Benjamín ‘N’, asesino de los perros rescatistas, Athos y Tango, fue condenado a 10 años 6 meses de prisión, sin derecho a fianza.
Además, deberá pagar 2.3 millones de pesos por reparación del daño y una multa de 115 mil 464 pesos.
La sentencia fue dictada este martes por la jueza Alicia Basurto García, luego de que este lunes lo encontró culpable en el juicio realizado en la capital queretana.
El proceso duró 14 meses, el cual podrá sentar un precedente en el estado de Querétaro y en el país en materia de protección animal en el ámbito jurídico.
Benjamin ‘N’, de 60 años, envenenó a los dos perritos. Fue encontrado culpable gracias a un video y testimonios de vecinos que comprobaron sus intenciones de matar a los ejemplares.
Durante la investigación se encontraron salchichas como las que utilizó para envenenar a los animales.
Athos y Tiago
Athos contaba con una certificación como rescatista ante la organización internacional de perros de búsqueda y rescate y estaba acreditado por la Cruz Roja Mexicana, además, participó en la localización de personas sepultadas en el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
El equipo de búsqueda y rescate urbano lamentó la pérdida de este pilar importante de la corporación, y en un mensaje en las redes sociales se destacó que Athos “fue un compañero incondicional que dedicó su vida a servir” y que su amor era incondicional para los humanos.
A través del muro de Facebook de Athos, sus compañeros rescatistas lamentaron la pérdida de un can que “dedicó su vida a servir sin pedir nunca nada a cambio, sus patas marcadas con cicatrices por pisar escombros y aún así continuar en la búsqueda”.
Por su parte, Tango fue “un perrito de asistencia que tuvo una historia de vida especial que el destino puso en unas excelentes manos como su nueva familia”, expresó la Cruz Roja de Querétaro.
“Tanto Tango como Athos fueron amigos incondicionales de la corporación, la cual los despide como lo grandes que fueron”, publicó la organización en su momento.
El equipo de búsqueda y rescate urbano lamentó la pérdida de este pilar importante de la corporación, y en un mensaje en las redes sociales se destacó que Athos “fue un compañero incondicional que dedicó su vida a servir” y que su amor era incondicional para los humanos.
A través del muro de Facebook de Athos, sus compañeros rescatistas lamentaron la pérdida de un can que “dedicó su vida a servir sin pedir nunca nada a cambio, sus patas marcadas con cicatrices por pisar escombros y aún así continuar en la búsqueda”.
Por su parte, Tango fue “un perrito de asistencia que tuvo una historia de vida especial que el destino puso en unas excelentes manos como su nueva familia”, expresó la Cruz Roja de Querétaro.
“Tanto Tango como Athos fueron amigos incondicionales de la corporación, la cual los despide como lo grandes que fueron”, publicó la organización en su momento.