El Universal.-
Matamoros, Tamaulipas. Bajo el grito de “¡Dictador, dictador!”, esta tarde, trabajadores del Poder Judicial se manifiestan en contra de la reforma judicial en la ceremonia que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador de la repatriación y memoria del revolucionario Catarino Garza Rodríguez.
Al tomar la palabra y ante los gritos de los trabajadores del Poder Judicial que se escuchan hasta el templete de honor, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, manifestó: “Para dictadores, Porfirio Díaz”.
Con megáfono en mano, los trabajadores del Poder Judicial aseguran que no son opositores sino funcionarios al servicio de la nación.
Esta mañana, el presidente López Obrador manifestó que no pasó a mayores el incidente de ayer domingo en Veracruz, donde le arrojaron una botella con agua e hizo un llamado a sus seguidores a no caer en provocaciones.
“Ayer me tiraron una botella de agua, es que yo empecé jugando béisbol, era filder imagínese si no sé, si hasta la puede haber agarrado, pero no pasó a mayores”.
Señaló que la persona que le arrojó la botella de PET puede estar tranquilo porque “no pasa nada”.
-¿No lo considera una agresión, presidente?”, se le preguntó.
-“No, es que no pasa a mayores, yo también pido que actuemos con mucho respeto, que los que estamos participando en la transformación del país que actuemos con respeto, con tolerancia… mucha prudencia”.
El Mandatario señaló que sus adversarios están enojados porque ellos quisieran que siga la transformación para que no cambie nada.
“Ahí se les va a seguir pasando el enojo. Nosotros, es otra cosa que les molesta mucho porque quisieran los que se equivocaron y no quieren aceptar su error aunque es de sabios cambiar de opinión se quedan en la autocomplacencia. Quisieran decir o gritar que somos iguales.
“Algo que les molesta mucho es que no haya corrupción, voy a sacar el pañuelito blanco que pueda sacar el pañuelo blanco, eso les molesta mucho”, dijo.