
La Jornada.- En el primer cuatrimestre de este año, la Red Nacional de Refugios (RNR) experimentó un aumento del 18 por ciento en el número de mujeres, niñas y niños acompañados en comparación con el mismo periodo de 2024.
La RNR presentó un nuevo informe, correspondiente a los primeros cuatro meses de 2025, en el que visibiliza los desafíos y logros en la atención integral a mujeres, niñas y niños que viven violencia machista en México.
De enero a abril de 2025, la RNR brindó acompañamiento y protección a 5 mil 720 mujeres, niñas y niños, lo que representa un incremento con respecto al mismo periodo del 2024 (4 mil 868 personas atendidas).
Destaca el aumento del 869 por ciento en la atención a través de los Centros de Atención Externa, lo que “demuestra tanto la urgencia de los servicios como la creciente demanda de espacios seguros, accesibles y especializados”.
Este incremento debe entenderse en un contexto de emergencia nacional: más de 10 mujeres son asesinadas cada día en México, y 7 de cada 10 han vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.
“Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se registraron 162 víctimas de feminicidio en el mismo periodo, lo que representa un 35.5 por ciento de participación relativa de mujeres víctimas de homicidio. Estos datos evidencian la necesidad urgente de refugios con perspectiva de género y recursos suficientes”.
Las mujeres atendidas por la RNR han enfrentado múltiples tipos de violencia, muchas de ellas de forma simultánea: psicológica, 33 por ciento, física 24, económica 17, sexual 10, patrimonial 10 por ciento y otros tipos, como vicaria, abandono y digital, 7 por ciento.
Los grupos etarios más afectados fueron mujeres de: 15 a 25 años, 41 por ciento 26 a 35 años, 39 pro ciento 36 a 50 años, 20 por ciento.
Entre enero y abril, se atendieron mil 19 niñas y niños en Refugios y Centros de Atención Externa de la RNR. Los tipos de violencia más frecuentes fueron psicológica? 28.8 por ciento, económica, 28.3 por ciento, patrimonial, 19.9 por ciento, física 17.8 por ciento y sexual, 5.3 por ciento.
El 12.8 por ciento de hijas e hijos de mujeres residentes de refugio no ingresaron con ellas debido a violencia vicaria, lo que pone de manifiesto cómo la violencia machista también se ejerce como castigo y control a través de las niñas y niños.
Además, en el 83.7 por ciento de los casos, el agresor de las hijas e hijos es el mismo que el de sus madres, reafirmando la necesidad de respuestas interseccionales y familiares que reconozcan estas violencias como parte de una misma estructura patriarcal.
El 89.6 por ciento de los agresores son parejas o exparejas de las mujeres. Además, el 33.2 por ciento utilizan armas de fuego, el 47.3 por ciento tienen antecedentes penales y el 19.5 por ciento tienen vínculos con sectores militares o políticos.
“Estos datos confirman que la violencia es estructural y muchas veces se perpetúa desde el poder y la impunidad”.