Claudia Sheinbaum tiene un plan agroalimentario para estas entidades, pero especialistas y empresarios señalan retos. Este sector contribuye con solo 1.2% del PIB de Campeche y 1.7% de Tabasco.
Expansión.- Las dos principales entidades petroleras en México tienen otros planes para su economía. La presidenta Claudia Sheinbaum incluyó a Tabasco y a Campeche en un “plan especial” para producir carne, leche y arroz.
Empresarios y especialistas consideran que esta estrategia de Sheinbaum puede ayudar a la diversificación de la economía de estos estados petroleros y a fortalecer la parte agroalimentaria, pero hay retos para este plan.
La diferencia entre lo que aporta la extracción de petróleo y la parte agroalimentaria para estas entidades es considerable.
Datos del Inegi apuntan que la minería petrolera representa 72.4% del PIB de Campeche y 43.5% del de Tabasco.
Mientras que la parte agroalimentaria contribuye a solo 1.2% del PIB de Campeche y 1.7% al de Tabasco.
Lo que puede venir es un cambio de timón para estas entidades, donde la actividad petrolera no ha permeado de manera importante en la economía local. También en esta administración la presidenta planteó limitar la producción de crudo a 1.8 millones de barriles diarios y promover las fuentes renovables de energía.
Víctor Ayala, director de analítica de datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dice que desde el punto de vista contable, sí se registra a la actividad petrolera como parte de la actividad económica de Tabasco y Campeche, porque es en áreas de extracción de petróleo. Sin embargo, es una actividad cuyo valor agregado no se derrama dentro del estado.
“La mayor parte del beneficio asociado a la venta del petróleo se traslada directamente a la Federación para el gasto federalizado. Eso hace que sean otros sectores los que realmente impulsan la actividad del mercado interno en esas entidades”, dice.
Para el especialista, la determinación de actividades relacionadas con el mercado interno, como es el caso de la producción de leche, carne y arroz, parece una estrategia en principio interesante.
“En la medida en que las cadenas de suministro estén bien pensadas, en que la estrategia de venta de estos productos tenga los insumos para generarlos de manera organizada, el mercado interno existe para poder detonar la actividad sin mayor problema”, comenta Ayala.
¿Hay viabilidad para producir carne en Tabasco y Campeche?
El Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) explica a Expansión que la viabilidad de crecimiento de la producción cárnica en ambas entidades está condicionada a un aspecto de relevancia: la disponibilidad regional de granos forrajeros (sorgo, trigo, maíz, cebada), pero su agricultura tiene vocación productiva para cultivos agroindustriales como la caña de azúcar, palma africana y cultivos frutales.
En Campeche únicamente el 14% de su cosecha de maíz corresponde a grano amarillo (destinado para alimentar al inventario ganadero) y en el caso de Tabasco todo el maíz cultivado es grano blanco.
“El impulso a la actividad ganadera con orientación a la producción cárnica está condicionada a diversos factores, aunque se considera que el de mayor relevancia se centra en la disponibilidad de granos forrajeros provenientes de otras latitudes; en la disponibilidad también influye el nivel operativo de las ganaderías, los costos de transportación, hasta las zonas de localización de las ganaderías en territorio campechano y tabasqueño”, señala.
De acuerdo con los datos del Comecarne, Campeche y Tabasco tienen una producción de carne en promedio de 54,000 y 112,000 toneladas anuales, respectivamente.
Campeche se ubica en el lugar 27 y Tabasco en el 20 en la producción nacional cárnica. En el caso de ambas entidades, la carne de pollo, cerdo y bovino son las de mayor generación.
El Consejo dice que está dispuesto a prestar apoyo a los proyectos que coadyuven en ampliar la producción cárnica regional y nacional en el marco del cuidado de los recursos naturales, el bienestar animal y la obtención de bienes inocuos, de calidad y a precios asequibles para los consumidores.
Tabasco y Campeche no serán un gran hub lechero
René Fonseca, director general de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), comenta en entrevista que es importante que se busque crecer la producción de leche en Tabasco y Campeche, aunque tampoco dan para ser un gran hub lechero.
“Todo lo que sea fomentar la producción y el sector lechero es positivo, quiero pensar que se va a hacer de manera coordinada con los gobiernos estatales, de una manera integral, es decir, se va a buscar la parte de producción y la parte del mercado de cómo comercializar y procesar esa leche”.
Tabasco es el número 19 a nivel nacional con 0.8% de la producción nacional de leche y Campeche es el 24 con 0.3%, juntos dan apenas 1.1% de la producción nacional.
“Lo que están buscando es fortalecer el mercado local, fomentar actividades que generen ahí empleos e ingresos en esas entidades”, señala Fonseca.
En la producción de leche en esas entidades hay un desafío: el ganado para la producción es especializado, que es el retinto, el cual es difícil de tener por el clima húmedo.
El que puede funcionar en esos estados es el ganado girolando, pero no sólo da leche, también sale para la producción de carne.
Fernando Cruz, socio director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), coincide en que el método de producción en el Sur Sureste es de doble propósito, es un ganado de un tipo tropical que no necesariamente es la mejor genética para la producción de leche.
Retomar la producción de arroz
El experto de GCMA apunta que en el caso del arroz, el sur-sureste hace muchos años fue un importante productor de este cereal, pero por un tema de la baja productividad que se tenían en esos lugares, se dejó de producir.
“Hay otros países, en el caso de Estados Unidos, de Uruguay, por mencionar algunos que son más eficientes en el tema de la producción de arroz que lo que ha hecho México. Y el resultado es que hoy en día 80% del del arroz que se consume en el país es importado”.
Fernando Cruz destaca que esta no es una idea de Shienbaum, es una propuesta que también ya viene del gobierno anterior y no se vio cristalizada.
“Se suponía que iban a, también, generar distritos de riego. Son justamente estas superficies que se encauzan los brazos de agua, que se tienen de los ríos para poder distribuir el agua en el agua superficial y que se puedan inundar, en este caso, en las zonas de arroz y se pueda cultivar el arroz. Bueno, eso es una buena idea, pero este necesita para eso infraestructura, para que se desarrollen los proyectos en el sur-sureste”.
Información del gobierno de Tabasco refiere que la entidad cuenta con una superficie potencial de 640,987 hectáreas para cultivar arroz, que se distribuyen en 15 municipios del estado.
Mientras que Campeche ha escalado y su posición indica su potencial. En el año 2022, la producción de arroz en la entidad fue de más de 46,00 toneladas, siendo el segundo mayor productor en México.
Cruz comenta que se dice mucho en general en planes para el campo mexicano, pero se ven pocos planes de acción detallados, que respondan cómo, cuándo lo van a hacer y qué le toca al sector privado poner y qué le toca al gobierno.
“Entonces, ¿qué es lo que se puede generar? Estas buenas ideas de buenas intenciones, con malos resultados”.