Un 2022 se vio cargado de fuertes problemas en la educación, desde los primeros meses del año, no dejaban de sonar las quejas por la mala infraestructura de los planteles educativos y la carencia de servicios básicos como agua.
Se reportaba que más de 800 escuelas de un padrón que supera las 8 mil en el Estado, se encontraban dañadas por el abandono que se generó a consecuencia de la pandemia.
Lo peor de todo, era que estos espacios educativos también eran víctima de la criminalidad, porque se denunciaban constantes robos de equipo, de instalaciones eléctricas, bombeo, luminarias e incluso algunas se quedaban sin pupitres y escritorios.
En la Fiscalía General del Estado, FGE, se reconocía que en la zona metropolitana, los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez, estaban ocurriendo el mayor número de atracos a las escuelas, y el resto se incrementaba en escuelas de Matehuala, Villa de Arista, Ciudad Valles y Guadalcazar.
En el año, han sido pocas las instituciones educativas del nivel medio superior que se han salvado de una serie de problemas como las manifestaciones, el paro de labores, maestros y trabajadores del sector, reportaban que no había dinero para pagar salarios, bonos, prestaciones y beneficios de fin de año. También argumentaban despidos injustificados, contratación de personal de confianza y hasta eliminación de bases federales.
Además, eran constantes las serie de quejas contra los responsables de las instituciones educativas, que se quedaron cortos en la forma de hacer su trabajo, el desdén y malas formas de los directores de las instituciones en mención surgieron como otras de las principales problemáticas.
Otra sorpresa que tuvimos en las escuelas, fueron una serie de sucesos de inseguridad relacionados con el bullying, y sus consecuencias como posibles atentados que incluyeron al campus Altiplano de la UASLP y además, circuló entre estudiantes de la Escuela Secundaria General número 3 “Vicente Rivera Hernández”, ubicada en la capital potosina, donde corrió la versión de una presunta amenaza de balacera. Hubo una supuesta pelea entre dos grupos de alumnos de esa institución educativa, después de eso, se generó una alerta de balacera, lo que propició cierto nerviosismo y algunos casos de pánico entre padres de familia, maestros y estudiantes que básicamente, fueron quienes comenzaron a correr información de un supuesto ultimatúm que les dieron tras evidenciar que había riesgo en ese centro escolar.
En la preparatoria Margarita Cárdenas de Rentería siete estudiantes resultaron intoxicados tras consumir dulces con mariguana, los cuales presentaron vómito y mareo, datos que fueron confirmados por el Sistema Educativo Estatal Regular (SEER), que es la entidad encargada de esta institución educativa.
De acuerdo a las denuncias de los padres de familia que pidieron el anonimato a través de las redes sociales, fueron las que evidenciaron estos penosos hechos, al parecer esta situación se dio entre los alumnos de tercer grado. Lo alarmante del caso es que referían que el año pasado ya se había presentado una situación similar.
El 14 de octubre, madres y padres de familia se manifestaron en las instalaciones del jardín de niños “Simón Bolívar”, ubicado en la colonia Benito Juárez, del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, para denunciar el abuso sexual de uno de los estudiantes, un menor de 4 añitos.
Martha Sánchez, madre del menor víctima, señaló como agresor al conserje del plantel educativo, además de mencionar que tanto la directora Rosalina Delgadillo Medrano y la maestra Gabriela García encubrieron estas acciones.
Según lo relatado por la madre de la víctima, el niño era mandado al baño por la maestra y era ahí donde se cometían las agresiones por parte del conserje. Cuando les comunicó lo que sucedía, las maestras le respondieron que no pasaba nada, y que el niño estaba manipulando.