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Entre enero y septiembre de 2024, México pagó 24 mil 086 millones de dólares por concepto de intereses de la deuda externa, cifra 11.9% superior a la del mismo lapso de un año antes y la más alta desde que se tiene registro, de acuerdo con el reporte trimestral sobre balanza de pagos, elaborado por el Banco de México.
Del saldo total, 13 mil 538 millones de dólares fueron pagados por el sector público, lo que representó un aumento de 7.9% respecto al año previo y fue también una cifra récord, en tanto que el sector privado realizó un desembolso por ese mismo concepto por 10 mil 548 millones de dólares, 17.6% por arriba de lo registrado en 2023 y también la cifra más alta para un periodo similar.
Pago de intereses por servicio de deuda externa (enero – septiembre de cada año en millones de dólares)
Dos fueron los factores que explican el vertiginoso aumento en los desembolsos realizados por el servicio de la deuda. El primero y más significativo son las tasas de interés y, segundo, el saldo de la deuda externa, cuyo acelerado aumento trastrocó los esquemas de planeación financiera de empresas y gobiernos.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la deuda externa neta de México, al cierre de septiembre de 2024, registró un saldo por 219 mil 818 millones de dólares, también la cifra más alta desde que se tiene registro. En diciembre de 2018, inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, dicho saldo se ubicaba en 218 mil 421 millones de dólares.
En contraste con la relativa estabilidad del endeudamiento externo, las tasas de interés fueron la variable que impactó la estrategia de gasto. Tomando como referencia la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos, al cierre de 2018 esta se ubicaba en 2.25%; para marzo de 2020 bajó a 0.25% y se mantuvo en ese nivel por prácticamente dos años.
En marzo de 2022, el nivel de la tasa subió a 0.50% y para julio de 2023 alcanzó 5.5%. En septiembre de 2024, el banco central de Estados Unidos comenzó el proceso de ajuste a la baja, disminuyendo un cuarto de punto porcentual y en la primera semana de noviembre aplica otro ajuste por la misma magnitud.
Sin embargo, las condiciones de la economía de Estados Unidos muestran que el proceso de baja será paulatino, lo que implica que las cargas financieras se mantendrán como las estamos viendo por un buen tiempo.
Una forma de dimensionar la magnitud del desembolso del pago de intereses por parte del gobierno mexicano es compararlas con los costos de las obras emblemáticas del gobierno recién concluido.
De acuerdo con algunas estimaciones, el costo total del Tren Maya fue de 500 mil millones de pesos que, al tipo de cambio promedio en la misma administración, arroja un costo de 25 mil 611 millones de dólares.
Para la refinería Olmeca, el costo habría sido de 20 mil millones de dólares y para el aeropuerto Felipe Ángeles de casi 6 mil millones de dólares.
En resumen, las tres obras emblemáticas en el gobierno de López Obrador habrían tenido un costo de 50 mil 500 millones de dólares, sexenio que en el costo de la deuda externa significó un desembolso de 85 mil 300 millones de dólares.
La cifra total acumulada por concepto del pago de intereses de la deuda externa en esos años supera en 65% el total del valor de las tres obras sexenales. Más a detalle, serían 3.3 Trenes Maya, 4.2 refinerías Olmeca y 14.4 aeropuertos Felipe Ángeles.