“Acuerdos de unidad”, estrategia de Morena que se agrega a la suma de membretes

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Especialistas valoran que Morena busca tener “sumatorias” de cuadros y firmar acuerdos como un efecto mediático, pero la unidad será fruto del reparto de candidaturas.

Expansión.- Expriistas, expanistas, deportistas, líderes locales y empresarios han respondido al llamado de Claudia Sheinbaum a firmar “acuerdos de unidad” con Morena rumbo a las elecciones del 2024 , sin embargo, el impacto de estas “sumatorias” ha sido hasta ahora mediático.

Lo evidente es que la cohesión interna aún está pendiente, pues este martes 17 la “coordinadora” de los comités de defensa de la Cuarta Transformación cumple un mes de giras sin lograr esa unidad con uno de sus excontendientes: Marcelo Ebrard.

Con ese pendiente de sumar a Ebrard, la coordinadora Claudia Sheinbaum ha realizado dos tipos de giras, la primera sobre “la esperanza nos une” por prácticamente todo el país y, otra más con una estrategia de firma de acuerdos de “unidad por la Transformación”, ambos son los pilares con los que Morena avanza al 2024 adelantando, nuevamente, los tiempos de la precampaña.

Hasta ahora, la estrategia le ha permitido a Morena anotarse anotado por los menos tres agregados importantes: uno, desfondó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Sinaloa, al que logró quitarle a sus diputados locales; dos, reclutar expanistas y, tres, captar exemecistas, quienes firmaron con Morena el 23 de septiembre.

Existen varios ejemplos de estas “sumas”, como la del 26 de septiembre, cuando se logró “firmar” al senador Jorge Carlos Ramírez Marín, de Yucatán, un priísta por cuatro décadas de trayectoria quien se fue al Partido Verde (PVEM), aliado de Morena, y ahora se encuentra en las listas de aspirantes para ese estado.

Otro más fue arrebatar a Acción Nacional (PAN) al clavadista olímpico y diputado federal Rommel Pacheco, también de Yucatán, quien el 8 de octubre en Colima firmó el pacto unitario con Sheinbaum.

Gustavo López Montiel, politólogo y catedrático de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, plantea, primero, que hay que considerar que si bien estas adhesiones han sido importantes en términos mediáticos, no hay sumas automáticas de votos.

“Lo que pasa es que los políticos tienen una condición: son una cosa con un partido y son otra con otro partido, o sin partido”, es decir, explica, no hay transferencias directas de votos o simpatías.

“Lo que tiene Ramírez Marín es el nombre, sí trae estructura pero no lo suficientemente fuerte para ganar una elección. Tiene apoyos, pero estos eran para él dentro del PRI y no necesariamente se reflejará de la misma forma estando en Morena”, explica el especialista.

En las elecciones locales de 2018 la diferencia entre el PAN, que ganó el gobierno y el PRI, segundo lugar, fue de 1.85%. Pero el PAN, valora el analista, tiene fuerza local, ha gobernado ya desde hace muchos años, y su gobierno ha sido bien evaluado, todo lo cual pesará en la elección del 2024 para renovar la gubernatura.

Lo más probable, aventura, es que Morena apueste a que sea el presidente Andrés Manuel López Obrador el que interfiera y haga campaña.

“Va a tratar de ser el candidato otra vez y jalar los votos”, resalta.

Unidad vs división

Javier Rosiles Salas, politólogo e investigador en la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán de Ocampo (UCEMICH) coincide respecto al valor real de los acuerdos de unidad entorno a Morena:

“Hay que considerar que las explosiones mediáticas por llamarles de alguna manera, no garantizan necesariamente votos”, indica.

Para él, hay un “aglomeramiento de estructuras” que se explica, por ejemplo, en Yucatán, por la debilidad electoral que tiene Morena, de ahí que eche mano de personajes del PRI o el PAN.

Pero en cambio en otras entidades los acuerdos de unidad podrían ser, incluso, contraproducentes.

Por ejemplo, el 23 de septiembre cuando en Sinaloa se pactó con diputados, exdirigentes y exacaldes que renunciaron al PRI, en realidad esa renuncia de priístas pasó a segundo término: lo que destacó fueron las rechiflas contra los nuevos aliados, pero sobre todo la reacción de Sheinbaum, la coordinadora morenista.

Los abucheos fueron dirigidos a los reclutados, pero también a la estrategia de Morena: recoger perfiles, algunos de ellos ya en desgracia, o cuestionados.

