El Parlamento Europeo aprueba la nueva Comisión Europea con Teresa Ribera como vicepresidenta
Una mayoría de diputados del Parlamento Europeo dio el miércoles el visto bueno definitivo a la nueva Comisión Europea de Ursula von der Leyen. Teresa Ribera ostentará la vicepresidencia de Transición Justa.
Euro News.- La nueva Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, recibió el miércoles el visto bueno definitivo del Parlamento Europeo, lo que permitirá al Ejecutivo tomar posesión el 1 de diciembre y dar el pistoletazo de salida al ciclo legislativo de cinco años. La Comisión propuesta obtuvo 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones de los legisladores en Estrasburgo, suficientes para ser aprobada.
En su discurso de presentación, Von der Leyen prometió una Comisión centrada en reactivar la estancada economía de la UE, impulsar la competitividad, reducir la burocracia, desbloquear la inversión y cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China.
El apoyo a Ucrania, la defensa, la gestión de la migración, la ampliación, la lucha contra el cambio climático, la reforma presupuestaria y el Estado de derecho serán otras de las prioridades de su equipo, que se verá condicionado por un giro a la derecha en todo el bloque. “Nuestra lucha por la libertad puede parecer diferente a la de generaciones pasadas. Pero lo que está en juego es igual de importante”, dijo Von der Leyen a los legisladores.
“Estas libertades no serán gratuitas. Habrá que tomar decisiones difíciles. Significará una inversión masiva en nuestra seguridad y prosperidad. Y, sobre todo, significará permanecer unidos y fieles a nuestros valores”. El recuento del miércoles es notablemente menor que los 401 votos que Von der Leyen obtuvo del Parlamento cuando presentó su candidatura a la reelección, lo que refleja una mayoría cada vez menor respaldada por menos progresistas y más fuerzas de derecha.
Los nuevos comisarios que generaron polémica
El cambio en el apoyo se debe, probablemente, a las disputas partidistas que plagaron las audiencias de confirmación de los nuevos comisarios. El Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, impulsado por el Partido Popular (PP) de España, montó una feroz campaña contra Teresa Ribera (Transición Limpia, Justa y Competitiva), acusándola de ser responsable de la respuesta a las inundaciones repentinas de Valencia.
Ribera, que hasta hace poco formaba parte del Gabinete del presidente Pedro Sánchez, contraatacó argumentando que la gestión de los desastres naturales es, en primer lugar, tarea del Gobierno regional, que en Valencia está bajo el control del PP.
Mientras tanto, los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales de Renovar Europa criticaron el nombramiento de Raffaele Fitto (Cohesión y Reformas) como uno de los vicepresidentes ejecutivos, advirtiendo que sus vínculos con la italiana Giorgia Meloni y el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) equivalían a una “peligrosa normalización” de la política de extrema derecha.
Los socialistas y liberales también se opusieron enérgicamente a Olivér Várhelyi (Salud y Bienestar Animal) por su estrecha conexión con el húngaro Viktor Orbán y su larga lista de polémicas, incluido un infame episodio en el que Várhelyi fue captado en un micrófono abierto refiriéndose a los eurodiputados como “idiotas“.
El tira y afloja desencadenó intensos días de negociaciones a puerta cerrada que culminaron la semana pasada con un acuerdo para desbloquear todas las nominaciones pendientes. Las carteras de Ribera y Fitto se mantuvieron sin cambios, mientras que Várhelyi fue despojado de sus responsabilidades relacionadas con los derechos reproductivos y la preparación para la salud.
El PPE, el S&D y Renovar intentaron zanjar sus diferencias con una declaración de nueve puntos para fortalecer su coalición centrista. Los socialistas y los liberales están preocupados por la llamada “mayoría venezolana”, que reúne al PPE con todos los legisladores a su derecha, incluidos los asociados a Giorgia Meloni, Marine Le Pen y Viktor Orbán.
Una historia de dos mayorías
Las secuelas de estas tensas negociaciones todavía eran palpables el miércoles. Los principales grupos no pudieron garantizar la disciplina interna, ya que las delegaciones nacionales rompieron filas y votaron en contra de la nueva Comisión.
“No aceptaremos que jueguen a dos bandas”, dijo Iratxe García, la líder de los socialistas, al PPE. “Es inmoral construir Europa con quienes intentan suprimir los derechos fundamentales, quienes niegan el cambio climático y quienes dan marcha atrás en la justicia social”.
Valérie Hayer, la líder liberal, denunció a la “mayoría venezolana” por estar “en contra de Europa” y dijo que la “única mayoría viable” en el Parlamento era la coalición proeuropea formada por el PPE, el S&D y Renovar Europa.
Tanto García como Hayer se dirigieron directamente a Manfred Weber, el líder del PPE, a quien muchos consideran el cerebro detrás de las dos mayorías. Weber intentó recuperar sus credenciales centristas y criticó a Le Pen, Orbán y Alternativa para Alemania (AfD) como sus “enemigos políticos”, lo que provocó abucheos de las filas de extrema derecha.
“Tenemos ideas diferentes, luchamos por nuestras convicciones, pero todos queremos encontrar compromisos y servir a todos los europeos”, dijo Weber a los socialistas y liberales. Los Verdes, que fueron excluidos del acuerdo de la semana pasada a pesar de apoyar la reelección de Von der Leyen en julio y compartir muchas de sus directrices políticas, estaban divididos el miércoles, y algunos votaron en contra debido a la inclusión de Fitto y Várhelyi.
Aun así, el grupo extendió una rama de olivo a la nueva Comisión. “Seremos críticos y constructivos”, dijo el colíder de los Verdes, Terry Reintke. En su discurso, Von der Leyen reconoció las tensiones latentes en el hemiciclo y alentó a todos los partidos proeuropeos a seguir adelante y trabajar juntos.
“Superar las divisiones y forjar compromisos es el sello distintivo de cualquier democracia viva. Y mi mensaje de hoy es que queremos trabajar con ustedes en ese espíritu”, dijo. “Trabajaremos con todas las fuerzas democráticas proeuropeas en esta Cámara. Y como lo he hecho en mi primer mandato, siempre trabajaré desde el centro. Porque todos queremos lo mejor para Europa y lo mejor para los europeos. Así que ahora es el momento de unirnos”, concluyó.