Información La Razón de México
En su participación virtual en la Cumbre G20, el Presidente Andrés Manuel López Obrador expuso a líderes de Estados las lecciones importantes que el Gobierno mexicano obtuvo “de las dos crisis, la sanitaria y la económica”, entre las que priorizó a la salud como derecho humano.
El mandatario enlistó cinco puntos en los que habló acerca de garantizar la atención médica por parte del Estado, la buena alimentación y el papel de la familia como institución.
Destacó el hecho de confiar en la gente y no imponer medidas autoritarias como el confinamiento excesivo
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También explicó la necesidad de comenzar con el rescate económico “de abajo hacia arriba” y a evitar el endeudamiento, “menos aún si es en beneficio de pocos y a costa del sufrimiento de muchos”, señaló.
Al respecto, López Obrador indicó que en su participación del día de mañana hablará más sobre el tema de la recuperación económica.
¿Qué dijo el Presidente?
Estos son los puntos que el presidente Andrés Manuel López Obrador expuso en la Cumbre G20.
La salud es un derecho humano y fundamental que el Estado debe garantizar, haciendo a un lado el afán de lucro. La atención médica, vacunas y medicinas deben ser gratuitas y de aplicación universal, como lo establece la resolución de México aprobada en la ONU casi con unanimidad, con 179 países a favor.
Es mejor prevenir que curar. De ahí la importancia de promover una alimentación saludable. Evitar los productos con excesos de sal, azúcares, grasas y químicos. Tengamos en cuenta que los más afectados por la pandemia han sido los enfermos de hipertensión, diabetes, obesidad y estas enfermedades crónicas se originan o se precipitan por la mala alimentación y la ausencia del ejercicio físico y del deporte.
Considerar a la familia como la principal institución de seguridad social. Evitar su desintegración y no abandonar a los adultos mayores, en albergues o asilos que por confortables que sean nunca suplirán el amor de los seres queridos.
Confiar más en la responsabilidad de la gente. Garantizar ante toda la circunstancia la libertad y abandonar la tentación de imponer medidas autoritarias como el confinamiento excesivo o el toque de queda. Nada por la fuerza, todo por el convencimiento y la razón.
El rescate económico debe hacerse de abajo hacia arriba, primero ayudar a los pobres y no centrar las acciones gubernamentales en destinar fondos públicos en empresas o instituciones financieras en quiebra. No convertir las deudas privadas en deuda pública. Evitar el endeudamiento y menos aún si es en beneficio de pocos y a costa del sufrimiento de muchos y de las nuevas generaciones.
