El aumento en la obesidad, una alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra; dieta rica en grasas tanto animales como ácidos grasos, sedentarismo, alcoholismo y tabaquismo son algunos de los factores de riesgo que incrementan la posibilidad de desarrollar cáncer de colon y recto.
El cáncer colorrectal o de colon y recto se originan cuando las células comienzan a crecer de manera descontrolada, formando lesiones precursoras de cáncer conocidas como “pólipos adenomatosos”, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí.
El cáncer de colon y recto puede detectarse en etapas tempranas, por lo que ante la presencia de cualquiera de los síntomas debe acudir a la unidad médica familiar, para que el médico lo examine, cabe mencionar, que no debe alarmarse, ya que la gran mayoría de las veces no es cáncer, pero sí requiere la opinión de un profesional de la salud.
Este padecimiento, como la mayoría de los cánceres, no presenta síntomas en sus primeras etapas. El sangrado rectal y la anemia son los síntomas iniciales, posteriormente la sensación de querer defecar con los intestinos vacíos, distensión, dolor abdominal, y en fases avanzadas cambios en los hábitos de evacuación, es decir, suele mostrar cuadros anormales de diarrea, estreñimiento o reducción del diámetro de las heces obstrucción intestinal, debilidad, cansancio y pérdida de peso de forma inexplicable.
El IMSS recomienda llevar a cabo hábitos de alimentación saludable, baja en grasas y rica en frutas, verduras, granos integrales, aumentar la actividad física, aspectos que ayudarán a mantener un peso saludable, asimismo, evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Finalmente, se pide a la población acudir a una valoración médica en las diferentes Unidades de Medicina Familiar (UMF) ante los primeros síntomas y evitar la automedicación, ya que esta práctica puede enmascarar síntomas de alerta que ayudan a la detección de forma temprana.
