Autos al norte, motos al sur: así se distribuye la producción de vehículos

0
245

La producción de motocicletas en México asciende a unas 600,000 unidades, todas de baja cilindrada, con motores menores a 150 cc.

Expansión.- Las exportaciones mexicanas de motocicletas seguirán un rumbo divergente al de los automóviles. Mientras que los vehículos de cuatro ruedas están mayormente orientados a satisfacer la demanda estadounidense, con 80% de las exportaciones mexicanas enfocadas en ese mercado; las motos tienen como principal destino la región de Latinoamérica.

Las motocicletas más populares en el país vecino del norte son unidades de alta cilindrada, diseñadas para recorrer largas distancias y comúnmente utilizadas en carreteras. En contraste, en México y el resto de América Latina, el mercado presenta características notablemente distintas, lo cual justifica la elección de un camino divergente en términos de producción.

“México se encuentra en una posición intermedia. Por un lado, se encuentra la influencia estadounidense de las motocicletas de alta cilindrada, que tienden a ser más de lujo y adecuadas para carretera. Por otro lado, están las motocicletas de reparto, que constituyen el 80% del mercado y son dominadas principalmente por Italika. Por lo tanto, estamos ante dos mercados en un mismo país”, dice Eric Ramírez, director de la consultora Urban Science para América Latina.
A mediados del año pasado, la empresa Bajaj dio inicio a sus operaciones en una nueva planta de ensamblaje en Toluca, con planes de aumentar gradualmente su producción hasta alcanzar las 200,000 unidades anuales de motocicletas de baja cilindrada. Esta instalación también cuenta con un centro de distribución de repuestos que abastece tanto al mercado nacional como a América Latina.

En octubre del año pasado, BRP anunció una inversión significativa de 1,400 millones de pesos al poner la primera piedra en Querétaro para lo que será su primera planta de motocicletas eléctricas en el país. Se proyecta que esta instalación inicie su producción en 2024 y desempeñará un papel fundamental en el abastecimiento para todo el continente.

Según los datos más recientes de la AMFIM, obtenidos a través del Inegi, la producción de motocicletas en el país en 2020 ascendió a 598,490 unidades, todas ellas correspondientes a vehículos de baja cilindrada, con motores de menos de 150 centímetros cúbicos.

Paralelamente, el sector de producción de componentes para motocicletas en México está experimentando un crecimiento constante. Según datos proporcionados por la Industria Nacional de Autopartes (INA), la importación de piezas de repuesto para vehículos de dos ruedas alcanzó un total de 217 millones de dólares de enero a mayo, lo que representó una disminución del 21.8%. Este descenso se atribuye al aumento de la manufactura local de estos componentes.

Juan Pablo Martín del Campo, director general de la Asociación Mexicana de Fabricantes e Importadores de Motocicletas (AMFIM), aclara que, en Estados Unidos, las motocicletas se utilizan mayormente con fines recreativos, como escapadas de fin de semana para recorrer las carreteras del país. Sin embargo, en México y América Latina, el enfoque de uso es completamente diferente, lo que inevitablemente influirá en la orientación de la producción de estos vehículos, desviándola del patrón que prácticamente han seguido todos los productos manufacturados en el territorio nacional.

“El mercado de motocicletas en Norteamérica se dirige a ciertos tipos y modelos que no necesariamente se ajustan al de México, Centro y Sudamérica. Creo que las motocicletas que se están fabricando y continuarán fabricándose en México estarán más orientadas hacia los mercados de Centro y Sudamérica que hacia el mercado de Norteamérica”, dice Martín del Campo.

¿Qué tipos de motos compran los mexicanos?

En 2022 se comercializaron alrededor de 1,250,000 unidades de vehículos de dos ruedas y la AMFIM estima que de cada 10 motocicletas vendidas, siete están relacionadas con la fuerza laboral.

Tras la pandemia de COVID-19, que desencadenó perturbaciones en las cadenas de suministro a nivel mundial, con el sector automotriz siendo uno de los más afectados, se produjo un encarecimiento sin precedentes en la última década de los vehículos de cuatro ruedas.

Este escenario global propulsó a las motocicletas como la opción más asequible para atender la necesidad de movilidad.Simultáneamente, en medio de la incertidumbre económica generada por la crisis sanitaria, los ciudadanos mexicanos comenzaron a considerar las motocicletas como una vía de autoempleo, incorporándolas a servicios de entrega como Uber Eats o Rappi.

Compartir en:

Leave a reply