¿Te puedes ahogar en arenas movedizas? La ciencia explica qué pasaría

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Univisión.- Las arenas movedizas son algunos de los terrenos más peligrosos en la naturaleza y su efecto mortal tiene una explicación científica.

La cultura popular ha explotado el recurso de las arenas movedizas para poner en peligro a protagonistas de películas y eliminar personajes trágicamente o escapar de ellas de manera heroica.

Las arenas movedizas son tan populares que incluso existe una investigación sobre su aparición en el cine, la cual demostró que, en los 60, una de cada 35 producciones incluía escenas de arenas movedizas.

Las arenas movedizas no son un invento de Hollywood y hay lugares en el planeta donde existen realmente; sin embargo, sus efectos se rigen por reglas que, probablemente, las películas han pasado por alto.

Las arenas movedizas pueden parecer un terreno sólido seguro, pero al someter fuerza en ellas pueden cambiar su viscosidad y es lo que provoca el hundimiento.

Ese efecto se debe a que la arena movediza es un fluido no newtoniano, lo cual significa que cambian sus propiedades sólidas a viscosas cuando sufren una perturbación externa, que podría ser una pisada accidental.

Un fluido no newtoniano es todo aquel cuya viscosidad cambia con la temperatura y el esfuerzo de tensión. Por lo tanto, su comportamiento no tiene una viscosidad definida.

Un cambio mínimo en la tensión de la arena provoca una alteración en su formación y no soporta el peso aplicado. Por eso se cree que, entre más esfuerzo se haga por salir de ellas, más rápido ocurre el hundimiento.

Existe la creencia de que las arenas movedizas se encuentran en desiertos; sin embargo, para su formación se requiere de agua y en los desiertos la humedad es mínima.

El agua en la arena es el factor por el cual el terreno adquiere sus propiedades viscosas, ya que la tensión causa un efecto de licuefacción que provoca la absorción o el hundimiento.

Las formaciones de arena movediza ocurren en zonas de ríos, lagunas, pantanos o cerca de la costa. Además, lucen como lodo o charcos muy grandes, no como arena de desierto.

En 2005, Daniel Bonn realizó un experimento para comprobar si un objeto con el mismo peso y movimiento simulado de una persona atrapada se hundiría en arenas movedizas y demostró que no sería posible.

Cuando el agua se volvía a licuar con la arena, los objetos hundidos volvían a flotar a la superficie, pero no es tan fácil escapar de ellas.

Bonn demostró que se necesitan 100 mil newtons, o la fuerza equivalente para levantar un auto, para liberar un pie atrapado en arena movediza.

Además, otra investigación descubrió que usualmente las áreas de arena movedizas no son más profundas que el tamaño de un humano promedio, por lo que hay pocas probabilidades de ahogarse.

Existen arenas movedizas secas que pueden ser más profundas y mortales, ya que el efecto de licuefacción no es el mismo y es más complicado salir de ellas, pero hay casos de rescates exitosos.

En cualquier escenario, lo ideal es mantener la calma e intentar distribuir el peso en la arena para que la física haga su trabajo y arroje el cuerpo a la superficie, aunque será más fácil salir sin ayuda.

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