La línea de cruceros considera que el mercado latino se ha “sofisticado”, por lo que prevé la inclusión de productos como el Icon of the Seas, el crucero más grande del mundo.
Expansión.- La línea de cruceros Royal Caribbean International ve en el mercado latinoamericano la oportunidad de crecer a través de la tropicalización de su oferta, que comúnmente se centra en turistas estadounidenses, canadienses y europeos. A raíz del crecimiento de los turistas latinos, la compañía busca incursionar con ofertas diferenciadas, pero también con producto nuevo, como el crucero más grande del mundo.
La compañía desembarca turistas en Puerto Costa Maya (Mahahual), Cozumel y Progreso, en la Riviera Maya, así como en Cabo San Lucas, Huatulco, Puerto Vallarta, Manzanillo, Ensenada y Mazatlán. Pero paulatinamente se ha enfocado en crear alternativas para turistas latinoamericanos que quizá no pueden tomar un crucero desde Estados Unidos –particularmente en Miami, bastión de la industria, porque no tienen una visa para ingresar al país.
“A partir de diciembre tendremos el Rhapsody of the Seas saliendo de Panamá, es un producto sin visa, con una propuesta de valor muy positiva porque el paquete de bebidas de lujo está incluido en todo el itinerario. Es un recorrido que le gusta mucho a los latinoamericanos: hacer Aruba, Curazao, Cartagena y Panamá”, explica en entrevista Alberto Muñoz, vicepresidente de Royal Caribbean International para Latinoamérica y el Caribe.
“Nos hemos tomado a la tarea de tropicalizar este producto con la comida, el entretenimiento, el hecho de que la tripulación hable castellano. Esto también ayuda mucho”, agrega.
La aportación de Latinoamérica en el número de pasajeros ha sido tradicionalmente baja. En 2022, México aportó tan sólo 1% de todos los cruceristas de la región norteamericana –unos 133,000 turistas–, mientras que Brasil originó 284,000 pasajeros, con lo cual concentró un 60% del mercado sudamericano, según datos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por su sigla en inglés).
Sin embargo, como destino, Latinoamérica –y particularmente el Caribe– se mantiene con una gran fortaleza, destinos como el Caribe mexicano, Bahamas y Bermuda. Pero del lado mexicano hay un particular interés en itinerarios como Alaska, que en la región ya se ha convertido en la tercera región más popular del mercado norteamericano.
“Los latinoamericanos, en general, se han ido sofisticando cada vez más a la hora de viajar. En el pasado se creía que esto de andar en crucero era para gente que tenía muchísimo dinero y entonces se convertía en algo aspiracional, pero cada vez hay más posibilidad”, agrega Muñoz.
El crucero más grande del mundo
A corto plazo, Royal Caribbean alista la puesta en operación de dos nuevas embarcaciones: Celebrity Ascent y el Icon of the Seas, que será el crucero más grande jamás construido.
Celebrity Ascent será puesto en marcha en noviembre a través de Celebrity Cruises, la marca de Royal Caribbean Group enfocada en el segmento premium. Mientras, el Icon of the Seas –una megaembarcación con capacidad para 5,610 pasajeros y 2,350 tripulantes– será puesto en marcha a inicios de 2024.
El Icon of the Seas es una embarcación de alrededor de 2,000 millones de dólares construido en Finlandia. Tendrá 20 pisos e incluso se dividirá en ocho barrios para ofrecer distintas experiencias. Además, con siete albercas y varios toboganes, busca convertirse también en el parque acuático más grande del mar.
El nuevo gigante zarpará de Miami con itinerarios de siete noches, y Muñoz asegura que la demanda se ha elevado a tal punto que ya se abrió la venta para reservaciones en 2025 y 2026. El Icon of the Seas cubrirá los itinerarios de Caribe Oriental y Caribe Occidental, por lo que atracará en Costa Maya y Cozumel.
“Un barco nuevo nunca se vendió tan pronto de antemano sin comenzar a navegar”, asegura el directivo. “El Icon se ha convertido en el destino; el que es crucerista, e incluso el que no conoce tanto de barcos, lo que quieren es poner un pie en el Icon y conocerlo. Obviamente que la gente siempre evalúa el destino, un poco el itinerario, pero aquí el driver está haciendo el barco”, concluye.