Arquitectos: la paradoja de diseñar contra el ‘burnout’ a costa del agotamiento

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Crear espacios para fomentar el bienestar de los trabajadores toma un papel cada vez más protagónico en el sector corporativo, pero puede ser agotador para quienes los diseñan.

Expansión.- “¿Cómo le podemos pedir a los arquitectos que diseñen espacios para aminorar el burnout, si ellos tienen burnout?” preguntó Luis Antonio Garibay, gerente regional de OWA, empresa desarrolladora de materiales para oficina, durante un conversatorio de la Asociación Mexicana de Interiorismo Corporativo.

Por unos segundos la sala se quedó en silencio. Después, las risas y cuchicheos se colaron en el ambiente ante una pregunta que aparecía, por primera vez, en la mente de muchos.

“(Los arquitectos) tienen clientes que les piden cambios cada cinco minutos, cada vez menos presupuesto para ejecutar y deadlines de entrega imposibles”, soltó Garibay, mientras los arquitectos presentes asentían y confirmaban que se encuentran con la ironía trabajar para mejorar el ambiente laboral de los demás, mientras ellos están sometidos a un cúmulo de presiones.

El planteamiento, que hizo reflexionar a algunos y reír a otros, es en realidad, un problema que se vive día a día en el sector y que repercute, más de lo que se cree, en las personas que habitan los espacios que se diseñan bajo este tipo de apremios.

Karina Lozano, presidente en México de la Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA), recuerda que los proyectos arquitectónicos son un reflejo de sus autores, por lo que el agotamiento de éstos podría verse plasmado en su obra.

“El proyecto es, hasta cierto punto, un reflejo del diseñador. Los diseñadores van formando preferencias a partir de sus propios entornos, así que no sería raro que repliquen los espacios con los que están familiarizados”.

Karina Lozano, presidente en México de la Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA).

El desafío se vuelve doble: diseñar ambientes que promuevan el bienestar de los usuarios finales mientras se buscan soluciones para el agotamiento de los propios arquitectos.

Por ello, Lozano aboga porque el trabajo de arquitectura se vea a través de un lente humanista para comprender que sirve a las necesidades de las personas y, que estos espacios, van a tener una trascendencia en su salud, comportamiento e interacciones con otros.

La también arquitecta, consultora en diseño y fundadora de Arquitectura Entorno Energía, recomienda que los parámetros que se aplican para crear espacios para trabajadores, sean también aplicados a sus autores.

Y para ello, el papel de las empresas es crucial en este escenario. “Las empresas están reconociendo el valor de procurar espacios donde su capital humano se pueda desarrollar mejor. Esto ayuda al negocio y a la buena relación entre colaborador y empresa”, señala la experta.

Manos a la obra

¿Cómo se p esta nueva visión del bienestar en arquitectos y oficinasen la práctica? Lozano destaca que un buen espacio corporativo debe considerar las necesidades fisiológicas, cognitivas y socioemocionales de las personas. “El espacio corporativo está orientado a ciertas funciones cognitivas, como el pensamiento, la creatividad o la memoria”, explica.

Asimismo, resalta que entre las características clave de un espacio corporativo efectivo se encuentran:

1. Luz natural: “La mejor luz es la luz natural y es gratis”, recuerda la experta.
2. Vistas naturales: En caso de no tenerlas, sugiere incorporar paisajes en fotografías o arte.
3. Espacios para pausas: Diseñar áreas donde las personas puedan encontrarse informalmente.
4. Opciones de trabajo: Ofrecer espacios tanto para el trabajo colectivo como para el individual.
5. Ventilación adecuada: Asegurar una buena circulación del aire en todos los espacios.

Sin embargo, Lozano advierte que el diseño de estos espacios no puede ser una receta única. “El reto será interpretar adecuadamente la información que se obtiene de los registros neurofisiológicos de las personas en los lugares”, señala.

La arquitecta subraya la importancia de considerar las necesidades básicas de seguridad, socialización y trascendencia en el diseño de espacios corporativos.

“Si reconocemos que los seres humanos en principio seguimos siendo instintivos, y ponemos como base estas necesidades, la neuroarquitectura será una herramienta útil a nuestra evolución”, afirma.

A medida que las empresas reconocen cada vez más el impacto del entorno físico en la productividad y el bienestar de sus empleados, la demanda de espacios corporativos bien diseñados seguirá creciendo.

El desafío para los arquitectos y diseñadores será mantenerse a la vanguardia de las investigaciones sobre el impacto del espacio en la salud y el rendimiento, sin sacrificar su propio bienestar en el proceso.

Mirando hacia el futuro, Lozano prevé una evolución en el diseño de espacios corporativos: “Creo que los espacios podrían empezar a ser altamente personalizados a las funciones que se realizan en él, y al perfil de los usuarios”.

 

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