Diez irregularidades en el juicio de un niño invisible en contra de Alejandro N.

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Blakely Morales Cruz

Hasta ahora, cuando el juicio ha sido aplazado por enésima vez, el proceso en contra de Alejandro N., ex funcionario del DIF acusado de violación sexual agravada, el proceso ha resultado un tira y afloja a capricho; por cada acción correcta de la justicia potosina, los poderes fácticos y su influencia, han hecho dar dos pasos hacia atrás. 

Ahora presento: Diez irregularidades en el juicio de un niño en contra de Alejandro N., un potosino “fuera de serie”; aunque claramente, podrían ser muchas más.

1.En junio del 2020, el juez segundo de distrito Jaime Linares, resolvió el amparo 1147/2019, promovido por la defensa de Alejandro N., y determinó la reposición del proceso, aunque en 70 páginas, el juez afirma que ninguno de los alegatos controvierte los hechos ya desde ahí suficientemente probados por las indagatorias de la Fiscalía.

Omisiones absurdas de corte administrativo, provocaron que aún con todos los elementos, el enjuiciamiento tuviera que ser aplazado. Con menos pruebas que las existentes contra Alejandro N., miles de hombres y mujeres purgan condenas en nuestro país.

2. Las omisiones de la propia FGE, sirvieron a los abogados Marco Polo Méndez Alonso y Rafael Aguilar, defensores de Alejandro N., para desestimar la credibilidad de la investigación realizada; el adolescente víctima de iniciales BAGL, estuvo presente en más de una ocasión con su agresor denunciando los hechos, por lo que el ex funcionario pudo escuchar su testimonio y atacarlo con más herramientas. Además, no fueron suficientes las entrevistas realizadas por las peritos en psicología forense de la Fiscalía de Delitos Sexuales, y el menor fue interrogado una y otra, y otra vez, acentuando su revictimización, condición que se ha alargado hasta ahora, en la etapa de oralidad.

3. Ya desde la resolución del amparo 1147/2019, se daba cuenta de que la actuación de las autoridades en materia de vigilancia al interés superior de la niñez, dejaba que desear. La Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas no tuvo una intervención oportuna al inicio del proceso, lo que redundó en la debilidad que derivó en la reposición del mismo; al no designar desde entonces una asesoría jurídica adecuada para la víctima, la CEEAV acentuó la condición de abandono y descuido hacia el adolescente desde los cinco años. 

4. Recientemente la CEEAV, volvió a incurrir en otra omisión. Desatendiendo la Ley de Atención a Víctimas del Estado, que establece el interés superior de la niñez como elemento primordial, la CEEAV sustituyó al asesor jurídico del adolescente agredido ante las presiones ejercidas desde la subsecretaría de Derechos Humanos y Asuntos Jurídicos del Gobierno del estado, a cargo Ángel Gonzalo Santiago Hernández.

El ahora ex asesor de la víctima, se mostró reacio, y su actitud fue incisiva durante su participación en el juicio oral, ante la pretensión de los abogados de Alejandro N. de demostrar sin sustento la inocencia del ex funcionario.

Este hecho, dejó en evidencia lo que ya de manera extraoficial se ha apuntado: la existencia de un posible pacto de impunidad que atraviesa a la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención A Víctimas.

5. Con otro amparo, la defensa de Alejandro N. consiguió desestimar como prueba una colchoneta que sería la evidencia irrefutable del delito de violación sexual agravada. De acuerdo al testimonio de la víctima, todos los lunes, entre los meses de junio y octubre del 2019, particularmente el lunes 14 del mes de octubre, alrededor de las ocho de la noche en las oficinas de la PDPAM, Alejandro le apretó los brazos, lo hizo caer en una colchoneta blanca de hule espuma y lo obligó a acostarse boca abajo, le bajó el pantalón y lo penetró, causándole dolor hasta llorar. 

Pero la colchoneta no fue requisada por la Fiscalía de su lugar original en la dirección de la Procuraduría de la Defensa de las Personas Adultas Mayores, pues de manera totalmente premeditada, Alejandro N. ordenó a su chofer moverla de lugar, hecho que quedó evidenciado en el juicio oral. Por ese motivo, un juez de distrito la consideró ilegal, así como toda la información contenida en ella.