Uno de los casos es el de Fernando Pucheta, exalcalde de Mazatlán, quien aspira de nuevo al cargo ahora por Morena y contra el que, junto con sus exfuncionarios, se presentaron en 2021 al menos, 40 denuncias ante el Ministerio Público y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

O el exlíder del PRI en el estado y exalcalde de Culiacán, Jesús Valdés Palazuelos, también denunciado en 2021 por presunto peculado y ejercicio indebido de atribuciones.

Pero Sheinbaum entró a la defensa de los nuevos aliados, a los que prácticamente dijo, hay que perdonar su pasado.

“¿Me van a escuchar sí o no?”, dijo una y otra vez una Sheinbaum molesta por el alud de protestas de los morenistas asistentes al Centro de Eventos FigloSTASE, que así rechazaron a los extricolores.

“Más vale abrir la puerta que cerrarla siempre y hacernos cada vez más chiquitos”, les explicó la exjefa de gobierno, quien apeló a Andrés Manuel López Obrador –quien también reclutó expriístas siendo líder perredista– y a la religión –que permite el arrepentimiento–, con tal de acallar las protestas.

Al día siguiente, 24 de septiembre, la escena se repitió en el Auditorio Guelaguetza, en Oaxaca, cuando se anunció la incorporación del expriísta Eviel Pérez Magaña, excandidato a gobernador y exsenador por el PRI.

El especialista Rosiles Salas recuerda que las estrategias de hacer “sumatorias” tienen un efecto positivo en cuanto a hacerse de fuerza territorial de personajes con influencia local, pero también puede haber rechazo interno y por eso “hay gente que se molesta cuando se meten personajes como Eviel y hay abucheos y rechiflas”.

En la entidad, altamente conflictiva para los partidos en general, el efecto dentro de Morena está aún por verse si es que perfiles morenistas son desplazados. Existe esa posibilidad, pues cinco de los diez diputados de Morena por Oaxaca mantienen su apoyo a Marcelo Ebrard y se han integrado a su asociación civil El Camino de México.

“La unidad es el respeto nada más, nosotros no nos sumaríamos (a los acuerdos de unidad) porque no estamos provocando la desunión” ha declarado el diputado marcelista y oaxaqueño, Daniel Gutiérrez.

Membretes o votos potenciales

Precisamente el especialista López Montiel, del ITESM, refiere que si bien se puede firmar unidad con muchos sectores y personas, en política “siempre hay unidad hasta el punto en el cual hay reparto de poder, si no hay reparto, no hay unidad” y eso es lo que muestra el caso de Ebrard.

Y ese reparto será justo lo que esté en juego en el proceso de definición de candidaturas, en este mes, las nueve para disputar igual número de gubernaturas, pero durante los próximos meses y hasta febrero, para miles de postulaciones a nivel federal y local, pues serán 20 mil los cargos a elección en junio de 2024.

En el caso de López Hernández, el politólogo explica que aunque ya reapareció en Morena, él tiene particular interés en candidaturas del sur sureste. Le interesan dos entidades, Tabasco y Chiapas, “porque son las que le garantizan permanencia en el mediano plazo” a su proyecto, ya que era gobernador tabasqueño y su cuñado, Rutilio Escandón, es el mandatario chiapaneco.

Entre los personajes que han firmado a lo largo y ancho del país figuran dirigentes sindicales y empresariales de diversos ramos.

Sólo por citar algunos casos Jorge Alfredo Molina, líder de la Federación de Sindicatos al Servicio de Gobierno del estado de Michoacán o Isela Licerio Luévanos, líderesa de la sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del lado de los trabajadores.

Y del sector patronal Luis Francisco Quirarte, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Jalisco; Francisco Méndez Solana, presidente en Colima de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) y Roberto Santillán Ferreira, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Michoacán.

Es muy probable, expone Gustavo López Montiel, que detrás de las adhesiones de políticos o liderazgos haya “promesas o la expectativa de candidaturas, por eso están ahí”.

Pero por lo mismo, “hasta que no se definan candidaturas no se verá así habrá unidad y aún así, después habrá grupos inconformes con lo que les dieron o no les dieron y ahí se verá. Pero en realidad esto (la firma de acuerdos) es parte del proceso mediático”.

Además, el catedrático pone sobre la mesa varios puntos a considerar: que hay organizaciones con y sin estructura electoral; que hay grupos de poder sindical o empresarial que juegan con todos o varios partidos políticos, y que aglutinar sectores (comerciantes, por ejemplo) es una práctica común, pues se apela al voto clientelar.

