Abad es el primer apagafuegos fallecido en 70 años del Cuerpo de Bomberos
Blakely Morales
Se realizó en la estación central de los bomberos metropolitanos de SLP, el homenaje de cuerpo presente al operador primero Carlos Eduardo Abad Altamirano, quien falleció en cumplimiento de su deber el domingo pasado por la madrugada, mientras atendía un incidente en la carretera 57 a la altura del entronque hacia Villa de Reyes.
Se trata de la primera defunción de un bombero en medio de un siniestro, en 71 años que tiene de existencia el Honorable Cuerpo de Bomberos de San Luis Potosí, según dijo el comandante de la institución, Adolfo Benavente Duque, en una breve entrevista con medios de comunicación, durante las guardias de honor al compañero caído este martes.
“71 años tiene la corporación, y lamentablemente Carlos es el primer compañero que muere en servicio; hemos tenido accidentes sí, afortunadamente no habían perdido la vida, aunque lamentablemente dos compañeros sí quedaron bastante afectados”, comentó Benavente.
Luego de una misa que se llevó a cabo en el Templo de la Venida del Espírito Santo, a las once de la mañana, el féretro llegó a la estación central ubicada en avenida Mariano Jiménez, dónde ya lo esperaban decenas de sus compañeros, así como paramédicos y grupos de rescatistas independientes, quienes entre lágrimas, acudieron a despedir a Carlos a Abad, recordando las risas, con una selección de imágenes que se proyectaron a la manera de una presentación
Estuvieron presentes familiares y amigos, algunos que tuvieron que viajar desde Agua Prieta, Sonora, de dónde era originario; para poder despedirlo, entre ellos su madre, sus tíos, primos y algunos sobrinos, que entre sollozos recordaron a un hombre sonriente y siempre dispuesto a ayudar a los demás.
En un pequeño espacio en el acceso a la Central principal del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos, junto al altar a la Virgen de Guadalupe, los apagafuegos dispusieron una mesa en la que colocaron la indumentaria de Carlos Eduardo Abad Altamirano: sus botas de hule, su traje contra incendios y sus gafas protectoras, acompañadas de veladoras.
También colocaron imágenes del fallecido en acción, una rescatando una niña en medio de una inundación, y otra sentado en la puerta de uno de los camiones de bomberos, con el casco puesto, sosteniendo un cartel que dice: “Trabajar con orgullo, vivir para servir a los demás”.
Es así como será recordado, Carlos Abad, quien tenía apenas 37 años y deja a una niña menor, y tres más que había adoptado. Uno de sus hermanos, recordó así los inicios de Abad, como lo conocían en el gremio y fuera de ahí:
“Mucho reconocimiento en su calidad humana, como persona, siempre fue muy atento, muy servicial, siempre andaba muy contento, muy platicador, le gustaba ayudar; en todos los aspectos, en cualquier situación siempre le gustaba ayudar; desde muy chico le llamó la atención ser bombero, realizó su sueño, estuvo en la estación de Agua Prieta, Sonora, se capacitó mucho de aquel lado; regresó aquí a San Luis a trabajar, y nuevamente comenzó de cero como bombero voluntario con el comandante Benavente y fue ascendiendo hasta ser operador de primera; desafortunadamente en este incidente, pero terminó como siempre le hubiera gustado, laborando y ayudando a la gente”.
También el comandante Adolfo Benavente Duque, lo recordó como un bombero pacífico, que aportaba armonía al grupo; consideró que Abad se despidió de la profesión alegre, y consideró que el accidente donde un tráiler chocó contra el camión de bomberos que finalmente lo arrolló y le quitó la vida, era evitable, por lo que tanto el Cuerpo de Bomberos como la familia de Carlos Abad, han emprendido ya una serie de denuncias para exigir la indemnización, aunque desconoció si existe alguna indagatoria por posible homicidio imprudencial.*
Aparte, el presidente del Comité o Patronato Pro Cuerpo de Bomberos, el ingeniero Raúl Martínez Jiménez pidió a las autoridades y en especial a la Guardia Nacional, reforzar la comunicación con las corporaciones locales, pues se habla de que el día del incidente, Carlos Abad no recibió apoyo de ninguna índole, y que incluso elementos federales arribaron hasta dos horas después.
Martínez Jiménez aseguró que tanto los gastos funerarios como el apoyo para la familia de Carlos Eduardo Abad Altamirano, correrán por cuenta de ese patronato, en tanto resuelven los trámites para acceder a una pensión por parte del Seguro Social.