Aristegui.-
Los aranceles del 25% al acero y aluminio impuestos por el gobierno de Donald Trump de forma universal, afectarán a exportaciones mexicanas por valor de 22 mil 500 millones de dólares, aseguró Jesús Carrillo, director de Economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, recordó que en 2018 Estados Unidos ya impuso aranceles del 10% al aluminio procedente de México, que duraron casi un año, por lo que las afectaciones serán distintas en función de la duración de la medida.
Sin embargo, el pasado 18 de febrero se publicó el anexo de todos los productos que se verían afectados por los aranceles. “Entonces hay muchísimos más, que no solo corresponden al capítulo 76, sino a otros que incluyen partes de vehículos” como las carrocerías, partes de motores hechas de aluminio, pistones, aires acondicionados, entre otros.
Se trata de industrias que están en el top 3 de exportaciones de al menos 11 entidades federativas, como Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y San Luis Potosí, que son potencias exportadoras de México.
“Estos aranceles a los productos que contienen aluminio, sin duda podrían afectar muchísimo a esas entidades federativas”, enfatizó.
Además, Carrillo señaló que si se aplican aranceles generales del 25% a partir del próximo 4 de marzo, la moneda podría depreciarse aún más y los consumidores mexicanos lo pagarían en términos de un aumento de la inflación, debido a los bienes que se importan del vecino país del norte.
“Estos aranceles finalmente están empezando a resquebrajar o por lo menos cuarteando la relación productiva que tenemos entre Estados Unidos y México. Y como lo dijo James Farley hace algunos días, el CEO de la empresa Ford, estos aranceles en particular podrían ser devastadores para las industrias que están en Michigan o en Wisconsin, pues están requeridas de partes mexicanas y canadienses de acero y aluminio”, mencionó el especialista.
Consideró que aún no queda claro si Trump seguirá adelante con los aranceles del 25% a productos canadienses y mexicanos a partir de marzo, porque existen negociaciones en curso entre su gobierno y los de México y Canadá. En el caso mexicano, encabezados por la Secretaría de Economía a cargo de Marcelo Ebrard Casaubón.
“Ojalá también se esté hablando con el Capitolio, con las industrias, con las cámaras empresariales de Estados Unidos, con el Gobierno canadiense para alinear estrategias y en última instancia, también planear represalias puntuales y estratégicas que puedan hacer presión política en los Estados Unidos para evitar estos aranceles o como mínimo, para poderlos reducir o eliminar en el corto plazo”, dijo.
Para Carrillo, se tarta de afectaciones “muy graves” dado el tamaño de las exportaciones, pero también por la incertidumbre que se genera tras el adelanto a los aranceles automotrices que supone la proclamación en torno al acero y aluminio, lo que podría frenar las inversiones, los proyectos y las contrataciones.
“Estamos en un momento bastante delicado de la relación comercial y habría que tomarlo como tal”, finalizó.
