Con 20 votos a favor y 4 en contra, el Congreso de Baja California sancionó las llamadas “terapias de conversión” con multas de hasta 2 mil veces de unidad de medida. De igual forma, la reforma establece de dos a seis años de prisión a quien cometa el delito y se duplicará si la víctima es menor de edad, discapacitada o adulto mayor.
La sanción se aplicará en contra de quien someta a una persona o miembro de la comunidad LGBT+ a un tratamiento que tenga como objetivo el modificar la orientación sexual.
Esta iniciativa fue presentada por la diputada Evelyn Sánchez Sánchez, del partido Morena, quien comparó los delitos de las “terapias de conversión” con los “delitos de tortura”; al tiempo que organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de los derechos por la diversidad sexual, como “Yaaj México”, celebraron esta noticia.
Sin embargo, la reforma al Código Penal presentó el rechazo por parte de la diputada y coordinadora de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), Alejandra Corral, quien expresó que su partido se negaba a avalar la iniciativa pues ya se castigaban los delitos como privación ilegal de la libertad.
“Es innecesaria la propuesta, dado que tales supuestos penales ya se encuentran previstos en otros preceptos legales, con su correspondiente penalidad”, comentó la legisladora del blanquiazul.
Por otro lado, la diputada del Partido Encuentro Solidario (PES), Monserrat Rodríguez, destacó la necesidad de sancionar estos actos que provocan graves consecuencias en la salud, tanto física como emocional, de las víctimas.
“Como médico, resalto que no existe justificación médica para la realización de estas terapias; al contrario, afectan en la salud física, mental y el bienestar de las personas, además de que vulnera los derechos humanos”, expresó.
Según un informe de 2019 elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDC), más de 50% de los jóvenes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI) señalaron que sus padres trataron de cambiar su orientación sexual durante la adolescencia dentro del hogar.
Dichos métodos, dijeron, han ganado popularidad en los grupos conservadores o de corte religioso, lo que se suma a los actos de discriminación por razones como la orientación sexual o la identidad de género hasta innumerables sucesos de violencia homofóbica, lesbofóbica, bifóbica y transfóbica.