Milenio.- Servicios Aeroportuarios, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) entregará, antes de que concluya este año, 13 terminales aéreas al Ejército y la Marina, con lo que transferirá hasta 64% de sus operaciones a las fuerzas armadas, que ahora controlarán algunos de los aeropuertos enclavados en las zonas más calientes del país, en entidades con fuerte presencia del crimen organizado.
El último reporte financiero de la empresa gubernamental, publicado a finales de mayo pasado, detalla que las administraciones de distintos aeropuertos de Tamaulipas, Sonora, Baja California y Campeche, además de Oaxaca, pasarán de manos civiles a militares.
Esta nueva fase llevará a que 16% de las terminales aéreas en territorio mexicano se encuentren ahora bajo el control militar.
Las terminales aeroportuarias que serán entregadas al Ejército Mexicano son Nuevo Laredo, en Tamaulipas; Ixtepec, en el Istmo de Tehuantepec, así como Campeche, en el estado de ese nombre.
Dichas terminales se sumarán al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ubicado en el Estado de México, así como al de Chetumal, en Quintana Roo, los cuales ya se encuentran bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como parte del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GOMM).
Por su parte, la Secretaría de Marina-Armada (Semar) recibirá otras instalaciones que se encuentran en puntos estratégicos como Matamoros, en Tamaulipas; Ciudad del Carmen, en Campeche; Loreto, en Baja California Sur; Guaymas y Obregón, en Sonora, y Colima.
ASA informó que también se entregarán a las fuerzas armadas los aeropuertos de Ciudad Victoria, Tamaulipas; Nogales, Sonora, y Uruapan, Michoacán, aunque se mantiene bajo estudio si pasarán al control de la Marina o del Ejército.
Dichas terminales se encuentran en zonas estratégicas, como la Sonda de Campeche o en regiones de influencia de organizaciones como los cárteles del Noreste, Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa.
Sobre los aeropuertos en Sonora, Tamaulipas y Michoacán, son terminales ubicadas en entidades donde dos o más agrupaciones criminales mantienen disputas por el control del territorio.
Un mando militar consultado reconoció que los aeropuertos que serán transferidos “son puntos calientes”, en donde se ha detectado contrabando o incluso uso de las instalaciones por parte de organizaciones delictivas.
En el caso de Ixtepec, la zona ha sido testigo de la fuerte actividad de vuelos clandestinos cargados de droga desde Colombia, además de que será uno de los puntos de entrada y salida del Corredor Transístmico.
De la información, revisada por MILENIO, se desprende que la Marina —que ya controla el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. —incluso creará el Grupo Aeroportuario Casiopea, en el cual se aglutinarán las distintas terminales aéreas que ya están bajo mando naval y las cuales representan más de 40% de la transportación de pasajeros aéreos en el país y 60% del movimiento de carga.