Mejorar el desempeño académico es el mayor reto en este regreso a clases

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A nivel nacional, solo 16% de las y los alumnos alcanza un nivel de desempeño tres y cuatro en esta asignatura. Es decir, la mayoría no logra resolver problemas matemáticos de complejidad mayor.

Expansión.- El ciclo escolar 2023-2024 inicia este lunes 28 de agosto con el gran reto de disminuir el rezago académico de los estudiantes. Esta meta, pendiente desde el regreso a clases presenciales después del confinamiento por la pandemia de covid-19, tendrá que afrontarse en medio de nuevas complicaciones.

No hay certeza de cómo trabajará el cuerpo docente con los nuevos libros de texto gratuitos, que acumulan dudas sobre la calidad de sus contenidos y reportan retrasos en su distribución. Aunado a que los más de 24 millones de alumnos de educación básica vuelven a las aulas con un nuevo plan de estudios que no fue probado en las escuelas y con profesores sin la capacitación necesaria para implementar el nuevo modelo educativo.

Mejorar el desempeño académico es un reto mayor porque a nivel nacional solo 16% de los estudiantes de secundaria tiene un buen conocimiento de matemáticas, según un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y el rezago escolar aumentó entre 2018 y 2022, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A esto se suma que en algunas entidades federativas, como Michoacán y Chiapas, no se tiene una cobertura educativa completa para toda su población en edad de cursar la secundaria.

Bajo rendimiento escolar

Las matemáticas son el problema de muchos adolescentes que cursan la secundaria en México. A nivel nacional, solo 16% de los alumnos alcanza un nivel de desempeño tres y cuatro en esta asignatura. Es decir, la mayoría no logra resolver problemas matemáticos de complejidad mayor.

Esta proporción se mantiene en el país desde 2022, lo que muestra que no hubo mejora de un año a otro, de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal 2023, elaborado por el IMCO. En la sección “Sociedad” de esta medición se evalúan indicadores relacionados con la salud, la educación y la inclusión.

Con 29%, Sinaloa es el estado con el mayor porcentaje de alumnos con un buen desempeño matemático, mientras que Tlaxcala registra el peor avance, con únicamente 0.1% de sus estudiantes de secundaria con habilidades matemáticas amplias.

Este índice arrojó también que entre 2022 y 2023 empeoró la cobertura educativa en México. En el caso concreto del nivel secundaria, la tasa bruta de escolarización disminuyó de 95.4% a 94.7%. Esto significa que hay entidades federativas que no logran incorporar a toda su población en edad de cursar la secundaria a la educación formal, como sucede con Michoacán, que tiene una tasa de cobertura educativa de 82%, y Chiapas, con 83%.

Sin embargo, otros sistemas educativos estatales atienden a más estudiantes de los que viven en sus demarcaciones. Es el caso de la Ciudad de México, que registra una cobertura de secundaria de 124% y de Quintana Roo, con 106%.

El bajo rendimiento escolar es producto, entre otros factores, de la crisis educativa que ahondó la pandemia de covid-19 y que, a la fecha, no ha sido atendida con eficiencia por las autoridades educativas, explica Fernanda Domínguez de Echeverría, coordinadora de Educación del IMCO.

Aunque estos datos permiten dimensionar el bajo rendimiento escolar, medir con exactitud el problema es difícil porque la Secretaría de Educación Pública (SEP) eliminó las evaluaciones educativas. No obstante, el Banco Mundial ha estimado que la pérdida de aprendizajes en México después de la pandemia equivale, al menos, a dos años.

“El impacto no lo podemos conocer porque se eliminaron las evaluaciones educativas. No podemos conocer el grado de pérdida de aprendizajes o de dónde están nuestros jóvenes hoy. La política educativa ahorita se está diseñando a palos de ciego”, lamenta la especialista.

Pese a este panorama, los nuevos libros de texto gratuitos redujeron los contenidos matemáticos, según han denunciado algunas familias, organizaciones y expertos en pedagogía. La SEP ha negado esto, pero especialistas subrayan que los temas presentes en los libros se quedan en el campo práctico.

“Al restarle importancia a materias tan importantes como las ciencias exactas, como matemáticas, pues los niños van a dejar de desarrollar este pensamiento lógico-matemático porque, por ejemplo, las matemáticas quedan literalmente rezagadas, bueno, más bien, reducidas a su uso práctico”, advierte.

En el último año del gobierno del priista Enrique Peña Nieto se reportó que 19% de la población, equivalente a 23.5 millones de personas, estaba en situación de rezago educativo. Para 2022, la proporción se incrementó a 19.4%, es decir, 25.1 millones de personas.

Lo anterior confirma que el reto es inmenso en este regreso a clases. “Si bien la pandemia ya acabó, la crisis educativa que surgió a raíz de la pandemia continúa. Tenemos a más de millón y medio de alumnos que no han logrado volver a las aula”, expone la experta del IMCO.

A probar un nuevo plan de estudios

Otra dificultad que se enfrentará en este regreso a clases es la implementación del nuevo plan de estudios sin haber capacitado a la totalidad del cuerpo docente en su aplicación.

Este plan de estudio para la educación básica se publicó en agosto de 2022 y la SEP anunció que llevaría a cabo un programa piloto en algunas escuelas del país antes de aplicarlo a nivel nacional. Sin embargo, un amparo ordenó a la dependencia detener el programa piloto. Así que el ciclo escolar 2022-2023 iniciará con un nuevo modelo educativo que no fue probado previamente.

“Es positivo que hayan cancelado el programa piloto porque no tenía ningún sentido sin docentes calificados. Pero, ¿cómo van a tener docentes calificados si no hay presupuesto para su capacitación? Si como autoridad educativa estás implementando un nuevo plan de estudios, uno pensaría que el presupuesto va a ser importante, ¿no? Y no, no lo fue. Hubo un crecimiento bastante ligero en comparación con 2022, pero aun así fue totalmente insuficiente porque no hemos logrado recuperar presupuestos pre-pandemia”, apunta.

A decir de Fernanda Domínguez, investigadora del IMCO, otro aspecto preocupante del nuevo plan de estudios es su afirmación de que la educación en México no prioriza formar capital humano. “¿Y qué es el capital humano? Es, literalmente, tener jóvenes calificados, jóvenes talentosos, que desarrollen habilidades y capacidades que el mercado laboral necesita, pero que también les da herramientas para encontrar mejores oportunidades y condiciones laborales”, explica.

Además, el nuevo plan de estudios se aplica en primaria, preescolar y secundaria, pero no en bachillerato, lo que podría causar un desfase al ingresar a medio superior y aprender ahí con otro modelo.

“El perfil de ingreso de una niña que sale de secundaria no empata, no va a tener nada que ver con el perfil de ingreso de alguien de bachillerato. Entonces, esto, posiblemente, se traduzca en un aumento de deserción escolar para la media superior”, advierte.

En medio de estas problemáticas, las escuelas se alistan para iniciar el próximo ciclo escolar y en muchos casos será sin la totalidad de los libros de texto gratuitos.

Independientemente de los amparos y resoluciones judiciales que han frenado la distribución de los ejemplares en Chihuahua, Coahuila y el Estado de México, y de la decisión de los gobiernos de Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro de no usar los libros, en el resto de estados no se ha concretado la entrega completa.

Algunas secretarías de educación locales han informado que los libros de secundaria y preescolar llegarían hasta septiembre a sus escuelas.

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