“Hay grupos que si tienen estructuras y por lo regular obtienen candidaturas tanto para los liderazgos como para sus allegados. Por ejemplo, los maestros que si tienen estructura, (pero) siempre hay maestros como candidatos de todos los partidos”.

Hay –agrega López Montiel– otras organizaciones que son grupos de poder como los empresarios, de modo que “la Coparmex tiene candidatos en varios estados y van no sólo por el PRI, PAN o PRD, sino también con Morena”.

En todos los casos son sectores que “juegan con lo que tienen para jugar, en unos casos estructura, en otros casos es un personaje con perfil popular, o poder económico o hacen un equilibrio de poder en un estado”.

Por eso insiste el especialista del ITESM en que las sumatorias son efectistas pero hasta las candidaturas y las campañas se conocerá el impacto electoral de los nuevos aliados.

“Por ejemplo, los grupos empresariales tienen estructuras, pero no son tan amplias como las de los sindicatos, estos pueden comprometer apoyos a cambio de candidaturas de manera más visible, u organizaciones de comerciantes, porque se apela al voto clientelar o corporativo”, agrega López.

Además, Morena tiene la particularidad de que definirá gran parte de sus candidaturas por la vía plurinominal a diputados federales y locales y a regidurías, por la vía de la tómbola, método que un sector de los morenistas aprecia como fórmula real para acceder a un cargo de elección, en condiciones de igualdad entre aspirantes.

En esta elección, el dirigente nacional Mario Delgado, anunció que las acciones afirmativas también serán sorteadas –y no sólo las pluris como marca el estatuto- es decir, las posiciones para personas con discapacidad, migrantes, personas de la diversidad sexual o provenientes de comunidades indígenas y afromexicanas.

Por eso en la megatómbola podrían aspirar decenas de los anotados.

Morena y su Conade

Muchos de los firmantes de los “acuerdos de unidad” en los estados visitados por Sheinbaum ya simpatizaban con Morena o su coalición, otros militan en partidos locales antes cuestionados por el partido guinda –como Fuerza por México– y otros más son deportistas y artistas, sin trabajo político pero, por lo mismo, con perfiles aceptados por los ciudadanos.

Por ejemplo, el 7 de octubre firmó el acuerdo de unidad Juncal Solano, conocida youtuber desde hace años por ser una promotora morenista.

Ese mismo día firmaron una diversidad de personajes, como Gerardo Fernández Abarca, hijo de Vicente Fernández, empresario dedicado a la charrería, además de deportistas, uno de los sectores que domina en los “fichajes” morenistas en todo el país.

Beisbolistas –el deporte favorito del presidente López Obrador y con millonaria inversión en este sexenio–, futbolistas, boxeadores y hasta triunfadoras de concursos de bikini han sido reclutados.

Ese mismo sábado 7 en Jalisco se sumaron Janeth “Cuisilla” Pérez, campeona mundial Femenil Peso Gallo de la Asociación Mundial De Boxeo y Ringo Mendoza, luchador profesional de lucha libre.

En Hidalgo, el 28 de septiembre, firmaron Melody Cortés Tapia seleccionada de beisbol femenil y Bibiana del Carmen Hernández, del Bikini Fitness, entre otras.

Entre los atletas paralímpicos figuran Alejandro Guerrero Baños medallista en Juegos paralímpicos Atlanta 1996, Leonardo de Jesús Pérez , medallista Londres 2012 y Tokio 2020 y Omar Echeverría medalllista Tokio 2020 en tiro con arco.

El equipo de la exjefa de gobierno cuenta con el boxeador Julio César Chávez –quien la apoya aunque no ha firmado- y los futbolistas Francisco Javier Abuelo Cruz, Braulio Luna, Daniel Arreola, Alex Vela y Ramón Ramírez.

Se han inscribieron en Morena también los beisbolistas Horacio Piña “El Ejote” y César Sandoval Campos, quien juega con los Sultanes de Monterrey; el basquetbolista Gustavo Ayón firmó en Tepic, Nayarit y Mauricio Ramos Granados exseleccionado nacional de básquet y hoy coach del equipo “Las Borregas” de Hidalgo, firmó en ese estado el 28 de septiembre.

Con las sumatorias habría varios equipos deportivos dentro del partido guinda, pero también potenciales nuevas caras en la política.

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