cambio de nombre a calles y colonias se convierte en pesadilla para vecinos

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Vecinos de Coyoacán, en la CDMX, rechazan cambiar el nombre de la colonia Nueva Díaz Ordaz a Estudiantes de 1968, pues alegan costos y demoras en documentos de actualización.

Expansión.- Petra Lezama vende comida corrida en la recién renombrada colonia “Estudiantes de 1968”, en la alcaldía Coyoacán. A su espalda y frente a la vista de sus clientes una cartulina blanca pegada en la pared deja clara la postura de algunas personas que viven ahí: “Los vecinos NO estamos de acuerdo con el cambio de la colonia Nueva Díaz Ordaz”.

Doña Petra está en esa colonia desde hace 57 años y es considerada una de las fundadoras. Para ella, el cambio de nombre trae más complicaciones que beneficios en términos administrativos, legales y económicos.

“A mí me tocó llegar cuando esta colonia no era nada, luché por tener un techo; está mal, no vamos a aceptar todo esto, son puros gastos, estamos bien nosotros así, no aceptamos y vamos a seguir peleando” advierte.

Desde 2021, el gobierno de la Ciudad de México inició con los cambios de nombre de cuatro vialidades, reemplazando los de personajes o hechos históricos polémicos, por nombres de mujeres destacadas o eventos que buscan reivindicar la memoria histórica.

Sin embargo, la decisión de cambiar el nombre de una colonia, de “Nueva Díaz Ordaz” a “Estudiantes de 1968”, en septiembre de 2024, desató la inconformidad de habitantes de esa zona en Coyoacán.

Para Mariana Samudio, abogada en el despacho Adaya, Penalistas y Asociados, el cambio de nombre de calles o colonias no representa más que un simbolismo político, pues los derechos de propiedad de los vecinos siguen intactos. Sin embargo, advierte que el cambio sí implica retrasos o complicaciones en trámites oficiales.

Por otro lado, el gobierno de la Ciudad de México sostiene que, desde la entrada en vigor del cambio de nombre de la colonia, ninguna familia deberá desembolsar dinero para actualizar documentos oficiales.

No es obligación hacer algún tipo de actualización (de escrituras) o de cambio en este momento – Inti Muñoz, secretario de Vivienda de la Ciudad de México

Una polémica decisión

El 27 de septiembre, el entonces jefe de gobierno, Martí Batres, publicó en la Gaceta Oficial un acuerdo por el que se eliminó el nombre de la colonia Nueva Díaz Ordaz, en Los Pedregales de Coyoacán.

“Nos preguntamos ¿por qué una colonia de la ciudad, que fue construida con propias manos por mujeres y hombres, lleva el nombre de un gobernante represor e hipócrita?, siempre nos ha parecido inadmisible e inexplicable”, argumentó Batres en conferencia de prensa.

El 28 de septiembre, el decreto entró en vigor, por lo que la colonia conformada por 14 manzanas, 15 calles y que alberga a más de 3,361 habitantes –según el censo del Inegi de 2020– pasaron a formar parte de la colonia “Estudiantes de 1968”.

El exmandatario capitalino justificó el cambio como un gesto simbólico para reivindicar a las víctimas de la represión gubernamental de 1968.

No fue la primera vez que las autoridades capitalinas realizaron cambios de nomenclatura, pues ya se habían reemplazado nombres masculinos de vialidades por los de destacadas luchadoras sociales.

Vecinos rechazan el cambio

En un recorrido por la colonia Estudiantes de 1968, Expansión Política constató que decenas de viviendas cuentan con cartulinas blancas o fosforescentes donde externan su rechazo a la decisión del gobierno capitalino.

Por calles como Margarita Maza de Juárez, Benemérito de las Américas, Guelatao y Tepetlapa se observan estos carteles de desacuerdo, aunque no en todos los domicilios o negocios.

