La doctora en Derecho, Violeta Mendezcarlo Silva, manifestó que como población estamos llegando a un excesivo consumo de agua; según cifras, estamos gastando por el orden de 300 litros diariamente de manera individual, eso significa excedemos el máximo que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Derecho Humano al Agua sobre los 100 litros de agua por día.
La profesora investigadora de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija”, reiteró que el exceso es considerable y se debe a una serie de prácticas culturales que nada abonan al ahorro del vital líquido; además, no la apreciamos al no darle precio justo, las tarifas son bastante bajas y en muchas ocasiones no reflejan las dificultades de los organismos operadores para obtenerla.
En otros lados, las tarifas son injustas porque las personas están pagando agua sin tener el servicio. Por lo tanto, consideró importante hacer una revisión en ese sentido y darle su justo valor.
Mendezcarlo Silva, manifestó que, desde diferentes perspectivas es importante imponer sanciones, es decir, desde el punto de vista de los usuarios que incurren en el desperdicio de agua, en una inadecuada gestión de la misma; pero también los fraccionadores que de alguna manera no cumplen con los requisitos impuestos por los ayuntamientos para municipalizar sus fraccionamientos, y entonces las personas se quedan en una insuficiencia de abastecimiento de manera permanente.
En otro tenor, las empresas deben ser vigiladas, inspeccionadas, y sancionadas, si eso es necesario, pero también las autoridades al final tienen una serie de compromisos en cuanto al cumplimiento, lo cual podría llevarlos a una responsabilidad de servidores públicos.
“Me parece que todos los sujetos debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad y comenzar a trabajar. Tenemos que volver a un Estado más eficiente en cuanto a la gestión del agua y eso implica que el marco normativo de verdad se aplique”.