Ucrania lanza un ataque a gran escala con drones contra Moscú

La ofensiva, que el alcalde calificó como la más grande contra la capital rusa desde el comienzo de la guerra, fue un recordatorio del poder de ataque de Ucrania, mientras su presidente propone una tregua aérea.
Los Angeles Times.- Funcionarios rusos dijeron que Ucrania atacó Moscú antes del amanecer del martes con su mayor bombardeo de drones de largo alcance de la guerra, al tiempo que ambas partes intensificaban los ataques antes de las conversaciones destinadas a encontrar una forma de poner fin a tres años de enfrentamientos.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber derribado al menos 91 drones en la región alrededor de Moscú y más de 240 drones dirigidos contra otros objetivos en todo el país.
El ejército ucraniano dijo que había fijado como objetivo la refinería de petróleo de Moscú, que suministra más de un tercio del combustible que se consume en la región de la capital, junto con una estación de producción de petróleo en la región de Oriol. Ninguna de las dos afirmaciones pudo verificarse de forma independiente.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que el ataque era el mayor contra la ciudad desde el comienzo de la guerra. Al menos tres personas murieron y otras 18 resultaron heridas en la región más amplia de Moscú, según dijeron las autoridades rusas, y cuatro aeropuertos internacionales suspendieron temporalmente sus operaciones. También resultaron dañadas las vías férreas cercanas al aeropuerto de Domodedovo, al sur de Moscú.
El presidente Vladimir Putin fue informado del atentado, según Dmitri S. Peskov, portavoz del Kremlin. Peskov dijo que las defensas aéreas rusas estaban haciendo “un gran trabajo”, pero declaró a los periodistas que las autoridades “deben permanecer en guardia” porque es probable que continúen los ataques.
Parecía que el propósito de los ataques, realizados antes del amanecer —apenas unas horas antes de que delegaciones de alto nivel de Kiev y Estados Unidos se reunieran en Arabia Saudita para debatir una posible vía para poner fin a la guerra—, era servir de recordatorio de que, a pesar de sufrir ataques y soportar enormes pérdidas, Ucrania aún puede devolverle el golpe a Rusia.
Ucrania ha propuesto una tregua aérea inmediata, afirmando que detendría inmediatamente los ataques de largo alcance contra Rusia si Moscú accedía a un cese equivalente. Este plan, apoyado por países europeos, entre ellos Francia, se considera un primer paso para establecer confianza antes de las conversaciones sobre el conflicto general, en el que han muerto o resultado heridos más de un millón de soldados ucranianos y rusos.
Se espera que los funcionarios ucranianos vuelvan a plantearlo en las reuniones que mantendrán el martes con funcionarios estadounidenses en Yeda, Arabia Saudita. Además de una tregua aérea parcial, también se esperaba que Ucrania insistiera en que se detuvieran los ataques en el Mar Negro para calibrar si Moscú estaba dispuesto a dar algún paso para poner fin a los combates.
Cuando se le preguntó el martes si Moscú aceptaría tal plan, Peskov dijo que era “imposible hablar de posiciones ahora” y que Rusia esperaba que la parte estadounidense informara a Moscú de los resultados de las conversaciones con Ucrania.
Kiev mantiene desde hace tiempo que la única forma de obligar a Rusia a aceptar un acuerdo de paz duradero es por la fuerza y aumentando el costo de la guerra para el Kremlin. En los últimos meses, Ucrania ha intensificado sus ataques contra infraestructuras críticas dentro de Rusia, dirigiéndolos contra instalaciones de petróleo y gas que ayudan a financiar el esfuerzo bélico ruso.
Según Andriy Kovalenko, un funcionario ucraniano de alto rango enfocado en las operaciones rusas de desinformación, el momento del ataque nocturno contra Moscú pretendía transmitir ese mensaje.
“Es una señal adicional para Putin de que también a él debería interesarle un alto al fuego aéreo”, dijo en una declaración. “No solo la refinería de petróleo, los drones pueden volar en masa sobre Moscú”.
El presidente Volodímir Zelenski ha dicho que Ucrania planea producir 30.000 drones de ataque de largo alcance y 3000 misiles de largo alcance este año, aumentando su capacidad nacional de fabricación de armas incluso mientras la ayuda militar estadounidense sigue suspendida.
Rusia ha mantenido su incesante bombardeo a las instituciones civiles y militares ucranianas. Casi todas las noches de las últimas semanas, Rusia ha lanzado más de 100 drones contra objetivos en toda Ucrania, incluida Kiev, la capital.
Los asaltos —que a menudo incluyen una combinación de misiles balísticos y de crucero en un esfuerzo por saturar las defensas aéreas ucranianas— persistieron durante la noche del lunes al martes.
Alrededor de la medianoche resonaron explosiones en Kiev al mismo tiempo que los equipos de defensa antiaérea se ponían en marcha. El martes por la mañana, la fuerza aérea ucraniana dijo que Rusia había lanzado 126 drones y un misil balístico, y añadió que había derribado o inutilizado la mayoría de los aviones no tripulados y el misil.
Al menos una persona murió cuando un dron ruso alcanzó un almacén en Járkov y al menos otras 17 resultaron heridas en otros ataques en todo el país, dijeron las autoridades ucranianas. Los drones alcanzaron la ciudad portuaria de Odesa, en el sur de Ucrania, y las autoridades locales informaron de incendios en varios lugares.
Desde que el presidente Donald Trump habló por teléfono con el presidente Vladimir Putin el 12 de febrero —el primer contacto oficial entre los jefes de Estado de Estados Unidos y Rusia en años—, más de 100 civiles han muerto en ataques rusos, según datos recopilados por The New York Times a partir de informes de las autoridades ucranianas.
La intensificación de los ataques ha ido acompañada de un cambio de dinámica en el frente, en el que las fuerzas rusas han retomado gran parte del territorio de la región rusa de Kursk, que había sido ocupado por las fuerzas ucranianas. En una declaración el martes, el Ministerio de Defensa ruso dijo que sus fuerzas habían retomado más de 90 kilómetros cuadrados de terreno en la región de Kursk. Esta afirmación no pudo ser verificada de forma independiente.
Kiev esperaba utilizar el control de esa porción de tierra como palanca en las negociaciones para poner fin a la guerra, pero los últimos acontecimientos pueden haber cambiado ese cálculo, ya que el costo de mantener el territorio podría superar cualquier beneficio diplomático.
Más de 125 drones ucranianos atacaron la región de Kursk durante la noche, según el Ministerio de Defensa ruso. Esto se produjo después de que el alto mando militar ucraniano, Oleksandr Syrsky, dijera el lunes por la noche que Kiev estaba enviando refuerzos a Kursk, pero rechazó las afirmaciones rusas de que un gran contingente de soldados ucranianos en el lugar corría el riesgo de ser asediado.
“Se tomó la decisión de reforzar nuestro grupo con las fuerzas y los recursos necesarios, incluida la guerra electrónica y los drones”, dijo.
Al mismo tiempo, hay indicios de que la ofensiva rusa en el este de Ucrania se ha estancado. Las fuerzas rusas no han avanzado en más de una semana y las fuerzas ucranianas han participado en contraataques limitados para recuperar pequeñas parcelas de terreno, según soldados ucranianos y analistas militares que utilizan imágenes de combate para seguir los movimientos diarios a lo largo del frente.