Empecemos por la fruta
En estos días, el kilo de naranja valencia mediana se vende a 10.5 pesos por kilo en la central de abasto de Iztapalapa, la guayaba, también utilizada en algunos altares de muerto, se vende a 15 pesos el kilo. La manzana Golden Delicious cuesta 37.89 pesos pesos en la central.
Pero en octubre de 2021, el mismo kilo de naranja costaba casi la mitad. Pues según datos de la Secretaría de Economía se vendía a 5.50 pesos el kilo, en la central de abasto de Iztapalapa. De hecho, en promedio, la Secretaría de Agricultura estima un incremento anual de 69.9% para este producto.
La guayaba costaba 2 pesos menos que hoy, pues se vendía a 13 pesos el kilo, mientras que la manzana golden proveniente de Chihuahua se comercializaba a 35.80 pesos el kilo en la central de Iztapalapa, unos dos pesos menos que hoy.
El azúcar, ¿cuánto cuesta ahora?
El azúcar de caña también es un elemento indispensable para la elaboración de productos como las calaveras de dulce. Pero el precio del azúcar, según datos del gobierno, ha tenido un incremento de 25.7% en comparación con octubre de 2021. Ahora se vende en 18.77 pesos el kilogramo, en promedio, a nivel nacional.
La sequía y la guerra encarecieron las flores de cempasúchil
Para las flores de cempasúchil aún no hay datos oficiales sobre cuánto se incrementó su precio, en promedio. Pero la Alianza Nacional de Pequeños Productores registró un alza importante. Por ejemplo, el ramo (de entre cuatro y cinco flores) que se vendía hasta en 5 pesos en 2021, ahora se comercializa en 20 pesos.
Esto se debe a la reposición de la demanda de flores, tras la reapertura total de los panteones, una vez superada la peor parte de la pandemia de covid-19. Pero no es la única razón, la sequía de este año y el alza en los insumos para la agricultura también afectaron los costos de los productores de Morelos, Puebla y el Estado de México, detalló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.
Consultando otras fuentes, se observa que el año pasado se ofreció a 100 pesos el manojo en la Central de Abasto de Iztapalapa, en la Ciudad de México, según información del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía. Un manojo equivale a un conjunto de flores de entre 12 y 15 piezas, lo cual está en sintonía con el monitoreo de la ANPEC.
El crisantemo de invernadero, también usado en algunos altares, cuesta un mínimo de 20 pesos la docena, en Chiapas, y un máximo de 75 pesos la docena, en la central de Iztapalapa, en la CDMX.
En general, las plantas y flores son 12.3% más caras que hace un año, según los datos para septiembre del Inegi.
Un susto con el pan de muerto
Este producto tiene una gran variedad a lo largo y ancho del país. Pero la inflación en los insumos ha llevado a que el pan de dulce sea 22.55% más caro que en octubre de 2021, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Esto quiere decir que, si un mexicano destinaba 200 pesos para el pan de su altar de muerto, ahora se gastaría unos 240 pesos, aproximadamente, para comprar la misma cantidad.
Los huevos, por su parte, ya son 33.5% más caros que hace un año; la leche fresca pasteurizada cuesta 12.54%; la mantequilla ya subió 18% en el último año. Y otros ingredientes ocasionales como el chocolate y el cacao han subido sus precios entre 9 y 13.8% en comparación con 2021.
Un mezcalito para el abuelo
Algunas personas acostumbran a poner alguna bebida alcohólica en el altar de muertos, basándose en los gustos que tuvieron sus seres queridos en vida. Pero esto también saldrá más caro, pues en promedio las bebidas alcohólicas han subido más de 10% en un año.
El tabaco, por su parte, ha subido 6.11% en comparación con septiembre de 2021.
Las veladoras arden de caras
Tan solo prender la vela para alumbrar el día de muertos ya saldrá más caro que en 2021, pues según datos del Inegi, los precios de los cerillos se han incrementado 13% a tasa anual, según los datos de septiembre. Lo mismo ha pasado con las velas y veladoras, cuyo precio ha subido 13.38%, en promedio, en el mismo lapso.
El alza en los precios de las veladoras se debió también a la escasez de vidrio y cartón, así como al incremento en los costos del gas LP, consideró la ANPEC.