La Patrulla Fronteriza ha detectado que intentan cruzar en grupos de entre cinco y 15 pandilleros, muchas veces acompañados por integrantes del Cártel del Golfo o Los Zetas.
Los reportes de detención revelan que no andan solos e intentan cruzar en grupos. El pasado 28 de octubre, Gloria I. Chávez, jefa de ese sector, confirmó que las organizaciones dedicadas al tráfico de migrantes son quienes están cruzando a personas con afiliaciones a pandillas.
“La vigilancia ha mantenido a estos inmigrantes criminales y pandilleros fuera de nuestras comunidades y fuera de las calles”, y se dijo orgullosa de frenarlos. Chávez dio estas declaraciones en el marco de una detención grande, donde lograron frenar a doce pandilleros asociados a la Salvatrucha y a la Calle 18.
Las detenciones recientes han sido masivas, como las del 26 de septiembre de 2022, cuando los agentes de la estación de McAllen reportaron el arresto de 17 migrantes. Un hondureño del grupo fue identificado como miembro de la Mara Salvatrucha con un extenso historial de cruces migratorios. Él fue el primero de los que vendrían, ya que al día siguiente se logró la captura de 15 personas asociadas con las pandillas MS-13, Calle 18 y Los Sureños.
Los partes de detención revelan que siempre andan en grupos que van de los cinco hasta los 15 pandilleros. Muchas veces vienen acompañados desde El Salvador y Honduras.
“El mismo día se detuvo a un miembro de la pandilla salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13) que admitió haber cumplido 12 años en su país de origen por homicidio”, señala uno de los reportes oficiales.
“El mismo día, los agentes de MCS identificaron a un pandillero salvadoreño de la MS-13 que había sido sentenciado previamente a ocho años de prisión por abuso de menores”, añade el informe.
De datos parecidos están llenos los reportes de detenciones que revelan que este año los maras que intentaron ingresar al país tenían antecedentes penales entre los que se encuentran delitos graves como homicidios, abuso de niñas y niños, tráfico, entre otros.
Pandillas y narcos
Según informes publicados por el Departamento de Justicia, la Mara Salvatrucha surgió en 1980, en el área de Los Ángeles, conformándose con refugiados de El Salvador.
Desde entonces estuvo involucrada en una gran cantidad de actividades delictivas, incluida la venta y distribución de drogas, especialmente cocaína, marihuana, heroína y metanfetamina en Estados Unidos. Sin embargo, los negocios de la Mara han evolucionado y han terminado involucrados con grandes cárteles de la droga.
El Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas del Departamento de Justicia señala que muchas pandillas han desarrollado o fortalecido relaciones con organizaciones criminales mexicanas. “Estas relaciones brindan a las pandillas acceso a fuentes internacionales de suministro de drogas, que comúnmente se distribuyen en comunidades urbanas, suburbanas y rurales”.
La conexión que detectaron desde hace años es de los Mara Salvatrucha con el Cártel del Golfo, y antes con la familia Carrillo Fuentes, cuyo fundador histórico fue Amado Carrillo, El Señor de los Cielos.
La Oficina de Inmigración de Estados Unidos ha revelado que desde 2017 se ha convertido en una prioridad para las Fuerzas de Tareas de Control de Drogas contra el Crimen Organizado del Departamento de Justicia.
“Los pandilleros habitualmente asaltan brutalmente y decapitan a sus víctimas para infundir miedo y obligar al cumplimiento. En los Estados Unidos, la MS-13 se aprovecha de las comunidades de inmigrantes centroamericanos extorsionando a las pequeñas empresas, vendiendo narcóticos a nivel de la calle a quienes tienen problemas de abuso de sustancias, reclutando agresivamente a los miembros más jóvenes y vulnerables de la comunidad para la pandilla, e incitando a la violencia de miembros de pandillas rivales”.
Medios en Centroamérica reportan que la Mara Salvatrucha ha sido compradora de cocaína y mariguana gracias a los enlaces que estableció con narcotraficantes de Guatemala e integrantes del cártel de Los Zetas.
Según La Raza, Noé, un ex cabecilla que traicionó a la Mara, dijo que la MS-13 adquirió droga desde México para comercializar en El Salvador entre los años 2014 y 2016, por los que pagó miles de pesos al cártel.
Incluso en 2015, según la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la pandilla entrenó a sicarios del Golfo y de Los Zetas en prácticas de tortura y adiestramiento criminal para aterrorizar a sus rivales.