Hombres y mujeres de entre 10 y 29 años de edad representan el 43.1 % del total de personas desaparecidas y no localizadas en el país; le siguen adultos de entre 30 y 44 años con el 29.7 %
Milenio.- Cuando se habla sobre el fenómeno de las desapariciones en México se aborda como una problemática generalizada con un impacto directo en las familias, pero existe un sector de la población que se encuentra como la principal víctima en esta situación: los jóvenes.
En un país en el que hay 110 mil 891 personas desaparecidas y no localizadas, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), destaca que 43.1 % se trate de jóvenes entre los 10 y 29 años de edad, mientras que el 29.7 % corresponde a adultos entre 30 y 44 años.
La concentración que se presenta en estos grupos no tiene un fundamento preciso por parte de autoridades que, rebasadas por la inmensa cantidad de casos, no han podido hacer frente a la situación y, por tanto, judicialmente se quedan sin explicación. No obstante, la academia ha abordado el tema e intentado esbozar los motivos.
Qué hay detrás de la desaparición de mujeres y varones jóvenes
En el contexto de inseguridad y violencia en el que se encuentra el país (con picos en ciertos estados y regiones) la Universidad de Guadalajara (UdG) ha tomado la batuta con el impulso de un Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de Personas.
Como integrante y coordinadora de él, Dolores del Carmen Chinas, doctora en Ciencias Sociales, ha referido que se tienen hipótesis sobre las razones de por qué las desapariciones se reportan con mayor índice en personas jóvenes, aunque señala una diferencia en lo que ocurre entre varones y mujeres.
En cuanto a hombres de entre 10 y 29 años, se registran 32 mil 499 casos en proceso de investigación, según datos del RNPDNO. La principal explicacióndetrás de ello, es que las organizaciones criminales buscan integrarlos a sus filas y les obligan a “trabajar” en ellas.
“Les reclutan para fines de la delincuencia organizada y en ese sentido, por eso muchas veces las familias insisten en la búsqueda porque no necesariamente el término es privación inmediata de la vida, sino que puede ser que estén retenidos y si se les busca se les podrían encontrar”, explicó Chinas en entrevista para Milenio.
En relación con las mujeres jóvenes, son 15 mil 119 casos acumulados y la académica enfoca su hipótesis en que las desapariciones se vinculan a la trata de personas con fines de comercio sexual. No obstante, también considera como una posible motivación el tema de la violencia intrafamiliar, aunque esto en mucho menor medida.
La entidad jalisciense es actualmente la de mayor incidencia en cuanto a desapariciones. Las cifras oficiales dan cuenta que actualmente existen casi 15 mil personas en estatus de desaparecidas o no localizadas, número que ha sido criticado por organizaciones civiles y activistas debido a la posibilidad de que no sea un reflejo certero de la realidad.
Con un encauzamiento —naturalmente— en el ámbito estatal, la doctora por la UdG ha especificado que en el agravamiento de la problemática las autoridades tienen una responsabilidad directa. Aunque mencionó el papel que debe asumir la Federación, ahondó en lo que ha sucedido bajo la actual gestión de Enrique Alfaro.
“No se implementó una estrategia adecuada desde un inicio por parte de la administración del estado”, acusó. Por ello y junto al Comité, la académica plantea la necesidad de crear e implementar una estrategia integral junto a autoridades con miras en la nueva administración estatal (en junio del próximo año se elegirá a un nuevo gobernador en Jalisco).