Hershey’s, Ferrero y Mars quieren incorporar cacao mexicano en sus chocolates

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Las chocolateras suman fuerzas para incrementar la productividad de las plantaciones de cacao con el objetivo de incorporarlo a sus productos.
Expansión.- Enrique Agustin tiene una relación de toda la vida con el cacao. “Desde los cinco años mi papá ya tenía árboles y yo andaba con mi costal recogiendo las mazorcas de cacao en el barranco”, dice el productor de Tapachula, Chiapas. Con árboles en edades cercanas a los 40 años y plagas de moniliasis y mancha negra mermando la producción, el agricultor comenzó a renovar su parcela desde hace tres años.
Este trabajo para podar los árboles viejos y plantar nuevos no lo hizo solo. El agricultor se acercó al Proyecto Cacao, que Hershey’s desplegó en la entidad desde hace una década. Con el cambio, la producción en las tres hectáreas, la parcela de Don Enrique creció un 25%. “No creía que una plantita pequeña iba a sustituir a la grande, pero ya he visto el rendimiento”, relata.

Además de la multinacional, el proyecto para rescatar la producción de cacao conjunta el trabajo de dos organizaciones. ECOM Cacao y la Fundación Cacao México, que pusieron la mira en la zona del Soconusco, en Chiapas, que perdió producción de cacao en 2007 a consecuencia de una plaga de moniliasis.

En estos 10 años, a través de Proyecto Cacao se han entregado más de 500,000 plantas, las que tienen un injerto que las hace más resistentes a la moniliasis. Estas plantas fueron traídas desde Costa Rica y analizadas durante cuatro años para determinar si podrían adaptarse al suelo del estado del sureste mexicano.

Parte de esta investigación inicia en la Finca Badenia, ubicada en la zona alta de Tapachula, donde ECOM tiene un vivero, que tiene una extensión de una hectárea en la que hay medio millón de plantas de 14 variedades de cacao. Allí también hay árboles frutales y de madera, que dar características específicas al aroma y sabor del cacao.

Algunas ramas de los árboles de cacao del vivero son enviadas a las oficinas de ECOM, donde se les hace un injerto que las vuelve más resistentes. Estas varetas son las que se entregan a los productores, quienes reciben acompañamiento técnico para aprender el cuidado óptimo de la planta.

Con Proyecto Cacao, se han renovado cerca de 500 hectáreas en Tapachula con nuevas plantas. Unos 1,200 productores han recibido capacitación, y, de ellos, el 75% tiene una certificación de producción de Rainforest Alliance, que se otorga a operaciones sustentables.

“El cacao estaba abandonado, no había asesoría técnica en la poda, ni sobre cómo combatir las enfermedades, como la mancha negra. Mi padre tenía muchas amistades en el ejido. detectaron la mancha negra, pero entonces no se sanaba, solo se controlaba”, comparte Fernando Guzmán, un maestro de primaria retirado que regresó a la casa de su familia a hacerse cargo de las parcelas, en las que ahora produce dos de las variedades de cacao del vivero de ECOM.

Paola Flores, quien es técnica de campo en ECOM, explica que en la primera etapa del proyecto se dedicaron a identificar a los productores de la zona del Soconusco que tenían producciones muy viejas. “Fue difícil convencer a los productores de cambiar las plantas, los árboles los plantaron sus abuelos y tienen un valor sentimental, pero les explicamos que con este cambio pueden aumentar su producción”, dice.

Las convocatorias para la entrega de plantas son anuales, y ahora, en una segunda etapa, el plan es enseñar a los agricultores sistemas agrarios para que, además de cacao, puedan tener árboles frutales, como mango o plátano, y algunos maderables, como el cedro, para tener una mejor calidad de suelo, mientras diversifiquen su producción y sus ingresos.

En una primera parte del proyecto Hershey ‘s invirtió 30 millones de pesos, a los que se suman seis millones para impulsar una segunda fase, que busca generar los sistemas agropecuarios. “Estamos creciendo y vamos a crecer más en la zona. Tenemos productores muy emocionados, transmitiendo el sentir de volver a sembrar cacao”, declara Mariana Carranza, directora de Mercadotecnia de Hershey ‘s México.

