El ‘optimismo’ del Banco Central también ‘contagió’ al cálculo para 2023, de acuerdo con su último informe trimestral.
Los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico subrayaron que no están siguiendo los pasos en automático a la Reserva Federal (Fed), ya que se ejerce una política monetaria autónoma.
“La Fed es un elemento más de todos los factores que consideramos para analizar la inflación, su perspectiva y panorama; iniciamos el alza de tasas desde junio del 2021, llevamos ya acumulado un incremento de 600 puntos base”, dijo Rodríguez Ceja.
El subgobernador, Gerardo Esquivel, dijo que “estamos en condiciones diferentes, nosotros podríamos tomar acciones que no necesariamente repliquen uno a uno a la Fed; no es una decisión mecánica evidentemente, pero las circunstancias son diferentes”.
Por su parte, el subgobernador Jonathan Heath, señaló que a pesar de que la inflación general ya tocó su pico y hay señales de un descenso, el índice subyacente sigue aumentado.
“Controlar esta última es más importante porque contiene el conjunto de precios que se derivan de la interacción normal entre la oferta y la demanda y, por lo tanto, son los precios que son susceptibles a las acciones de política monetaria”, dijo.
Analistas son menos optimistas
Jorge Gordillo, director de análisis económico en CI Banco, destacó que la revisión al alza en el pronóstico de crecimiento está justificada debido a que los resultado han sido mejores a lo esperado, sobre todo en el consumo y el sector industrial que ha mantenido su fuerza, y la mayoría de los analistas movieron sus estimaciones alrededor de 2.7 por ciento, por lo que la proyección de Banxico al 3 por ciento está dentro del rango.
Consideró que en los pronósticos para 2023 difieren con las proyecciones del banco central, ya que es muy incierto lo que suceda en materia económica el próximo año, y hay que estar muy a la expectativa de lo que pase en Estados Unidos, ya que será clave para la economía mexicana.
“Coincidimos con la estimación de crecimiento económico del banco central para 2022, pero consideramos que la estimación para 2023 es optimista, dada la alta probabilidad de una desaceleración abrupta en la economía estadounidense, incluso una recesión”, dijo Víctor Ceja, economista en Jefe de Valmex.
Sobre la inflación, detalló que sus estimaciones a partir de 2023 son más pesimistas que las de Banxico, ubicándose alrededor de un punto porcentual arriba de ellas, por lo que “prevemos una postura monetaria restrictiva por un período prolongado, sin descartar que la tasa de fondeo alcance su nivel terminal en 11 por ciento en el primer trimestre de 2023 y se mantenga ahí al menos todo el próximo año”.
Por ello, señaló que hay que estar más atentos al índice subyacente, ya que es el que marca la tendencia de la inflación general en el mediano plazo.
Estos son los riesgos a la baja para la economía de México
- La posibilidad de que las controversias entabladas por los socios de México bajo el T-MEC provoquen un menor flujo de inversión.
- Una menor demanda externa en detrimento de la actividad económica en México, sobre todo si EU experimenta una ‘recesión profunda y duradera’.
- ‘Cuellos de botella’ en las cadenas de suministro o afectaciones al comercio más duraderas o intensas que aumenten los costos de las materias primas y de producción en México.
- Episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que afecten los flujos de financiamiento para economías emergentes como la de nuestro país.
- Una mayor disrupción en el mercado de los energéticos, particularmente en Europa, lo que podría provocar una menor demanda externa en México.
- Una recuperación del gasto en inversión en nuestro país menor a lo esperada o insuficiente para sostener la reactivación de la economía.