Era una finca apartada en la sierra de San Luis Potosí, en el centro de México. Estaba en la comunidad El Capulín, a unos 20 kilómetros de donde se vio a las chicas por última vez. Los agentes entraron al inmueble el viernes por la noche; una llamada anónima había alertado a la Fiscalía del Estado de que allí podían haber llevado a las jóvenes. En su interior encontraron un par de montones con objetos chamuscados, un resto óseo sin identificar y, lo que más desconcertó a los uniformados, una tigresa de bengala. El animal fue lo único que pudieron rescatar los agentes. Ni rastro de Tania Chavarría, Yatzell Morazán ni Patricia Iraheta, las tres mujeres que desaparecieron juntas el 7 de noviembre. El fiscal de San Luis Potosí, José Luis Ruiz, ha afirmado que creen que las jóvenes están vivas, pero que en riesgo: “Una de las líneas que se ha fortalecido es que están bien, están con vida, sin embargo, hay otras líneas que nos permiten también establecer que posiblemente estén en riesgo”.
A Tania, Yatzell y Patricia se les perdió la pista a las 3.30 de la madrugada en una discoteca llamada La Gozadera, en Ciudad Fernández. Las dos primeras tenían 26 años y Patricia, que era de origen salvadoreño, contaba con 29. Desaparecieron sin sus pertenencias ni la motocicleta con la que habían llegado al bar, según informan medios locales. Sus familias organizaron la semana pasada una protesta para pedir a las autoridades más resultados. Se sabe que los agentes han revisado las cámaras de seguridad del local, pero no ha trascendido si en las imágenes se ve a las tres jóvenes salir voluntariamente o de manera forzada.
El país, donde 10 mujeres son asesinadas cada día y siete son desaparecidas, estaba todavía asimilando la muerte de Ariadna López, de 27 años, y Lidia Gabriela Gómez, de 23, en Ciudad de México, cuando desaparecieron las tres jóvenes y el caso apenas trascendió a los medios de comunicación. Los focos han vuelto este lunes después de que la Coordinación Estatal de Protección Civil de San Luis Potosí informara del rescate de un tigre en una finca del Estado. El fiscal ha confirmado que el cateo de ese inmueble se debía a la búsqueda de las tres jóvenes: “Una de las líneas de investigación nos indicaba que probablemente estaban o estuvieron en ese lugar. Obtuvimos información que nos permite avanzar”.
El animal ha sido trasladado al zoológico de Mexquitic, porque “donde se encontraba no se tenían las medidas de seguridad y plan de manejo”, para darle resguardo. No se ha identificado a su dueño. El fiscal ha afirmado que en la propiedad había más animales y más objetos, que se han quedado en la finca “con la finalidad de contactar con el poseedor del inmueble”.
La aparición del felino complejiza más un caso que apunta a la intervención del crimen organizado. Desde 2020, San Luis Potosí sufre una crisis de desapariciones. En los últimos tres años han desaparecido 318 de las 773 personas sin localizar que se registran desde 1964, es decir, casi la mitad en solo 36 meses, según el registro nacional de la Secretaría de Gobernación. La mayoría de estos casos se han dado en Río Verde y Ciudad Fernández, justo el área donde se vio por última vez a las jóvenes. Además desde julio, las familias que buscan a sus desaparecidos y la Comisión Estatal de Búsqueda han sufrido tres ataques de hombres armados mientras realizaban labores de rastreo. El último fue el pasado jueves cuando dos funcionarios estatales fueron secuestrados y golpeados.
El propio fiscal ha admitido que “evidentemente algo está pasando” en la región de la Zona Media de San Luis Potosí, porque en las últimas semanas, además de Tania, Yatzell y Patricia, han desaparecido otras dos jóvenes en la misma zona. Una de ellas, Marion Izarregui, fue el domingo encontrada sin vida, con signos de violencia sexual. Había desaparecido el día anterior al ir a correos, fue hallada dentro de un canal de riego. Tenía 30 años. El fiscal confirmaba que se había emitido otra ficha de búsqueda para otra joven en Villa Juárez. José Luis Ruiz ha evitado relacionar los casos: “No tenemos ningún indicio de que estén vinculadas a un evento de trata”; pero el funcionario sí ha reconocido que puede haber una crisis de seguridad en el Estado: “Hay un descuido de las instituciones de seguridad pública municipales”.