“Los resultados son para los agricultores. Ellos han incrementado su productividad de 200 kilos por hectárea hasta entre 800 y 1,200 kilos por hectárea, lo que significa un aumento de 400%”, dijo la directiva, quien explica que los productores son libres de vender su cacao a quien mejor les convenga.

Los chocolates de Hershey’s tienen apenas 5% de cacao mexicano y por ahora, la compañía no compartió datos respecto al aumento de este porcentaje dentro de su cadena productiva. Es complicado de calcular, debido al déficit en la producción de cacao en el país.

Impulsar la producción en Chiapas

A los mexicanos les gusta el chocolate, que se come en presentaciones que no necesariamente son barras, como por ejemplo el pastel o líquido sobre helado. Y para aumentar el consumo, las empresas chocolateras buscan impulsar la producción de cacao en México, la base de la fabricación del chocolate.

En el país, el cacao se produce principalmente en Tabasco, Chiapas y Guerrero. En 2021, la producción en Tabasco ascendió a cerca de 17,400 toneladas métricas, mientras que en Chiapas alcanzó las 10,406 toneladas métricas y en Guerrero llegó a 2,917 toneladas métricas, según Statista. Pero estos volúmenes están lejos de los dos millones de toneladas que produjo el año pasado Costa de Marfil, el mayor productor global.

En América, Ecuador, Brasil y Perú lideran la producción de cacao. Mars, por ejemplo, obtiene entre dos y 2.5 toneladas en algunas de las parcelas que tiene en Ecuador, mientras que en México obtiene menos de la mitad de eso. “¿Cuánto cacao (del que requerimos para producir nuestros productos) es mexicano? Muy poco, porque no hay mucho en México”, dice Gabriel Fernández, director general de Mars Wrigley Latinoamérica Norte.

En medio de los esfuerzos por recuperar las plantaciones de árboles de cacao, ECOM se ha convertido en la columna vertebral de diversos proyectos en Chiapas, con el fin de aumentar la producción para satisfacer las necesidades de cocoa, manteca y pasta de cacao, que vende a terceros.

Janet Gómez Barrios, la directora de la compañía en México, explica que, además del programa de Hershey’s trabajan de la mano con otras compañías chocolateras como Ferrero, Nestlé y Mars, que también comercializan barras de chocolate y otros productos confitados. “Es por la necesidad que hay de las materias primas”, declara. “Uno de los objetivos es incrementar la productividad y eso se logra con genética”.

El corazón de cada proyecto es el mismo: otorgar plantas injertadas a los productores y acompañarlos hasta que aprendan los cuidados de las plantas, el componente social lo elige la empresa. ECOM compra el cacao a los productores y lo vende en forma de pasta, cocoa para repostería o manteca de cacao.

Grupo Ferrero anunció a mediados de año una inversión de 10 millones de pesos para recuperar 67 hectáreas de cultivo de cacao en la región del Soconusco, Chiapas, con el objetivo de triplicar la producción de esta materia prima, que es la base en la fabricación de sus productos.

La intención, dice Paolo Cornero, presidente y director general de Ferrero México, es que las cosechas que dejan de 100 a 500 kilogramos por hectárea pasen de 400 a 1,500 kilogramos por cada 100 metros de sembradío.

Con Mars, el proyecto se desarrolla en Pichucalco, Chiapas. Fernández, director general de Mars Wrigley Latinoamérica Norte, comenta que el programa Por Amor al Cacao tiene una década, lapso en el que los trabajadores aumentaron su producción de 200 kilos a 900 kilos por hectárea. Mars ha invertido entre 10 y 12 millones de pesos en este proyecto.

“Hay condiciones para que el cacao crezca muy bien, tanto en Tabasco como en Chiapas”, dice Fernández. “Estamos trabajando con 100 parcelas y cuando logremos llevar todas a una producción de una tonelada ya podremos verdaderamente hablar de ‘incorporar cacao mexicano’ a nuestros productos”, detalla.

El directivo proyecta que la integración del cacao mexicano en su cadena productiva ocurrirá en el corto plazo. “Tenemos el sueño de que muchos productos de Turín empiecen a salir con cacao mexicano. Calculo que empezaremos a producir por primera vez algo con cacao mexicano entre 2023 y 2024”, concluye.

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