¿Existe relación entre la Virgen de Guadalupe y ‘La Llorona’?

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Excelsior.-

Este 12 de diciembre se celebra a la Virgen de Guadalupe, una tradición arraigada desde la conquista de México, cuando, de acuerdo con la religión católicala deidad se le apareció a indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, convirtiéndose desde entonces en un importante símbolo cultural y religioso que ayudó a unificar a México como la nación que es en la actualidad.

Historiadores a lo largo de los años, han indagado a fondo la historia del surgimiento de la Guadalupana, por lo que se sabe que el culto guadalupano posee dos principales antecedentes: la adoración prehispánica a Tonantzin y la Virgen de Guadalupe de España.

Antropólogos coinciden que, en el actual cerro del Tepeyac se veneraba una deidad femenina, Tonantzin (en náhuatl: nuestra madrecita venerada) y que era usada para referirse a madres y abuelas, por lo que a los conquistadores españoles no les costó trabajo relacionar a la Guadalupana con un lugar que ya era sagrado para los indígenas.

Sin embargo, al investigar más a fondo, los historiadores descubrieron una estrecha entre el culto guadalupano, la diosa Cihuacóatl y la leyenda de la Llorona, algo que muchas personas ignoran, pero que, al revisar documentos históricos es posible encontrar muchas similitudes entre la deidad religiosa y el espectro que data desde la época prehispánica.

La Llorona y su relación con la Virgen de Guadalupe

La aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac ocurrió entre 1526-1533 durante los primeros años de la Conquista de Tenochtitlán, a partir de este momento, los antropólogos hicieron varias conjeturas relacionadas con esta figura católica y la mitología prehispánica que dio origen a la Llorona.

Este ente espectral que vaga por las noches en busca de sus hijos apareció durante el mismo periodo de tiempo y era conocida como la Cihuacóatl, recolectora de las almas (la mujer que llora), y quien se asocia como un presagio de la conquista en la que muchos nativos fueron asesinados.

 

De acuerdo con la historia, Fray Bernardino de Sahagún recogió estos relatos en donde siempre se mostró molesto de que los antiguos mexicanos asociaran a la Cihuacóatl con la Virgen a través de la diosa Tonantzin.

Pues en el lugar donde adoraban a la Virgen era el mismo donde siempre habían rendido tributo a Tonantzin, a quien además le dedicaban sacrificios y más bien acudían a ese santuario para continuar practicando sus creencias, aunque con los años la devoción a la Guadalupana fue en aumento,

Sin embargo, los expertos también han encontrado muchos vacíos históricos que no lograron desentrañar o explicar, lo cierto es que, para cronistas como Bernardino de Sahagún, Tonantzin se identifica principalmente con las diosas Centetótl y Cihuacóatl, esta última de donde se desprende el mito de la Llorona.

Así, los historiadores coinciden en que esta relación sería más bien producto del sincretismo religiosos de dos figuras que aparecieron al mismo tiempo en la sociedad primitiva del México antiguo y que ambas guardan un profundo arraigo en la actualidad y que da sentido a la identidad mexicana.

En tanto, los antropólogos también coinciden en que estás dos figuras representan a dos madres, una que llora por sus hijos y otra que está en el cielo desde donde los cuida, según la religión cristiana.

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