Sheinbaum quiere dejar huella en Constitución de la CDMX; oposición ve campaña

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Para el PAN, este blindaje de los programas bandera del gobierno de Sheinbaum responde a intereses de promoción personalizada rumbo al 2024.

Expansión.- Los programas bandera del gobierno de la Ciudad de México, como las becas a niños de educación básica y apoyos para el mejoramiento de escuelas, ya fueron elevados a rango constitucional, lo que implica que ahora se convierten en un derecho de los habitantes de la capital que cada año tendrá garantizada una partida presupuestal propia.

Al Congreso capitalino recientemente llegó otra propuesta de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para su discusión ante el pleno en materia de internet gratuito y así dar vida a un servicio transexenal en más de 29,000 postes del C5 en las 16 alcaldías, así como sitios públicos, escuelas, hospitales y unidades habitacionales

Mientras diputados de Morena aseguran que este tema podría ser desahogado rápidamente en febrero o marzo de 2023 cuando inicie el periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Ciudad de México, el PAN advierte que el blindaje de programas es un “engaño propagandístico” por parte de la mandataria local para tratar de elevar su popularidad con miras a las elecciones de 2024.

Marco Arellano Toledo, politólogo y catedrático de la UNAM, aseguró que llevar programas a la Constitución es políticamente muy visible para el gobierno en turno, pero no resultan la mejor opción.

“Que estén en la Constitución no los hace mejores, hay muchos derechos que están constitucionalizados y que no se respetan, el agua por ejemplo, está en la Constitución y hay personas en Iztapalapa que no tienen acceso a ese recurso”, señaló.

De programas sociales a derechos irreversibles

Desde que inició su administración, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, se decidió a borrar el programa “Niños Talento” que era una de las banderas de Miguel Ángel Mancera –su antecesor– para posteriormente implementar su propio programa de becas dirigido a todo aquel niño que estudie en escuela pública en el nivel básico.

Una de sus principales justificaciones para la implementación de “Mi Beca Para Empezar”, que también es parte de su discurso, cada vez que “presume” sus programas en otras entidades del país o en sus informes de gobierno, es que todos los niños de la Ciudad de México tienen el derecho de recibir apoyo y que el programa niños talento solo causaba un problema que incluso podía caer en un tema de discriminación.

El programa fue anunciado a mediados de 2019, pero entró en operación el 1 de septiembre de ese mismo año con un padrón de 1.1 millones de niños. En un inicio se dispersaron entre 330 y 400 pesos mensuales a los beneficiarios.

Tras las elecciones de 2021, cuando el mapa político de la Ciudad de México se partió en dos, el gobierno capitalino dio un giro a su imagen institucional para homologar los programas sociales con los del gobierno federal, de esta manera este cambió a “Bienestar para niños y niñas, Mi Beca para Empezar” que incluyó un cambio de tarjetas.

En ese mismo año, el programa de becas escolares se vio envuelto en una polémica luego de que en un evento público de entrega de tarjetas a niños en escuelas de educación básica, Luis Humberto Fernández, titular de la autoridad educativa federal llamó a este programa como la “tarjeta Claudia”, lo que le valió incluso denuncias a la mandataria capitalina ante los órganos electorales por promoción personalizada.

En 2022, Claudia Sheinbaum decidió enviar al congreso capitalino una iniciativa de ley para elevar el programa de becas a rango constitucional, misma que fue aprobada en noviembre de este año. Ahora Sheinbaum, también busca que el internet gratuito, sea un derecho para los habitantes de la Ciudad de México.

Van por ley de internet gratuito

El pasado 6 de diciembre, José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, presentó la iniciativa de ley para elevar a rango constitucional los puntos de acceso a internet gratuitos en la Ciudad de México.

En rueda de prensa, el funcionario explicó que lo que se busca es que al año se destine la suficiencia presupuestal para la operación, mantenimiento y aumento de puntos de acceso a internet gratuitos en la capital.

“El internet es un habilitador de derechos, el derecho a la información, el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la educación y si uno inhabilita este derecho, es una prioridad”, declaró.

La oposición tiene “otros datos”

Federico Döring, recién nombrado vicecoordinador del PAN en el Congreso de la Ciudad de México, consideró que este blindaje de los programas bandera del gobierno de Sheinbaum en la Constitución responde a intereses de promoción personalizada.

Dijo que era innecesario que las becas o el programa de internet gratuito elevarlos a rango constitucional, pues existen derechos que ya están asentados en la Constitución.

“Solo utiliza al Congreso para legitimar temas propagandísticos, no necesita blindar programas; desde que se hizo la constitución, el derecho al acceso a internet está asentado en el artículo 8 y ella (la jefa de gobierno) está obligada a garantizar el acceso a internet en espacios públicos”, señaló en entrevista.

“Gana la ciudadanía”

El politólogo Marco Arellano Toledo afirmó que elevar a rango constitucional los programas sociales no hace mejor a la actual administración capitalina, sin embargo, garantizar un derecho a la ciudadanía nunca está de sobra y al final ganan los beneficiarios.

Dijo que el hecho de ser el gestor de un programa social y que se dé continuidad a futuro, políticamente es un tema que no será bien visto por futuros gobernantes, aunque sean del mismo partido político.

“Quienes son los perdedores son la oposición porque en caso de que llegaran a gobernar, les obliga a continuar un programa que no es de su autoría; o sea, no eres el padre o madre de esos programas, sino cuando llegas, este ya fue impuesto y no recibiste el beneficio político”, explicó.

Dijo que programas como las becas escolares o el internet gratuito siempre serán objeto de críticas por parte de partidos opositores sobre el uso de estos temas con fines electorales y más aún cuando hay una clara aspiración de Sheinbaum por contender hacia el 2024.

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