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Al ser nuevo el cambio de nombre de la colonia, en algunas viviendas prevalecen colocadas placas que identifican el apellido de la familia que ahí habita, la numeración y la colonia “Nueva Díaz Ordaz” o “Díaz Ordaz”. Lo mismo los postes con nomenclaturas que coloca el gobierno.

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“Las razones del cambio de nombre de nuestra colonia son injustificables”, se lee en la entrada del domicilio de Leticia Alcocer Ponce, quien se dice preocupada por los trámites que implicaría la nueva medida y los gastos por el pago a notarios, abogados y traslados, los cuales –plantea– pueden llegar a casi los 50,000 pesos.

“Van a venir muchos problemas con las escrituras, predio, los documentos, sobre todo el INE. (…) Ellos (el gobierno) dicen que no (hay complicaciones), pero ya hemos platicado con vecinos de otras colonias que han cambiado de nombre y dicen que sí”, afirma.

Rosalba, vecina de la calle De las Campanas, asegura que si bien personal de Participación Ciudadana del gobierno capitalino tocó algunas puertas para consultar sobre el cambio de nombre de la colonia, existen calles completas que externaron su rechazo.

“No pidieron opinión, vinieron nada más a que firmáramos de que no estaba uno de acuerdo y yo creo que de ahí se basaron para decir que mucha gente estuvo a favor, ahí fue el chanchullo”, argumenta.

Regina Del Carmen rechaza el motivo por el que se tomó la decisión desde las oficinas de gobierno, pues vivir en esa colonia, comentó, no le hace honrar al expresidente Gustavo Díaz Ordaz.

“A nosotros ya no nos afecta, sí afectó en su tiempo, pero a nosotros ya no nos afecta ni nos beneficia, al contrario, nos están perjudicando”, reclama.

Entrevistado por Expansión Política sobre las posturas de los vecinos, el secretario de Vivienda de la Ciudad de México, Inti Muñoz, afirma que el cambio de nombre de la colonia y de algunas calles denominadas Gustavo Díaz Ordaz o Díaz Ordaz es justificable.

“Sabemos que hay un grupo de vecinos vinculados al PRI que han aseverado que es falso que la mayoría de la población esté de acuerdo con el cambio de nombre, el proceso de auscultación está documentado” sostiene.

Sin mayores implicaciones para los vecinos

La abogada Mariana Samudio asegura que al ser una decisión gubernamental, la autoridad está obligada a realizar las gestiones y actualizaciones correspondientes tanto en el Instituto Nacional Electoral, la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Relaciones Exteriores, los servicios de agua potable y toda dependencia en la que se requiera un registro público.

Explicó que, en el caso de las escrituras, no debería existir mayor problema al momento de realizar un cambio.

“Cuando (los vecinos) vayan a realizar algún trámite de ceder la propiedad o heredar la propiedad, no les ocasiona un costo en ese trámite. ¿Por qué? Porque el notario lo que tiene que hacer es constatar que tal domicilio, antes en colonia tal (Nueva Díaz Ordaz), ahora conocido como tal (estudiantes de 1968), o sea, únicamente se hace la anotación.” afirma.

Lo que sí implica gastos de honorarios jurídicos, dijo, es cuando un domicilio requiere realizar una actualización o aclaración, fuera del rango del cambio de nombre de la colonia.

Por su parte, Inti Muñoz asevera que las reglas publicadas en la gaceta oficial son claras y que ninguna persona está obligada a realizar un cambio, ya que son válidas las identificaciones y documentos que contienen el nombre de la colonia anterior.

“Si quieres renovar o cambiar, vas a vender (propiedad), en el proceso de elaboración de las nuevas escrituras aparecerá el nuevo nombre, pero no es obligación hacer algún tipo de actualización o de cambio”, afirma.

Tanto el gobierno de la Ciudad de México como vecinos aseguran que se mantendrán las mesas de diálogo hasta que todas las dudas queden resueltas.

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