El plantel médico recién regenerado, Ignacio Morones Prieto, se convirtió en un refugio donde ex funcionarios de la maldita herencia, colocaron en la nómina tras la depuración de los Servicios Estatales de Salud.
El mandatario estatal Ricardo Gallardo afirmó que deberá realizarse una nueva revisión, en la plantilla de ese hospital.
Con la ex secretaria de Salud Mónica Rangel -apuntó-, detectamos que gente cercana a ella, salió de la dependencia, pero la metieron en la nómina del Hospital Central.
Gallardo apuntó que aún son varios los prietitos en el arroz, identificados con la maldita herencia, con un perfil de servicio muy deficiente, en el que no brindan atención, y solo devengan un salario.
Eso hay que cambiarlo -dijo-, hemos hecho muchas inversiones, para que haya un mayor equipamiento, mejor atención, y que sobretodo sea humana.
Personal de ese plantel médico, hace poco, habría cometido discriminación contra un paciente en situación de calle.
El gobernador, afirmó que el nuevo proceso de limpieza, entre el personal, será realizado en grupos de hasta 10 personas, para evitar que se afecte el servicio.
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