6. Este próximo 1 de septiembre a las 10 de la mañana, cuando se reanuden las audiencias en el juicio oral del procedimiento contra Alejandro N., lo hará después de la cuarta ocasión que ha sido aplazado tan solo en esta etapa; antes otras diez, en total, 14 han sido las veces en las que el Poder Judicial ha decidido, con pretexto o abierto ventajismo, dar más tiempo a la defensa de Alejandro N., para poder seguir recurriendo a argucias y recursos legaloides a fin de conseguir la libertad del ex funcionario, quien no parece tener la más mínima intención de asumir su responsabilidad, al amparo de la élite potosina que lo sigue protegiendo. 

7. Aunque los jueces que integran el tribunal de enjuiciamiento colegiado, han mostrado perspectiva de infancias en favor de la víctima, imparcialidad, y tomado buenas decisiones como la de abrir al público el juicio a través de la prensa, algunos aspectos dejan qué desear.

Por ejemplo: en la décima audiencia, una psicóloga contratada por la defensa para desestimar los elementos probatorios de la Fiscalía en Delitos Sexuales, recurrió a un documento presente únicamente como referencia en la carpeta de investigación, en el que supuestamente se señala que desde el 2011, a la edad de siete años, el adolescente BAGL, acusó violencia sexual en su contra en un análisis clínico realizado por el Instituto Temazcalli; esto para argumentar que en todo caso, las señales de abuso presentes en el niño, no eran producto de los actos cometidos por Alejandro N.; el tribunal lo admitió como evidencia, a pesar de que no consta de manera íntegra en la carpeta, y de que no guarda relación alguna con la denuncia realizada en octubre del 2019, sino con hechos que habrían ocurrido ocho años atrás.

8. La defensa de Alejandro N. no se ha tentado el corazón para minimizar la denuncia del adolescente. Lo ha catalogado en todo momento como un niño mentiroso, problemático, manipulador. Estratégicamente, convocó a las audiencias, personas que testificaron en favor del ex funcionario, y hablaron de lo mal portado que era BAGL, de sus amenazas, de su violencia, aunque también coincidieron en que podía ser un niño sociable, carismático y que es una persona inteligente, aunque eso no significó nada para quienes estuvieron a cargo de él. Lo único que lograron los abogados de Alejandro, fue dejar en evidencia la nula capacidad de las instituciones públicas de Gobierno, para atender a niños extraídos de contextos violentos, con huellas graves de abuso sexual, y abandono familiar.

9. Los abogados de Alejandro N., también han recurrido a testimonios a modo para tratar de comprobar burdamente, que su defendido, no estuvo en el lugar y hora señalados como la circunstancia de modo, tiempo y lugar.

Todos han resultado en contradicciones, inconsistencias y omisiones. Un amigo que al salir de la sala de juicios orales se despidió de él guiñandole un ojo, un ex colaborador, los padres de otro amigo fallecido, un cardiólogo, y un perito en geolocalización, lo único que han podido demostrar, es la red de protección tejida alrededor de Alejandro. 

Sus historias han rayado lo risible, pues incluyen a una señora del aseo, una misa en la Sagrada Familia, y unos análisis clínicos.

La aplicación que midió la frecuencia cardíaca del ex funcionario, a través de un reloj Apple Watch, estudiada por un médico cardiólogo, confirmó que Alejandro, sí tuvo actividad física vigorosa, tal como una relación sexual, en la hora y día señalados por la víctima, quien por un temor reverencial, no opuso resistencia a las agresiones.

10. En todo el tiempo que lleva en prisión preventiva, Alejandro N., amparado en la red que lo protege y se extiende hasta las más altas esferas del poder, se ha resistido a ser objeto de dictámenes médicos, psicológicos y toxicológicos neutrales y objetivos por parte de la Fiscalía, o alguna autoridad en la materia.

Ningún juez ha sido capaz de obligarlo a dar su consentimiento expreso para toma de muestras, y mucho menos, se ha podido determinar su verdadera personalidad; lo único que tenemos es el perfil de un hombre que se vendió ante la sociedad como alguien preocupado por los desvalidos; tanto así que en la cárcel, en el CEPRERESO de La Pila, ha logrado ganarse la confianza de sus custodios, quienes se refieren a él como Ale, y a quienes les ha dicho que pronto saldrá de ahí.

Aunque eso aún está por verse.

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