El servicio de emergencias denunció que, en las últimas 24 horas, más de 50 personas (entre ellos 14 niños y ocho mujeres) han perdido la vida tanto en la ciudad de Gaza y sus inmediaciones como en el norte del enclave, que lleva bajo asedio del Ejército más de dos meses.
“Aviones de las Fuerzas del Aire atacaron, con precisión y orientación de la inteligencia militar, el Shin Bet y el Comando Sur, a terroristas que operaban en centros de mando en las que antes funcionaban como escuelas de Al Karama y Shaaban en Tuffah”, confirmó el Ejército israelí poco después del ataque.
Israel utiliza el término “terroristas” para referirse indistintamente tanto a los milicianos palestinos como a aquellos que llevan a cabo ataques de forma individual contra israelíes, sean soldados o civiles.
Según las fuerzas armadas, milicianos de Hamás planeaban desde la escuela ataques contra Israel y sus tropas, por lo que acusaron a la organización islamista de utilizar a la población gazatí como “escudos humanos”.
Las fuerzas armadas atacan habitualmente escuelas y hospitales, a pesar de constituir esto una violación del derecho internacional humanitario, asegurando que albergan milicianos.
Uno de los últimos ataques de este tipo se produjo contra la escuela Ahmed Abdel Aziz de Jan Yunis, en el sur de Gaza, el domingo. El bombardeó causó cerca de 20 muertos, según la agencia de noticias palestina Wafa.
“Los terroristas operaban en una estructura que solía servir de escuela, otro ejemplo de cómo esta organización terrorista opera en el seno de la población civil”, dijo el Ejército en un comunicado, sin mencionar en ningún momento la cifra estimada de fallecidos en el ataque.
Desde que comenzó la guerra en el enclave, 45.129 personas han perdido la vida y 107.338 han resultado heridas en ataques israelíes, la mayoría mujeres y niños, y las autoridades sanitarias estiman que los cuerpos de otros 11.000 desaparecidos siguen enterrados bajo los escombros.